ATLETISMO

La secuencia que demuestra por qué España adora a Mariano 'La Moto' García

El de Cuevas de Reyllo se exhibió en los 800 m del Campeonato nacional y dejó varios detalles de campeón.

Mariano García (27), oro nacional indoor. /SERGIO PÉREZ / EFE
Mariano García (27), oro nacional indoor. SERGIO PÉREZ / EFE
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

La foto era la que se merecía La Moto tras dos años de lesiones, que le dejaron fuera de otros Juegos Olímpicos, malditos para todo un campeón del mundo y de Europa de 800 m. Mariano García volvió al Campeonato de España bajo techo para subirse en Madrid a lo más alto del podio, su lugar natural.

Pero la verdadera foto estaba en la grada, con sus padres y su hermano Antonio, con su novia Idaira Prieto (flamante bronce nacional en 3.000 este sábado e hija del histórico Antonio Prieto) y con un amigo muy especial, Rafael, un madrileño de 94 años que siempre que puede le acompaña en sus competiciones en la capital. Sólo ellos saben lo difícil que ha sido para Mariano estas últimas dos temporadas.

El atleta de Cuevas de Reyllo lo definía mejor que nadie. "Cuando lo de arriba va bien, todo va bien", decía a Relevo señalándose a la cabeza tras las semifinales de 800 me del sábado. Una prueba en la que disfrutó de principio a fin, desde la antesala del pistoletazo de salida, donde daba palmas con los saltos de Ana Peleteiro, hasta cruzar la línea de meta, con sus abrazos a todos los rivales.

Pero fue en la gran final, ante Elvin Josué Canales, Mo Attaoui y un extraordinario Álvaro de Arriba cuando pegó el puñetazo en la mesa que su ejército de seguidores estaba esperando. En una última recta descomunal se impuso a De Arriba y Canales; cualquier otro se hubiese reivindicado con el 'yo' por delante. Mariano volvió a abrazar a todos sus rivales y les invitó a dar una vuelta de honor con él. Y el público se entregó de nuevo al genio huertano.

En la zona mixta, volvió a demostrar su grandeza. "Si en el Europeo tengo que hacer el 1.500 m y en el Mundial 800 m, adelante. Así pueden acceder más compañeros al Europeo en los 800 m", apuntaba haciendo gala de su compañerismo y del buen ambiente que reina en la prueba, pese a la increíble competencia interna para acceder a los grandes campeonatos.

Esos valores no están reñidos con la ambición sin límites de un ganador nato. Cuando se le menciona su posible primera vez contra Jakob Ingebrigtsen en el futuro, Mariano no se arruga. Otros mediofondistas decían "madre mía" al sacar el tema del noruego; a Mariano le sale del alma el ansia por tutearle. A una carrera todo puede pasar y sólo con esa mentalidad los Wightman, Josh Kerr y Cole Hocker han logrado doblegar al dios vikingo. Mariano, en amor propio, como en esa mesa, como suele recordar el canadiense Marco Arop.

No obstante, el tridente más probable en el 800 en el Europeo de Países Bajos de marzo, con el libro en la mano, sería el del propio Mariano García, Elvin Josué Canales y Álvaro de Arriba, un atleta que a punto estuvo de quedarse fuera en semifinales y que terminó a un paso de la gloria en la final. Pero se topó con Mariano, que tenía más gasolina en la reserva para utilizar si fuese necesario.

El discípulo de Gabi Lorente, que no pudo estar presente en la gran cita patria bajo techo al haber sido padre recientemente, dará mucho que hablar en esta campaña bajo techo. Nadie debería olvidar el pedigrí único en los 800 metros de un hombre al que, cuando le respetan las lesiones, es muy difícil de adelantar al aire libre y misión casi imposible en pista cubierta.

Atrás vuelven a quedar los problemas. Como sólo hacen los grandes, a lo Marc Márquez, el murciano ha vuelto a levantar la Moto tras la caída. En su remontada ha ido sacando las pegatinas a todos sus rivales en España. Nadie descarta ya que lo pueda volver a hacer a nivel continental y mundial. Mariano sólo conoce un miedo y es a los perros; y de momento los mastines no se ponen tacos.