OPINIÓN

Ba-lon-ces-to fe-me-ni-no

Vista del Príncipe Felipe totalmente lleno para la final de la Copa de la Reina 2023. /FEB
Vista del Príncipe Felipe totalmente lleno para la final de la Copa de la Reina 2023. FEB

Zaragoza tiene algo especial. Un idilio con el baloncesto femenino que es la envidia de muchos y el ejemplo para todos. Y si había alguna duda al respecto, durante la Copa de la Reina 2023, se ha terminado por confirmar. Récord tras récord. Pese a la lluvia, pese al viento. El ambiente que ha tenido la ciudad estos cuatro días de competición ha sido inigualable. Y si uno ya se va a lo vivido dentro del pabellón Príncipe Felipe… faltan los calificativos. ¿O acaso meter a 10.800 personas en la grada no es una locura? Bendita locura esta del deporte de las manos. Y lo mejor de todo: del deporte de las manos FEMENINO. Porque sí, las mujeres han demostrado que ellas también son capaces de llenar pabellones, de demostrar nivel y calidad y de poner una emoción desmesurada en uno de los torneos más bonitos que existen en la actualidad.

Casademont Zaragoza, campeón de una Copa histórica. EDICIÓN DE VÍDEO: LAURA ROMÁN

"La mejor Copa hasta la fecha". La frase se ha leído y repetido durante estos días hasta la saciedad. En los corrillos de gente que sabe de esto, en las retransmisiones, en la plaza virtual del pueblo (Twitter), entre la afición… Lo cierto es que la Copa de la Reina de Zaragoza 2023 va a marcar un antes y un después. Desde que se adaptó este formato de competición, en la temporada 2018-2019, el torneo ha ido evolucionando a pasos agigantados. Pero con su llegada este 2023 a Zaragoza se ha consagrado para dar una visibilidad hasta ahora no vista y un impulso necesario y valedor para los muchos retos que aún quedan por conseguir. Vayamos por partes.

Hace años que el baloncesto femenino trata de reivindicar su sitio dentro del deporte. Es la modalidad deportiva que siempre ha sido líder en licencias femeninas desde que se dieron datos, en el año 2009, de la Estadística de Deporte Federado del Consejo Superior de Deportes. Qué cosas tiene esto del deporte… El baloncesto femenino, con 31.000 licencias más que el fútbol femenino, todavía tiene envidia del deporte rey en algunas cosas. Como por ejemplo la profesionalización. Mientras que en fútbol las jugadoras se unieron para reivindicar algo que poco a poco se va consiguiendo, en baloncesto aún no se ha visto ese todos a una.

Precisamente, esto se lo comentaba hace un par de meses a Relevo quien este domingo levantaba la Copa de la Reina como capitana de Casademont Zaragoza, Vega Gimeno. "Hasta ahora nadie nos ha tomado en serio", sentenciaba. Y tiene razón. El baloncesto femenino era algo que estaba ahí, que sí, que era líder en licencias, pero que, como no hacía mucho ruido tampoco, pues era fácil mirar hacia otro lado. Ahora ya no. Y lo de Zaragoza lo confirma.

Si en Liga Femenina Endesa ya había ocasiones en las que la Marea Roja había llenado 4.500 localidades, durante la Copa todo se incrementó. Y sí, también se han visto con el Estudiantes en el WiZink o con Valencia Basket en la Fonteta, pero ahora es Zaragoza el que nos viene como mejor ejemplo por haber sido sede del torneo copero.

El jueves, día laborable, había más de 5.000 personas en el pabellón, llegando hasta las 8.000 al igual que el viernes. El sábado, en semifinales se batió el primer récord de una Copa de la Reina: más de 8.800. Pero es que en la final se pulverizó absolutamente todo. Las 10.800 localidades que tiene el Príncipe Felipe se llenaron para vivir lo que fue una fiesta del baloncesto. Y la realidad es que todo salió de cara para que aquel ambiente se trasladara también fuera del pabellón.

La victoria del anfitrión hizo que las calles de Zaragoza estuvieran repletas durante horas. Y hasta las jugadoras se sumaron a la fiesta.

La comunión entre baloncesto y afición en la ciudad maña es perfecta. Lo hemos visto todos y lo fueron reconociendo entrenadores y jugadoras que pasaban por la zona mixta o la sala del prensa del Príncipe Felipe. Y por eso, es un ejemplo de que si las cosas se hacen bien y se cuida el producto, este vende. Porque sí, el baloncesto femenino vende, pero hay que cuidarlo como se hace allí, donde la televisión autonómica retransmite los partidos y los medios de comunicación hacen un seguimiento prácticamente diario de las de Carlos Cantero.

Desde la Federación Española de Baloncesto (FEB) poco a poco se van dando pasos -la realidad es que el nivel ha ido a mejor durante los últimos años, no lo podemos negar-, pero aún queda mucho por hacer. A mayor impulso, mayor nivel, más calidad y más repercusión. Apostar de verdad por la máxima competición del baloncesto femenino es síntoma de éxito. Como lo ha sido la Copa de la Reina 2023 de Zaragoza. Como dice la mítica frase de Pepu Hernández, que de esto sabe un rato: "Ba-lon-ces-to fe-me-ni-no".