Sara Gallego: "Ni siquiera pido hacer una buena marca, simplemente pido poder entrenar sin que me duela nada"
La cuarta europea de 400 metros vallas en 2022 busca la luz con un nuevo entrenador, Pau Fradera, para poner punto y final a un calvario físico que ha terminado también siendo mental.

"Primero vino la rotura de isquiotibial en el invierno de 2023. Al cabo de dos meses, me hice un esguince en el tobillo que terminó en una rotura completa de los ligamentos. Ahí hice una mala recuperación y estuve todo un año hasta volver a entrenar, porque tuve el Síndrome de Sudeck [o de dolor regional complejo]. Cuando empecé a entrenar, al cabo de dos meses, me volví a romper el isquiotibial. Luego es cuando hice toda la parte de aire libre de 2024, y ahora este invierno, volví a entrenar y otra vez me volví a romper el isquiotibial. Han sido cuatro roturas y ya no puedo más".
Así enumera Sara Gallego (Barcelona, 2000), casi exhausta, el calvario que le ha perseguido desde que alcanzara la gloria en el verano de 2022 con una doble final europea, con el relevo 4x400 y su histórica cuarta plaza individual en los 400 metros vallas, tras rozar toda una final mundial solo unas semanas antes. Entonces, su nombre ocupaba titulares, ilusiones y rankings históricos. Pero desde entonces, poco más de una decena de carreras en dos años y la mayoría marcadas por molestias y una importante falta de sensaciones y seguridad que le hicieron decir basta el pasado noviembre.
"Al romperme otra vez, para mí fue como... ¡es que no puedo más! Llevo dos o tres años intentando luchar", cuenta a Relevo con rabia y esa misma mirada feroz con la que volaba por encima de las vallas. "Hay veces que ni siquiera pido hacer una buena marca, simplemente pido poder entrenar sin que me duela nada. Yo ya sé que somos atletas y que siempre tenemos molestias, pero fuera de eso, quiero poder competir, competir y poder ir a full, sin molestias y sin dolores. Y por eso decidí: siento que necesito un cambio, empezar de cero y eso hice".
Gallego tomó la decisión de dejar el grupo de entrenamiento de velocidad y vallas dirigido por Àlex Codina en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat después de cuatro años y se une ahora a la estructura de Pau Fradera, exatleta, estudioso del atletismo y uno de los técnicos de moda. "Yo estaba muy contenta con mi entrenador de antes y siempre lo he dicho, tiene muchísimas cosas positivas. La parte más negativa es que está en un CAR y allí hay mucha gente de nivel, pero somos poquitos y la compañía, en mi caso, era la única chica del grupo. Es bastante diferente ir a entrenar y estar tú sola haciendo series, que tener un grupo de chicas que tiran de ti, que nos motivamos juntas, que llegas a entrenar y está lleno de gente.".
En su nuevo 'equipo' a las órdenes de Fradera contará a diario con nombres del 400 lisos nacional como Laura Bou, Mar Segura y la reciente incorporación de Berta Segura, internacional en la vuelta a la pista y la más rápida a nivel nacional en 2024, que termina de redondear un grupo de primer nivel para acompañar a Sara en retorno. "Ese ambiente de estar con más chicas lo echaba de menos, no lo vivía desde que estaba en un club entrenando cuando era chiquitita y la verdad, me gusta ese ambiente".
Cruzando los dedos para que las lesiones queden atrás, ahora todavía queda curar una cabeza de ADN ganador machacada por los golpes. "La parte mental sigo trabajándola. El año pasado, a pesar de competir, nunca llegué a estar bien y este año tengo momentos. Estoy en progresión para arriba, pero aún sigo teniendo bajones. Sobre todo, de confianza y de seguridad en mí. Pero sí, tengo esa sensación de que lo estoy recuperando, estoy volviendo a ser yo y de que creo y confío en que viene una buena temporada al aire libre".
"Queremos priorizar el Mundial de Tokio, estar en mi marca personal y por qué no, mejor"
El primer paso para confirmar su salida del calvario lo dio el pasado fin de semana en el Campeonato de España short track en Gallur (Madrid). Sobre todo, porque lo terminó con una sonrisa y agotada por el esfuerzo que, por fin, le habían permitido dar sus piernas. Y eso que pocos minutos antes de la semifinal hubo dudas. "Me coincidió con exámenes, justo el lunes tenía uno. Por lo que me había pasado muchas horas sentada, y ahí el ciático se me pinza y me baja dolor al isquio. Entonces, en el calentamiento, estuve preocupada por ver si me molestaba o no, porque no había podido entrenar mucho durante la semana. Pero competí sin ningún tipo de molestia".
Relevo vivió la carrera junto a sus padres, Xavi y Rocío, presentes en la tribuna de periodistas como acreditados con su medio de comunicación Carrer Lliure con el que han acompañado a su hija a todos los grandes campeonatos [en este, además, también tenían a su otra hija Claudia en los 800 metros]. En ningún momento miraron el crono, porque la realidad es que solo deseaban ver a Sara cruzar la línea de meta sin problemas físicos. Y lo hizo con un buen 53.78", una mejora de casi un segundo y medio respecto a hace solo dos carreras, en su debut este invierno en Sabadell. "Disfruté mucho la carrera. Con mi entrenador habíamos hablado que no nos jugábamos nada, había que priorizar la salud, sobre todo ahora que estamos empezando a asimilar entrenamientos, y salí a disfrutar", nos relataba la barcelonesa tras la carrera.
No logró meterse en la final en una prueba de 400 que se convirtió en la gran carrera del campeonato y de todo este invierno para el atletismo español. Y las seis clasificadas así lo demostraron en la final, donde todas las participantes lograron su marca personal y cuatro de ellas se colaron entre las cinco mejores marcas españolas de la historia, entre ellas la también vallista Daniela Fra que se ha convertido en la referente de la prueba en ausencia de Gallego. Un nivel todavía demasiado alto para una Sara Gallego en plena recuperación en esta pista cubierta, pero que si todo le va bien no tardará en sumarse a la fiesta a no mucho tardar.
"El nivel que hay en el 400, por un lado, me quita presión, porque sí que es verdad que el año pasado al salir a competir sentía que todo el mundo estaba pendiente de lo que iba a hacer yo. Y ahora, el foco no está tanto en mí, me permite hacer un poquito mi camino, mi progresión tranquilamente. Pero, por otro lado, están corriendo mucho y tengo que también ponerme ya a correr y eso me desespera un poco porque quiero que mi camino vaya más rápido de lo que tiene que ir, pero el tiempo es el tiempo y también tengo que permitir que mi cuerpo vuelva otra vez a coger esa inercia buena".
De cara al verano, y si todo va bien, la historia cambiará. "Queremos priorizar ir al Campeonato del Mundo en Tokio y allí, estar en mi marca mejor y por qué no, hacerlo mejor [el récord de España de 400 vallas, 54.34"]", desvela. Una vuelta a un gran campeonato tres años después que también sería un plus para un relevo femenino de 4x400 que vuela, pero que también está entre sus objetivos. "Es algo que tenemos en mente. Ya he dicho que me gustaría estar en el plan nacional de relevos si se cuenta conmigo, aunque sé que está difícil porque se está corriendo un montón. Pero el relevo es algo que siempre me ha gustado, es esa parte de equipo, ese componente de equipo que no tenemos cuando corremos individualmente y voy también a intentar estar ahí en el Mundial".