Sobrehumana: Ana Peleteiro ganó las medallas con una lesión en la tibia
La gallega sufre un edema óseo en su tibia provocado por el estrés que ha ejercido durante las competiciones en una zona ya tocada por una condropatía en la articulación tibioperonea.

Ana Peleteiro es una de las deportistas españolas que mejor compite, de eso no hay duda. No es raro ver como la de Ribeira (A Coruña) es capaz de sacar siempre un poco más de lo que la cordura alcanza y lucha por los puestos de honor contra todo y contra todos. Pero quizás, este invierno, ha cruzado todos los límites: se proclamó campeona de Europa y se subió al podio mundial con una lesión de su pierna.
En la revisión por parte del doctor Guillén en la Clínica CEMTRO el pasado miércoles, se confirmó que la saltadora ha completado su temporada de pista cubierta con un edema óseo en la tibia provocado por el estrés que ha ejercido durante las competiciones en una zona ya tocada por una condropatía en la articulación tibioperonea desde hace diez años.
A pesar de que los fuertes dolores aparecieron en su primera competición del año, en el mitin de Miramas (Francia) a finales de enero, la saltadora no quiso rendirse y ni mucho menos renunciar a afrontar un invierno que contaba con dos grandes campeonatos que tanto le gustan. Por lo tanto, y después del diagnóstico por parte de su médico de confianza, que le recomendó un tratamiento conservador para poder seguir compitiendo, se agarró a las cajas de antiinflamatorios y analgésicos para volver a hacer lo que mejor sabe: volar y subir a grandes podios.
Peleteiro nunca se rinde
Después de las primeras molestias en aquel quinto salto de su debut de temporada, llegaron un tiempo de poco impacto en la zona y menos de una semana de entrenamientos que le valieron para colgarse una nueva medalla de oro — el noveno bajo techo — en el Campeonato de España de Gallur (Madrid) tras tres saltos por encima de 14 metros que le colocaban como la mejor marca europea y la tercera del mundo de la temporada antes de las finales de Apeldoorn y Nanjing.

Después, quizás el gran día en tierras neerlandesas. Con un mejor salto de 14.37 metros, y a sus 29 años, se proclamaba campeona continental dominando el concurso casi de principio a fin. Solo quince días después, al otro lado del mundo y tras sacrificar horas de sueño para poder adaptarse al horario asiático, era en China donde volvía a subirse a un podio mundial para colgarse la medalla de bronce con un mejor brinco de 14.24m.
Es decir, dos podios internacionales conquistados gracias a intentar olvidar el dolor con medicamentos y una mente privilegiada que le hace convertirse en una bestia en el pasillo de saltos, en todo momento y en cualquier circunstancia. Aprovechando el 'descanso' de competiciones de primavera, Peleteiro ha decidido relajar su tabla de entrenamientos, bajar la carga de la preparación y ponerse en manos de su fisioterapeuta Pablo Queiruga para afrontar en perfectas condiciones un invierno que será largo, ya que el Mundial al aire libre de Tokio no se disputará hasta mediados de septiembre.