Por qué las zapatillas de atletismo llevan clavos
Aunque requieren de un proceso de adaptación y tienen algunas desventajas, es un imprescindible para los atletas de élite.
En el atletismo, los competidores de élite buscan aprovechar al máximo cada factor que puede influir en su rendimiento. Y el calzado es sin duda uno muy importante: el buen agarre a la pista, el control de la técnica y la velocidad mejoran notoriamente cuando se utiliza el más adecuado.
En las competiciones de pista se ve continuamente calzado que llama la atención a primera vista por sus colores brillantes y que cuenta, además de los clavos, con una placa de carbono y una mediasuela adaptadas, que aligera mucho el peso de las zapatillas. El peso de este calzado y la sensación de propulsión que genera son dos de sus virtudes más destacadas, de acuerdo a lo que han evaluado los propios deportistas.
¿Por qué las zapatillas de atletismo llevan clavos?
Los clavos en las zapatillas de atletismo evitan el impacto con el talón al pisar, facilitan el apoyo del mediopié y dan impulso al atleta. Naturalmente, también facilitan a los atletas un mayor agarre a la pista, especialmente con la mejora de los materiales que se emplean para su fabricación.
Al no contar con amortiguación en el talón, las zapatillas con clavos obligan a correr con la parte media del pie, algo que prescribe expresamente la técnica del atletismo. Mejorar el agarre, la técnica y la reactividad son objetivos claros en la pista: algunos estudios al respecto han demostrado que ese rendimiento se incrementa hasta en un 1,8% con el uso de las zapatillas con clavos. Para ponerlo en números más asequibles: en pruebas de mediofondo y fondo, con la adaptación adecuada, la ganancia puede rondar entre los 5 y los 8 segundos por kilómetro de carrera. El propio Usain Bolt utilizó para batir sus récords de 100 y 200 metros un modelo con tacos, pero aseguró posteriormente a The Guardian que sus marcas hubieran sido mejores con los avances tecnológicos que se aplican a los nuevos modelos.
Entre las desventajas de usar esta clase de calzado se puede mencionar la sobrecarga muscular, sobre todo en el tren posterior (gemelos, zona del tendón de Aquiles). Siempre se recomienda un uso progresivo de las zapatillas con clavos, ya que los atletas que no corren con la técnica correcta sufren con la falta de amortiguación de este tipo de zapatillas.
Los tipos de clavos
Existen tres tipos de clavos en las zapatillas de atletismo con diferentes formas y funciones: los piramidales, los de compresión y los de aguja. Los piramidales son los más comunes, con forma de cono, y se utilizan para mejorar la tracción porque penetran en el material de la pista por contacto.
Otra posibilidad son los de compresión, que también son cónicos, pero con una forma "escalonada" y que terminan en una punta plana. Justamente por esa forma se les conoce como "árbol de Navidad". Están diseñados para comprimir sin necesidad de penetrar la pista y funcionan muy bien en superficies de caucho. Los clavos aguja son el tercer tipo de clavos, con un cuerpo más estrecho y un vértice mucho más nítido que provoca más desgaste y daños en la pista. Refuerzan el agarre, pero también requieren del atleta un extra de energía para desclavar el calzado cada vez que entra en contacto con la superficie.
Cuántos clavos llevan las zapatillas de atletismo
La mayor parte de las veces, las zapatillas de atletismo tienen nueve u once clavos. World Athletics, el órgano de gobierno del atletismo a nivel mundial, establece que el propósito de este calzado es "proporcionar protección y estabilidad a los pies y una firme adherencia sobre el suelo". Y regula el número de clavos que pueden tener: "La suela y el tacón de las zapatillas estarán fabricados de modo que permitan el uso de hasta un máximo de 11 clavos. Se podrá utilizar cualquier número de clavos hasta 11 pero el número de posiciones de clavos no podrá exceder de 11".
El reglamento establece también que "la parte de cada clavo que sobresalga de la suela o del tacón no debe exceder de 9 milímetros, excepto en salto de altura y lanzamiento de jabalina, donde no puede exceder de 12 milímetros. El clavo deberá ser construido de manera que se pueda insertar, al menos en su mitad más próxima a la punta, en un calibre de sección cuadrada de 4 milímetros". Generalmente se usan modelos con zapatillas que incluyen clavos de 3 milímetros para carreras de fondo y de 5 milímetros para las de medio fondo.