OPINIÓN

Joel no se ha subido a la parra

Joel Parra durante el partido de Copa del Rey ante el Lenovo Tenerife./ACB/Emilio Cobos
Joel Parra durante el partido de Copa del Rey ante el Lenovo Tenerife. ACB/Emilio Cobos

"Joel Parra ha hecho un torneo de MVP", de este modo Txus Vidorreta, finalista de la Copa hoy con Lenovo Tenerife, reconocía el trabajo de Joel Parra durante estos días.

Parra recibió el tapón clave del partido, cuando un inesperado Tim Abromaitis aparecía como un espectro de videojuego suspendido en el aire con un salto inhumano y una verticalidad digna de estudio -en su caso, en la Universidad de Notre Dame- para taponar la última opción del jugador del Joventut de disputar la final de Copa con su equipo, ante su afición.

Pese al fracaso del último segundo, Joel acertó en llevar a cabo lo que se espera de un jugador de su nivel: ejecutó a la perfección la pizarra de Durán en la última posesión para acaparar en su figura las ilusiones de todo un Olímpic y protagonizar la entrada final. Y tanto su decisión de tiro, como su ejecución, no tuvieron ningún pero que reprocharle. Sin embargo, en la Copa siempre hay abruptos giros de guión y en lo que prometía ser la fiesta de la Penya se coló el bueno de Tim.

Así es la vida, así es el baloncesto. Parra tenía la oportunidad de jugar una final, de quizás ganarla, y con toda seguridad ser el mejor jugador del torneo. Porque lo que sucedió anoche, en un partido en el que marcó 26 puntos, 5 rebotes, con un 60% de acierto en tiros de dos, 4 de 6 en triples y 8 de 10 en tiros libres, firmando un 26 de valoración, y convirtiéndose en el quinto jugador menor de 23 años en alcanzar esa cifra de canastas encuestadas, solo ocurre con los elegidos.

Esas cifras simplemente fueron la consecución lógica del partido en el que la Penya despiezó a Baskonia el día anterior. El polifacético ala-pívot de 22 años erró el único tiro que hizo de dos, pero a cambio consiguió 15 puntos, 4 de 6 en triples, un 100% en la línea de tiro libre, 4 rebotes y 16 de valoración... y todo eso que no se ve en la estadística pero que te ayuda a ganar a un grande de Europa. Y hablamos de un baloncestista que cambió su mano de tiro a los 14 años.

El joven barcelonés consiguió el oro más increíble de la Selección española este verano. Ante las bajas y las despedidas, Scariolo decidió apostar casi sobre la bocina por la mecha del mejor jugador joven de la temporada pasada. Su actuación fue discreta, algo que se le presume a un rookie de La Familia, pero fue de menos a más y dejó entrever lo que podía aportar en el siguiente torneo. Con la medalla dorada colgada al cuello solo había una preocupación: que Joel no se subiera a la parra.

Este fin de semana Parra ha demostrado que no había por qué temer. Ha dejado de ser ese jugador 'joven' -aunque sus insultantes 22 años pretendan desmentirlo-, ya no es promesa sino confirmación, es un deportista experto, amigo de las situaciones críticas, incapaz de echarse a un lado cuando el balón arde -no tiene por qué, no sabe, el modo invisible no está configurado en su ADN-. Frente a Cazoo Baskonia y a Lenovo Tenerife, Parra fue pegamento y termómetro de su equipo. Fue también el showman que mantiene en pie a todo un pabellón acción tras acción. Es un huracán que lo revuelve todo, un diablo de Tasmania que hace del rival trizas desde cualquier distancia. Jaleaba a la grada y esta se mimetizaba con su energía, y no porque jugara de local, pues las camisetas que con sus triples se levantaban eran de todos los colores. No ha habido nada igual en esta bonita noche plagada de estrellas que es la Copa del Rey de baloncesto de Badalona.

"Ha hecho una Copa extraordinaria por su liderazgo y energía", recalcaba su entrenador tras caer eliminados. Parra interpretó el plan de Durán, recibió el asombroso tapón de Abromaitis, y con la bocina retumbando en su cabeza, se fue al banquillo a saludar uno a uno a sus compañeros. Se le vio cabizbajo pero sereno, como el que sabe que trabajando como ha hecho hasta ahora, todo le llegará. No, Joel no se ha subido a la parra, pero todos nos hemos subido a la legión de un Parra MVP que hoy faltará en la final de Copa.