Un "viva el baloncesto femenino" levanta la fiesta en la Copa de la Reina de Zaragoza

Zaragoza.- Cuatro de la tarde, explanada del pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Camisetas del Perfumerías Avenida y el Movistar Estudiantes llenan de azul y negro una plaza en la que, cómo no, el color que predomina es el rojo por esa marea local que a más de cuatro horas del debut del Casademont Zaragoza ya inunda la zona. Algo que realmente no sorprende después de lo ya vivido en la cita del 2023. "Viva el baloncesto femenino", grita una aficionada del equipo maño, desplazada desde Barcelona para la gran cita, mientras los bailes, los brindis y la fiesta son los grandes protagonistas de la previa.

Si algo ha dejado claro Zaragoza, sobre todo en los últimos años, es que es una ciudad de baloncesto… sobre todo, femenino. Y esta nueva edición de la Copa de la Reina, que este jueves ya evidenció por qué es el torneo de las sorpresas, lo ha vuelto a confirmar. Más que nada porque si uno se da una vuelta por la zona aledaña al Pabellón Príncipe de Felipe comprueba cómo en cualquier calle se respira sí o sí ese aroma que deja la pelota naranja y, más concretamente, un evento global como este, en el que, para la ciudad que acoge la Copa otra vez, es uno de sus días grandes.

A las ocho de la tarde, el equipo anfitrión, Casademont Zaragoza, debuta en la que es 'su' Copa y en la que aspira, ya no sólo a disputar su tercera final consecutiva, sino a recuperar esa corona que el año pasado le arrebató Valencia Basket.

Y lo cierto es que la afición mañana ya lleva dos días haciéndose notar en su casa. Porque si de algo tenía ganas Zaragoza era de que este evento volviese y poder disfrutar de lo que es la gran fiesta del baloncesto, otra vez en casa. Y, cómo no, ahora lo que buscan es llegar a la final para levantar esa Copa que ya está en juego.