PERFUMERÍAS AVENIDA - MOVISTAR ESTUDIANTES

Juana Camilión, la plata olímpica forjada en EEUU que logró un hito del 3x3 y ahora quiere otro con Movistar Estudiantes: "Los Juegos son el sueño de todo deportista, pero ahora ojalá ganar la Copa"

La base mallorquina revive en Relevo la plata en los Juegos, su trayectoria y cuenta lo que espera del torneo del K.O. en Zaragoza.

Juana Camilión, esta temporada en un partido de Liga Femenina Endesa. /MOVISTAR ESTUDIANTES
Juana Camilión, esta temporada en un partido de Liga Femenina Endesa. MOVISTAR ESTUDIANTES
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Dado el año que lleva, seguramente a estas alturas, Juana Camilión (Mar del Plata, 1999) no necesite presentación. Porque esta mallorquina nacida en Argentina es una de las cuatro artífices de un hito para el baloncesto español. Esa histórica plata en los Juegos Olímpicos de París en la modalidad de 3x3 que fue un sueño del que todavía no se despierta. "No lo voy a superar en la vida", confiesa con una sonrisa de oreja a oreja. Pero si algo ha dejado claro, es que lo impensable también se puede conseguir. De ahí que, aunque sea cambiando la mentalidad al 5x5, lo de soñar con levantar la Copa de la Reina con el Movistar Estudiantes no sea nada descabellado.

"Si podemos dar la sorpresa, mejor", cuenta la base en una videollamada con Relevo, en la que repasa cómo fueron sus inicios, su etapa al otro lado del charco, su salto al 3x3 y su etapa en el conjunto colegial con el que quiere levantar el trofeo como regalo de cumpleaños. Que por algo le toca celebrar el sábado los 26 años... ¡junto a otras dos jugadoras del Movistar Estudiantes! "Isa Latorre, Liliana Banaszak y yo cumplimos el mismo día, así que qué mejor celebración...", dice. Y desde luego que visto lo visto, si alguien ha dejado claro que todo es posible es ella.

Juana Camilión sobre lo que fue colgarse la plata olímpica. EDICIÓN: ALEJANDRO MORÁN

Quinta participación consecutiva del Movistar Estudiantes en la Copa y segunda para ti a título personal. ¿Pensáis mucho en lo difícil que realmente es eso?

No es fácil, es complicado. Las que han estado antes que yo, porque para mí es la segunda consecutiva, han hecho un buen trabajo y la verdad es que ahora nosotras llegamos con muy buen ritmo. Llevamos tres victorias consecutivas, la última contra un grande que fue Valencia en su casa, así que obviamente vamos con una motivación extra, pero conscientes de que en la Copa todo el mundo va a morder, va a full. Los cuatro equipos "grandes" quieren demostrar por qué lo son y los cuatro que somos más "pequeños" queremos demostrar que podemos luchar contra los grandes. Entonces vamos con mucha ilusión. Al final en el equipo tenemos a varias jugadoras que va a ser su primera Copa de la Reina, así que vamos con ganas de pasarlo bien y si podemos dar la sorpresa, mejor.

¿Cómo le habéis explicado a esas jugadoras que se estrenan en el torneo lo que se vive y significa?

En nuestro caso, menos Isa Latorre, las jugadoras que somos españolas sí que hemos vivido ya alguna Copa y no hemos parado de hablar de que teníamos la Copa desde hace un mes. Entonces ya es como que las extranjeras han visto que tenemos ilusión, que es especial y se han contagiado un poco y también están muy preparadas y con muchas ganas de vivirlo. Obviamente no van a saber lo que es hasta que lleguemos allí, pero todas han jugado sus campeonatos con selecciones: europeos, lo que sea, están preparadas para un gran estadio… Así que con muchas ganas de pasarlo bien.

Sobre todo porque es el torneo de las sorpresas…

Claro. Es que no solo nosotras, por ejemplo, sino que en Liga Valencia también perdió contra IDK allí en San Sebastián. O sea que al final los equipos grandes también pierden o han perdido, por lo que aquí puede pasar cualquier cosa. Ellos tienen que estar preparados porque venimos nosotras y nosotras también tenemos que estar preparadas de que van a dar su mejor nivel. Así que vamos con ese extra de motivación siempre. Ser las 'underdogs' a mí siempre me ha encantado, así que yo encantada de donde estamos.

¿Cómo se prepara esto a nivel mental cuando, en vuestro caso, habéis perdido en Liga los dos partidos contra Perfumerías Avenida?

Nosotras hemos perdido dos veces contra ellas, pero las dos veces hemos tenido la sensación de que no hemos dado todo, de que nos ha faltado un poco, estar un poco más concentradas. Entonces esta es otra oportunidad para demostrarnos que podemos, que queremos ganarles y que vamos a intentarlo todo, por todos los medios. Que no se lo vamos a poner fácil, obviamente, al final los equipos que tengan que luchar contra nosotras tienen que saber que va a ser duro, que va a ser físico y ahí vamos a estar preparadas.

Esto es algo que habéis demostrado muchas veces, una de ellas en el ya mítico partido del Movistar Arena en el que se batió el récord de asistencia en un partido de baloncesto femenino en España. ¿Cómo viviste tú aquello?

Obviamente sentimos un orgullo increíble, porque es que fueron 13:481 personas que vinieron a ver baloncesto femenino… Primero de todo, a vernos a nosotras jugar, porque podría haber sido contra Valencia, por ejemplo, que a lo mejor llama más la atención, pero éramos notros contra el Jairis y ver toda la gente que se movió, todas las niñas, niños también… Era un orgullo estar mirando alrededor y ver a tanta gente que se lo estaba pasando bien, porque al final fue un partido divertido también, pues intentamos conectar con ellos, ellos con nosotras… Lo único que podía hacer después era dar las gracias. Me hubiera encantado ir uno por uno y darlas, pero no se puedo. Pero al final siempre súper agradecidas de que apareciese tanta gente y demostrando que el baloncesto femenino sí que mueve gente. Y ahí estuvimos nosotras haciendo historia.

Lo de hacer historia parece que ya va ligado a tu nombre… ¿Te crees ya lo que lograste en verano con esa plata olímpica en el 3x3?

Creo que todavía no, no lo voy a superar en la vida. Es algo que pasó tan rápido también… Porque fue: clasificarnos en mayo, luego empezamos entrevistas por aquí, entrevistas por allí, torneo, prepárate, concentración, otro torneo y los Juegos. Y ahí: un partido, otro, otro… y de repente: medalla. Era como, ¿qué acaba de pasar? Y después de ahí directamente conectar con el 5x5, así que al final no ha dado tiempo a procesarlo en sí. La tengo ahí delante y es como… increíble. Es algo de lo que estoy muy orgullosa yo de mí, personalmente, por todo lo que ha traído, lo que ha conllevado ganar esa medalla. Es increíble. No tengo palabras para describirlo porque es impresionante.

¿Cómo has visto el impulso que ha tenido el 3x3 a raíz de eso?

Está teniendo muchísimo. Hay mucha gente interesada. Gente que nunca ha jugado o visto baloncesto y nos decía que le había encantado, que cuándo volvíamos a jugar, que querían seguir viéndonos… O gente que ha empezado a practicarlo ahora con sus amigos en la calle. Empresas contactando con equipos que ya hay en España para hacerles de sponsor, para promocionar el 3x3… La cantidad de torneos nuevos que han salido, en Bilbao, por ejemplo, con Gracia Alonso de Armiño… Han salido muchas cosas hasta el punto de que nosotras no podemos ir ya a todas, pero la cantidad de gente que se está interesando o que quiere impulsar también el 3x3 a raíz de nosotras es un orgullo haber formado parte de eso y ayudar a potenciarlo. Nosotras somos el inicio y de aquí que vaya para arriba y que duerme todos los años posibles. Nosotras haremos todo lo posible por seguir manteniéndolo ahí, representándolo.

Al hilo de lo que comentabas sobre lo rápido que va todo… ¿Cómo se hace ese cambio de chip de pasar del 5x5 al 3x3 y viceversa?

Te toca hacerlo porque no te queda de otra. Ahora, por ejemplo, nuestras temporadas duran 12 meses. Al final estamos 9 meses con el 5x5 y tres con el 3x3. Es más fácil cambiar de 5x5 a 3x3 que de 3x3 a 5x5 porque al final cuando pasas al 5x5 tienes que correr la pista entera, defender 40 minutos… ¡Se te hacen eternos los partidos! Es increíble. Y la adaptación al final te obliga a hacerlo porque el 5x5 es nuestro trabajo, no te queda de otra. Aunque es cierto que yo me lo paso bien en ambos y eso hace todo más fácil.

¿Y cómo llevas a nivel mental eso de no tener prácticamente vacaciones con lo que eso conlleva?

Yo personalmente he hablado un par de veces con un psicólogo, obviamente se hace duro. Si te pones a pensar en todo lo que no hemos podido hacer… O en que no hemos parado, obviamente se hace más pesado. Pero eso pasa con todo. Creo que cualquier persona se pone a pensar en todas las cosas malas que han pasado en el día y se acaba amargando, pues es lo mismo. Yo, por ejemplo, estoy compartiendo piso y entonces hablamos mucho y se hace más llevadero, pero sí que es verdad que si te pones a pensar dices: no he parado en dos años… Entonces ya vas en automático. Pero sí que es muy importante tener tu tiempo libre para descansar la mente, distraerte un poco… También es importante la alimentación, que estés bien físicamente y mentalmente, porque todo va en conjunto.

Si echas la vista atrás y ves a esa Juana que cogió por primera vez un balón de baloncesto y repasas todo lo que has conseguido hasta ahora, ¿qué piensas? ¿Le dirías algo?

Diría que soñar es gratis, porque esa Juana no se lo creería. Es que no estaba en mis planes para nada. Todo lo que ha pasado este año es inimaginable, es un año de sueño, por así decirlo. Pero a esa Juana realmente no le diría nada. Porque yo empecé y me lo pasaba bien, me divertía, jugaba con mis amigas en el colegio, con las de mi equipo, y era para pasármelo bien y sigo haciendo lo mismo. Sigo pasándomelo igual de bien en la pista, divirtiéndome y olvidándome de todo. Solo jugando. Eso me ha llevado a donde estoy ahora. Entonces le diría que ni se preocupe, que siga disfrutando y que ya llegará lo que tenga que llegar. Que da igual. Que tampoco hay que obsesionarse mucho, sino pasárselo bien que es lo más importante.

Pero, ¿esa Juana no tenía claro que quería ser jugadora de baloncesto?

Qué va, para nada. Cuando empecé en baloncesto hacía cinco deportes a la vez porque no sabía qué me gustaba más. Luego me decidí para baloncesto. De repente, con 18 años me llegó la oportunidad de irme a Picken Claret, luego a Estados Unidos… y sí que es verdad que en EE. UU., el segundo o tercer año, ya fue como: vale, acabo la carrera, ¿qué quiero hacer? Y fue como: trabajar no quiero, no quiero ponerme a eso de estar sentada en una oficina. No me apetecía. Y entonces veía que me lo pasaba bien jugando a baloncesto. Me lo empecé a tomar un poco más en serio, a preocuparme más físicamente, a comer un poco mejor… Y realmente no fue hasta los 20 cuando decidí en sí que me iba a dedicar a esto. Pero jamás me imaginé que iba a llegar aquí. Sabía que quería intentarlo. Cuando salí de EE. UU. quería intentar jugar en Liga Femenina Endesa, pero yo no sabía si tenía el nivel. Quería probar y ver si iba bien y si no, pues me iba a Liga Challenge o Liga 2, porque con eso yo iba a estar feliz. Y al final he tenido la suerte de que cuando fiché por Movistar Estudiantes encajé bien en la liga, en el equipo, en todo. Y luego ya me llegó el 3x3.

Juana Camilión sobre su experiencia en EE. UU. EDICIÓN: ALEJANDRO MORÁN

¿Es tan heavy como parece desde fuera lo que se vive a nivel de formación deportiva en EE. UU.?

Todo lo que rodea al deporte en general, no solo al baloncesto, pero yo hablo de la parte de baloncesto, por experiencia, es que no existe en otro lado que no sea en Estados Unidos. Incluso una división 2 tiene a lo mejor mejores instalaciones, mucho más cuidado de todo lo que rodea a eso, que en equipos de aquí, de la Liga Femenina o de Liga Femenina 2, o Liga Challenge. Es que no te lo puedo explicar, porque es otro mundo, es por y para baloncesto. Y yo creo que por eso también decidí dedicarme a esto, porque me encantaba el estar rodeada, el poder ir a tirar cuando yo quería o hablar con mi entrenador y decir: oye, hacemos un entreno de media hora, fácil, tal. Y me lo hacía. No tenía que contratar a alguien para hacerlo. Si quería hablar con un nutricionista, con un psicólogo deportivo, también había ahí era gratis. Los partidos nos preparaban todo, nos lavaban la ropa, nos la traían… Todo era por y para baloncesto y para que estemos más cómodas. Que habrá casos que no, habrá universidades que serán peores, pero la mía tampoco era de las más grandes, era una mediana. Y es que no se compara ni con estar en Estudiantes. Es otro mundo. Yo a todas las niñas siempre les digo que si quieren, que vayan a probarlo. No es para todo el mundo, porque al final también es duro. Allí es otra mentalidad totalmente diferente de lo que es el baloncesto FIBA, diferentes reglas… Pero que yo siempre les digo que vayan y lo prueben, que vivan esa experiencia y que si no les gusta, que no pasa nada, se pueden volver perfectamente.

Y hablando de experiencias, aunque ya tengas la medalla olímpica, ¿qué más te gustaría vivir?

Uf, cuesta porque al final eso es a lo que aspira cualquier deportista. El sueño es llegar a las Olimpiadas, pero sabiendo que es muy muy muy complicado. Y el hecho de yo haberlo vivido, no sólo el estar ahí, sino haber ganado una medalla… Es que no sabría decirte. Lo único que puedo decir es seguir disfrutando del baloncesto, poder llegar a jugar muchísimos torneos más de 3x3 y muchísimos más años aquí. Y si puedo, oye, por ser cercano, te diría que ojalá ganar una Copa de la Reina.