COPA DE LA REINA

Un pasodoble, Romay como maestro de ceremonias y "una fiesta que muestra los valores del baloncesto" llevan la Copa de la Reina a otro nivel

El encuentro de las aficiones tiñe de color el centro de Zaragoza y se estrena como todo un éxito.

Iturriaga, Leo Rodríguez, Romay y Vega Gimeno en el encuentro de las aficiones. /FEB
Iturriaga, Leo Rodríguez, Romay y Vega Gimeno en el encuentro de las aficiones. FEB
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Zaragoza.- "Baloncesto... ¡femenino!", en bucle. Eso se escuchaba si uno se daba una vuelta esta mañana por el centro de Zaragoza en el que ha sido el primer encuentro de las aficiones de una Copa de la Reina y la experiencia no ha podido ser mejor. Porque si algo tiene el baloncesto es que trasciende mucho más allá de lo que ocurre dentro de los pabellones. Y en eso no hay distinción ni de masculino ni de femenino.

Si no, que le preguntasen a Fernando Romay que no dudó en ser el maestro de ceremonias y para animar esa fiesta, coger el micro... y hasta el micro de Relevo. "Es la primera vez que se hace y es para demostrar que somos 'muchos pocos' que juntos, somos muchos. Tenemos un gran pasado, pero sobre todo un gran presente y futuro. Esto es diversión", decía la leyenda y no se equivocaba.

Los bailes en la fiesta de las aficiones. NOELIA GÓMEZ MIRA

Porque si algo quedó claro es que allí la fiesta estaba asegurada desde pequeños a mayores. Con música, cánticos, buen ambiente y hasta bailes. Y bastó con ver ese pasodoble que se marcaron por parejas Romay y Vega Gimeno, por un lado, y Juanma López Iturriaga y Leo Rodríguez, por otro. Dos duplas de leyendas del deporte de las manos que demostraron lo importante que es esa unión que hay dentro del baloncesto.

De ahí, que los cuatro fueran aclamados con cánticos y peticiones de fotos y autógrafos entre los aficionados de absolutamente todos los equipos. Porque eso es, precisamente, la filosofía del encuentro de las aficiones: el hermanamiento entre absolutamente todo el mundo.

Fernando Romay, maestro de ceremonias. NOELIA GÓMEZ MIRA

"Es increíble. Creo que es necesario porque al final, la Copa de la Reina aparte de los partidos son las aficiones, los valores del baloncesto y dentro de eso lo más importante es el pasárselo bien el día a día", reconocía la mítica Leo Rodríguez a Relevo, mientras era aclamada para hacerse mil y una fotos con niños y mayores.

"El objetivo de esto es pasárselo bien. Hay que venir para eso: para los partidos, pero a pasárselo bien para que esto sea una fiesta", decía por su parte Vega Gimeno, embajadora de lujo de Zaragoza gracias a su reciente paso por el club maño antes de retirarse del baloncesto 5x5 y centrarse en el 3x3.

Vega Gimeno y Leo Rodríguez en la fiesta de las aficiones. NOELIA GÓMEZ MIRA

Y sin duda, el objetivo se cumplió. Porque la diversión estuvo asegurada durante toda la mañana antes de pasar a esas semifinales en el pabellón Príncipe Felipe para las que, por cierto, se colgó el cartel de sold out. Un acierto absoluto que lleva la Copa de la Reina a otra dimensión y demuestra que el baloncesto femenino sigue creciendo a pasos agigantados.