Una 'Carrera' hacia la final a ritmo de triples para Valencia Basket

Velocidad, mucha defensa y contundencia desde el tiro de tres. Valencia Basket ha firmado un partido redondo de principio a fin ante Movistar Estudiantes (77-50) para meterse en la final de la Copa de la Reina de Huelva. Un duelo al que pocos peros se le pueden poner al equipo taronja, que batió su récord de triples a nivel nacional -anotó 12 y en Liga Femenina Endesa su máximo había sido 11- y que, cómo no, dedicó la victoria a una Raquel Carrera que, pese a su grave lesión -se rompió el cruzado en el primer partido del torneo- no se quiso perder la cita y estuvo junto a sus compañeras.

'Ánimo, Raquel', se leía en las camisetas con las que el equipo taronja saltaron a calentar al parqué del Palacio de Deportes Carolina Marín. Y lo cierto es que finalmente fue la propia Carrera la que terminó animando a sus compañeras y trasladándole esa energía que ella siempre muestra a la hora de jugar, como reconoció la propia Leticia Romero tras la victoria: "Estamos contentas con cómo el equipo ha reaccionado, lo de Raquel nos ha dado mucha fuerza para luchar aquí por ella", dijo. Y así se vio.

Movistar Estudiantes lo intentó, en la que era la primera semifinal de su historia, pero nada pudo hacer ante un Valencia Basket que fue superior de principio a fin. Las taronja ya están en la final para pelear por el único título que le falta en su palmarés: la Copa de la Reina.

Nada más que con ver el resultado, 24-6, ya queda claro que lo del primer cuarto de Valencia Basket ha sido de otro nivel. Las de Rubén Burgos han firmado unos primeros diez minutos prácticamente de matrícula, con nada más y nada menos que seis triples. Y sí, teniendo en cuenta que el equipo taronja anota una media de 6,5 tiros de tres por partido, que haya anotado tanto del exterior durante el primer cuarto, ya habla por sí solo. La defensa que han firmado ha sido sobresaliente todo el partido, pero en el primer cuarto ha sido superlativa. Tanto que han dejado al Movistar Estudiantes en sólo seis puntos -más allá de la falta de acierto del equipo colegial-; la capacidad de aprovechar los errores ha sido excelsa; y la forma de mover el balón, de jugar rápido y de generar esa intimidación que incluso hizo confundirse a su rival -basta con ver ese ataque en el que Estudiantes colapsó y mientras unas defendían en zona otras hacían lo contrario- son muestra de que, como se vaticinaba, Valencia Basket puede ser capaz de cualquier cosa. Diez minutos para enmarcar, sin duda, del conjunto taronja.

Ha sido la primera semifinal de su historia y quizá eso le ha pesado demasiado. El Movistar Estudiantes no llegó a sentirse cómodo en el duelo ante un Valencia Basket que fue de otro nivel. Pero, aun así, las de David Gallego siguieron peleando por más que el marcador estuviese por encima de los 20 puntos de diferencia o de que vieran que el quipo taronja llegase a absolutamente todo. El impulso y energía de Gracia Alonso de Armiño fue clave, ya que la ala-pívot fue la más lúcida de las suyas. Finalmente no hubo opción a premio para el equipo colegial, pero a sabiendas de lo dura que es la Copa y más ante un rival como Valencia, el recuerdo de haber jugado su primera semifinal ya es un premio.

Inteligencia, lectura impecable del juego, excelsa manejadora de los tiempos, paciente para marcar muy bien los pasos, con una verticalidad enorme y, además, con una muñeca capaz de enchufarla desde la media distancia como si no le costase trabajo y hasta desde el triple. Leti Romero es de esas jugadoras que suman. Y en esta semifinal de Copa de la Reina ante Movistar Estudiantes lo ha dejado claro. Por toda esa lucha incansable de la jugadora taronja, mi fondo de pantalla va para ella.

Perfectamente podría ser un 'Me reafirmo', pero es que poco se habla del impresionante estado de forma en el que está Queralt Casas. La escolta es capaz de manejar el juego y repartirlo como una base, de defender como si jugase en un puesto interior, de leer las jugadas de una forma superlativa, de robar la bola de tal modo que hasta parece algo fácil y de poner esa inteligencia que hace subir el IQ de su equipo. La regularidad que ha alcanzado Queralt Casas esta temporada es para levantarse y aplaudir. Y poco se habla de lo necesaria que es una jugadora como ella en cualquier equipo.

Da igual que el partido no vaya como se espera, que su equipo vaya 20 abajo o que las cosas no salgan bien. Ahí siempre va a seguir animando la afición de Movistar Estudiantes, levantándose para celebrar cada canasta y peleando desde la grada cualquier acción. La energía que enchufa la grada a su equipo es digno de aplaudir y así se ha visto también en esta Copa.