La conversación con Andrés Feliz y la orden a Hugo González que mostraron a Mario Hezonja como nuevo colíder del Real Madrid: "Somos un equipo, pero sin él no sería posible"
El croata ha dado un paso más de madurez y se afianza dentro del vestuario como un jugador clave. Gracias a él, los blancos están en semis de la Copa.

Gran Canaria.- Primer cuarto del partido ante el BAXI Manresa. Chus Mateo da entrada a Mario Hezonja a la par que a Andrés Feliz formando así a ambos como pareja para prácticamente todo el partido. La necesidad del Real Madrid de equilibrar sus quintetos para que no haya esa diferencia vista con anterioridad respecto al titular y el que sale desde el banquillo. Entonces hay un momento en el que se ve al croata 'regañar' al base y explicarle los motivos. Algo que luego repite durante un tiempo muerto en el segundo cuarto. Esa charla fue un ejemplo de lo que ya es Mario Hezonja: un líder dentro del vestuario del Real Madrid que ha demostrado ser capaz de "madurar", como decía Chus Mateo, para guiar a los blancos hasta las semifinales de la Copa del Rey.
La confianza que tiene el croata en sí mismo es descomunal. Tanto, que incluso cuando sacó ese 2+1 a 1:08 del final del tercer cuarto para romper un parcial de 8-0 del BAXI Manresa, lo dejó claro a la hora de lanzar el tiro libre. En ese momento, Hugo González se colocó en el lateral para pelear por un posible rebote, pero acto seguido se fue a campo defensivo. ¿El motivo? Hezonja le dijo que no se quedase ahí, que se fuera a defender porque el tiro libre lo iba a anotar. Y no se equivocó.
Esa solidez que está mostrando sobre el parqué y que le hizo liderar al equipo blanco para lograr el billete a semifinales (24 puntos, seis rebotes, una asistencia y un 25 de valoración) la ha conseguido gracias a su trabajo a nivel mental -"estoy practicando desde que me fui de la NBA cuando casi paré y dejo el baloncesto, es algo que me fue bien y me ayuda muchísimo", explicó-, el cual destacó Chus Mateo.
"No me gusta mucho hablar de individualidades, pero es inevitable hacerlo de Mario. Es un jugador extraordinario y a lo mejor se le sube a la cabeza (no, tranquilo, le respondió sobre la marcha el croata), pero no solo a nivel de la cancha, sino a nivel personal le tengo mucho cariño. A veces tiene un carácter efervescente, es capaz de ir madurando poco a poco y es un proceso que está haciendo con nosotros. Estoy contentísimo de que haya encontrado un sitio donde enraizar su familia y ojalá nos dé muchos valores porque lo sentimos un madridista más. Está claro que somos un equipo, pero no sería posible sin Mario Hezonja", explicó el técnico. Y no se equivoca.
Hezonja está demostrando que cada vez más se está asentando como uno de los líderes del Real Madrid. Tanto es así, que el quedarse presente durante la rueda de prensa del técnico cuando él ya había acabado su intervención es otro ejemplo de ello. Una muestra de unidad y de cierre de filas en torno a un Chus Mateo del que destaca que es "clave" para haber logrado todo lo que está haciendo. Pese a que, de momento, prefiera quitarse la etiqueta como tal de líder y dejársela solo a Sergio Llull.
"Aquí el Dios se llama Sergio Llull", decía. Aunque sí que admitió que "cuando firmas un contrato tan largo en el mejor club del mundo te viene mucha responsabilidad". "Por eso me vais a ver enfadado con Chus muchas veces porque quiero jugar 40 minutos (ríe) cada día. Pero también me han enseñado especialmente Chus, Rudy, Chacho, Sergio, que puedes liderar en un equipo de otras muchas formas. Eso estoy intentando aprender a hacer", confesó.
De hecho, lo que está logrando es reconvertirse de una manera en la que está sacando a relucir su mejor baloncesto, ganando así cada vez más peso en el vestuario. "Estoy enseñando una nueva versión, bueno, quizá no nueva, pero sí una versión que antes no podía enseñar, me siento muy cómodo y es muy fácil hablar de líder cuando ganas, pero también hay que hacerlo cuando pierdes y el equipo no está bien", dijo. Palabras que, por cierto, evidencian que, efectivamente, sí que ejerce como uno de los líderes del equipo blanco. Porque más allá de por juego -cuya ausencia es notoria y se vio la pasada semana en la Euroliga- se ha convertido en uno de los jugadores fundamentales dentro del vestuario.