BCL | LENOVO TENERIFE 75 - UNICAJA 80

Kendrick Perry, el base que quiso dejar el baloncesto y ahora es MVP con Unicaja

El jugador estadounidense con pasaporte montenegrino se ha alzado como el mejor jugador de la Final Four de la Basketball Champions League.

Kendrick Perry posa con el MVP de la Final Four de la BCL. /BCL
Kendrick Perry posa con el MVP de la Final Four de la BCL. BCL
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Cuando terminó el partido, con lágrimas en los ojos, reconocía que Málaga se había convertido, de verdad, en su casa. "Hace unos años pensaba en dejar el baloncesto y ahora soy campeón", admitía tras la victoria ante Lenovo Tenerife (75-80). Y es que lo de Kendrick Perry (Florida, 1992) es de esas historias que pudieron terminar antes de lo previsto, pero que al final no lo hizo y hoy ha confirmado que, por difícil que fuese, tomó el camino correcto. Porque el base estadounidense, con pasaporte montenegrino, ese que se ha ganado el corazón de los malagueños, al igual que Málaga es ya parte del suyo, se ha alzado con el MVP de la final de la Basketball Champions League (BCL).

Lo suyo es de esas carreras llenas de trabajo, trabajo y más trabajo en las que la suerte no terminaba de acompañarle. Entonces, llegó la llamada de la que es su casa (y lo será, como mínimo, hasta 2025) y de un Ibon Navarro que ha sabido sacar lo mejor de él. Que ha sabido exprimir, en el buen sentido, a ese base explosivo y eléctrico, capaz de cualquier cosa en un partido, como ya ha demostrado.

Kendrick Perry ha sido capaz de liderar la anotación de Unicaja en esta final cuando su equipo más lo necesitaba, sobre todo en la recta final. Que ha sido capaz de mantener el temple y la paciencia necesaria para no cometer errores ni precipitarse. Que ha sabido medir los tiempos en los momentos más complicados. Y que ha sido el mejor de cara a aro con 17 puntos, entre ellos dos triples con los que, sin duda, se ha desquitado de lo que ocurrió hace un año.

Porque cuando Málaga acogió la Final Four de la BCL en 2023, Unicaja se quedó a las puertas de la final. Y él fue quien tuvo ese triple que hubiera metido a los suyos en esa ansiada cita que finalmente no pudieron disputar. Pero a la segunda, fue la vencida. Y si ya en la semifinal ante UCAM Murcia se implicó al máximo, su aparición en esta final, más concretamente en el último cuarto, fue diferencial.

Si la corona de la BCL de por sí ya sabía bien, que a ella se le una el MVP de la Final Four de Belgrado, hace que sepa aún mejor. Porque es el premio al trabajo, a la constancia, a la resiliencia y el claro ejemplo de que, desde luego, tomó la decisión correcta al decidirse por seguir intentándolo y no dejar el baloncesto.