El revés que cambió el sino de la Copa por el encuentro de aficiones, un "monstruo" que demuestra que el "baloncesto es un deporte especial"
Miles de aficionados se citan en el Parque San Telmo y procesionan por la calle Triana llevando a las calles la fiesta del torneo.

Gran Canaria.- Billetes comprados, estancia pagada, todo preparado… y un revés: tras 17 años peleando de forma ininterrumpida, Baskonia se quedaba fuera, por primera vez, de la Copa ACB. Algo casi impensable entonces para aquellos 400 aficionados del cuadro vitoriano que tenían todo el viaje organizado a la Copa de Gran Canaria del 2015. Un revés que acabó marcando un antes y un después, ya no sólo para ellos, sino para todo lo que engloba la Copa ACB. Porque ahora, una década después y en el mismo sitio donde todo empezó, aunque sea otra vez sin su equipo entre los ocho clasificados, se conmemora la que ya es la cita más tradicional del torneo copero: el encuentro de las aficiones. Ese que hace un año en Málaga dejó una de las imágenes más míticas en la conocida calle Larios y que ahora, en el mismo sitio en el que nació, ha celebrado su décimo aniversario y ha dejado otra estampa igual de espectacular en la calle Triana de Las Palmas.
"Este año es muy bonito porque se cumplen diez años del encuentro de aficiones que empezó aquí en 2015. Todavía me acuerdo hablando con Andoni, con Iñaki Larrea 'Lagartijo' de estar en el pabellón y decir: oye, ¿por qué no hacemos una kalejira como en las fiestas de Vitoria? Y empezamos a calentarnos y recuerdo estar en el Gran Canaria Arena y decirle a todo el mundo: mañana a la una vamos. Y estuvimos de bar en bar por Las Canteras tocando y así se creó un monstruo que ha llegado hasta el día de hoy y que ya se ve todos los años", cuenta a Relevo Walter, uno de los ideólogos de lo que hoy es "un hermanamiento de aficiones", según cuenta Nando, un seguidor de Valencia Basket.
Si uno se pasaba la mañana de este sábado por la zona del Parque San Telmo y la calle Triana, el ambiente era descomunal. "Oye, ¿es que ha ganado el Gran Canaria algo?", preguntó una señora de unos 70 años. "No, es un evento de todas las aficiones porque más allá de lo deportivo", le contesta una aficionada. Y la mujer le dice: "Pues qué bonito". Y no le falta razón. Porque fueron 15.000 personas, según cifras de la Policía Local de Las Palmas las que se dieron cita a media mañana en el centro de la ciudad.
"Creo que el baloncesto en España tiene algo especial que cuando se juntan todas las aficiones la gente se olvida del resultado y se lo pasa bien", explicaba David, seguidor del Barça, mientras que Ferran, otro culé que iba con él, añadía que "eso se demuestra cuando hay equipos no clasificados y sus aficiones vienen igual. A nivel europeo no hay otra Copa igual en Europa".
"Es muy difícil de encontrar en otros deportes lo que se vive estos días aquí", explicaba por su parte Marc Guardiola, seguidor de la Penya. Mientras que Andrea, Andreu y Gemma, seguidores del BAXI Manresa, contaban entre bailes y cánticos que "el ambiente es increíble y solo hay que ver lo que hay aquí".
"El baloncesto une a la gente, a las aficiones, da igual el equipo del que se sea. Es venir, compartir, es el momento", confesaba Dani, seguidor del Dreamland Gran Canaria. Y eso lo refrendaba algo más tarde Mario, aficionado del Real Madrid: "La verdad que lo que mola de la Copa es el buen rollo entre aficiones porque el baloncesto es un deporte que une más que separa". Y ahí está la clave de todo.