Liz Cambage y la brecha salarial en la WNBA: cobrará en China en 3 meses lo mismo que en 6 años en EE.UU
La pívot australiana, una de las mejores jugadoras del mundo, ficha por la liga china… por un millón de dólares.

Liz Cambage es uno de los grandes nombres del baloncesto femenino de la última década. Dominante en la cancha y polémica fuera de ella, la australiana abandonó la WNBA en 2022 por problemas personales con Los Angeles Sparks y estuvo un tiempo fuera del baloncesto, hasta que firmó por el Maccabi Bnot Ashdod israelí con el que terminó la pasada temporada.
Ahora la pívot aborigen ha decidido emprender una nueva aventura y ha firmado por las Sichuan Golden Bulls, equipo de la liga china con el que se ha comprometido por los próximos tres meses… por un millón de dólares de salario. Un salario similar al que cobró en la WNBA durante las seis temporadas que estuvo en la catalogada como mejor liga del mundo.
Un movimiento que la propia Cambage ya anticipó el pasado mes de agosto, cuando en una entrevista para Bleacher Report, volvió a lanzar un dardo a la WNBA por lo poco que pagan a sus jugadoras: "En la WNBA no pagan lo suficiente. Si no estoy en China es porque no está abierto (desde la 19-20 no se permite contratar extranjeras). Si abren, iré allí. Cobraría lo mismo que en mis seis temporadas en la WNBA combinadas, que eran unos 900.000 dólares antes de impuestos".
"En la WNBA no pagan lo suficiente. Si no estoy en China es porque permitían extranjeras. Si abren, iré allí. Cobraría lo mismo que en mis seis temporadas en la WNBA combinadas"
No es la primera vez que Cambage ataca a la liga estadounidense por los salarios que pagan a sus deportistas. Ya cuando salió de las Sparks cargó duramente contra la WNBA por el salario que las Aces iban a pagar a Becky Hammon como entrenadora en contraposición al salario de sus jugadoras. "Ahhh, sí, la WNBA, donde una entrenadora puede ganar cuatro veces más que las jugadoras mejor pagadas", aseguraba entonces.
Una afirmación que se contrasta con los datos que arrojan los salarios que cobran las mejores jugadoras de la liga. Para ver la diferencia salarial entre la WNBA, que no se caracteriza por sus altos salarios, y ligas como la china sólo hay que echar un vistazo a lo que cobran jugadoras como Breanna Stewart (175.000 dólares), A'ja Wilson (202.155) o Jackie Young, la jugadora mejor pagada de la liga con un salario de 252.000 dólares por seis meses de competición. Es decir una cuarta parte de lo que va a cobrar Cambage en China por el doble de tiempo trabajado.
La australiana siempre ha demostrado no tener pelos en la lengua para criticar las dificultades que tienen que superar las jugadoras de la WNBA, como son los viajes en vuelos regulares. "Y todos pensáis que voy a seguir pagando de mi bolsillo la subida de clase en los vuelos para ir a los partidos", ironizaba hace dos años sobre la política de viajes de la liga estadounidense.
Problemas raciales con la selección australiana
Pero la pívot, cuatro veces 'all star' en la WNBA, no sólo ha entrado en polémicas con la liga estadounidense. Antes de apartarse momentáneamente del baloncesto y dedicarse a Only Fans, Cambage hizo correr ríos de tinta por una presunta polémica racial antes de los Juegos de Tokio. En un primer momento Cambage aseguró que no acudió por problemas de salud mental ("Puedo enseñar los mensajes con la seleccionadora", aseguró en 2022) pero poco después salieron a la luz acusaciones en las que se tachaba a la pívot de comportamiento racista en un duelo ante Nigeria. La jugadora negó que hubiera utilizado llamado "monos" a sus rivales, aunque más tarde su ex capitana Jenna O'Hea confirmó la veracidad de dichos insultos: "Es totalmente cierto", señaló O'Hea.
Dos años antes en 2020 se negó a participar en la burbuja de la WNBA en Orlando ya que estar encerrada le provocaba ataques de pánico y además, le aterraba poder contagiarse de Covid. La center australiana es conocida por su mal comportamiento en las pistas. Son varias las peleas que ha tenido a lo largo de su carrera, originando tanganas por acciones puntuales de los partidos como demostró en el Mundial de Tenerife de 2018, cuando se convirtió en el centro de las iras del público por su actitud.
Bullying por su estatura
La jugadora siempre ha confesado que su salud mental no ha sido buena y estas acciones son fruto de su inestabilidad. "Tomo medicación por mi salud mental. Soy uno de los muchos millones de personas en el mundo que se medica para intentar ayudar con la depresión y la ansiedad. Llevo tomando esas medicinas durante años. Me hacen sentir una versión más sana y libre de mí misma", apuntaba en una entrevista en The Player's Tribune en 2016.
"Sé que la gente parece preparada para hablar de salud mental pero, ¿De verdad lo está? ¿Está preparada para hablar de cómo, a los 15 años, empecé a emborracharme hasta perder el conocimiento? ¿Cómo me despertaba con un vial en el brazo después de un fin de semana de fiesta y no era capaz de recordar nada?", recordaba la jugadora que reconoció haber sufrido bullying en el colegio por su estatura. Una jugadora diferente que ha marcado una era tanto dentro como fuera de la cancha.