Tras su pesadilla en una prisión rusa, Brittney Griner regresa a la WNBA en forma y con el apoyo de Kamala Harris

Esta madrugada, Brittney Griner comenzó su décima temporada de la WNBA a los 32 años y, con toda seguridad, podemos decir que fue su arranque de competición más especial. La jugadora de las Phoenix Mercury pisaba la cancha y dejaba atrás un terrible año y medio que incluyó diez meses de prisión en Rusia acusada de tráfico y contrabando de drogas, tras una condena a nueve años de cárcel por tener aceite de cannabis en su maleta, y con un sonado rescate por un intercambio con un narcotraficante ruso a finales del año pasado.

La Crypto.com Arena de Los Ángeles, casa de sus rivales las Sparks, se volcó con ella desde la presentación, con un aplauso atronador en su honor que emocionó a la pívot estadounidense. Entre las personalidades que se rindieron a su regreso estaban las leyendas del tenis Billie Jean King, y de la NBA, Magic Johnson, y la vicepresidenta de los EE.UU, Kamala Harris, quien se fundió en un abrazo con ella antes de que comenzara el partido.

Ya con el balón en juego, la grada celebró las canastas de Griner como si todos los angelinos presentes fueran aficionados de las Mercury. "Me sentí muy bien, como la última vez que jugué", explicaba en sala de prensa la baloncestista, que volvía a la WNBA 579 días después de su último partido. 

Las Sparks ganaron 94-71 con una actuación muy destacada de su rookie Zia Cooke, pero fue uno de aquellos partidos en los que el resultado es lo de menos. Aun así, centrándonos en un plano meramente deportivo, BG se convirtió en una de las grandes protagonistas del choque por sus 18 puntos (fue la mayor encestadora del encuentro con un 7/9 en tiros), 6 rebotes, 2 asistencias y un completo dominio defensivo marcado por 4 tapones y que fue todavía más evidente en los minutos en los que esta jugadora de 2'06 cm estuvo en el banquillo.

Por fortuna, el convulso año que ha vivido la dos veces campeona de la WNBA y 8 veces All-Star no parece haber mermado su juego. Quizá, porque como decía un cartel publicitario con su imagen en las afueras del Crypto.com Arena, "El baloncesto es nuestro hogar", y en ese hogar, BG solo disfruta, no hay espacio para esa dura travesía que casi arruina su vida.