COPA DE LA REINA

De la euforia por jugarla a la ambición por ganarla: Cantero, Gimeno y la Copa de la Reina

Técnico y capitana de Casademont Zaragoza, más de una década después de conocerse, afrontan la cita más importante de sus trayectorias.

Carlos Cantero y Vega Gimeno en su partido ante Valencia Basket en la Copa. /FEB
Carlos Cantero y Vega Gimeno en su partido ante Valencia Basket en la Copa. FEB
Luis Vallejo

Luis Vallejo

Corría 2021 cuando, en pleno proceso de vuelta a la normalidad tras la pandemia, un grupo de jugadoras eufóricas celebraba en Zamora. En tiempos complicados, cada alegría había que disfrutarla. Y más, cuando esta suponía cumplir el gran objetivo de la temporada. Era la última jornada de la primera vuelta y Durán Maquinaria Ensino se hacía con la octava plaza. La que valía un billete a la Copa de la Reina. El segundo consecutivo para el club lucense en su tercera campaña seguida en Liga Femenina Endesa.

Las gallegas sostenían sus buenos resultados sobre tres vértices diferentes. La dirección de juego de Stanacev, la dupla interior formada por Vega Gimeno y Merritt Hempe, y el liderazgo de Carlos Cantero en el banquillo. Sobre estos tres puntales, Ensino se convirtió en un conjunto sólido, fiable y con una identidad marcada. Tres condiciones complicadas de cumplir para más de un proyecto de la máxima categoría nacional.

Sin embargo, todo venía de más atrás. De mucho más atrás. Porque tres de las cuatro piezas ya habían creado lazos previos que facilitarían a posteriori su unión. Con el nombramiento de Carlos Cantero como primer entrenador del equipo, el jovencísimo madrileño quiso llevarse consigo piezas de confianza. Y no había ninguna en la que confiara más que en Vega Gimeno. La valenciana, presente en Zaragoza, había conocido a Cantero en la primera fase de su trayectoria.En Madrid, con Rivas. Allí, el técnico era jugador y la experimentada ala-pívot aprendía de las mayores del equipo. Una etapa ya lejana, desde la que ambos habían vivido mil experiencias, pero que ninguno olvidaba.

A su vez, mucho más reciente en este caso, la valenciana había casado a la perfección en tierras aragonesas con Merritt Hempe. La dupla de interiores, equilibrada en cuanto a espacios usados, juego generado y personalidades, se había convertido en un seguro de vida para aquellos proyectos que buscaban la salvación. Con ellas, seguir en la Liga Femenina Endesa era mucho más sencillo y si las rodeaban bien, las aspiraciones podían ser mayores. La solidez y equilibrio que transmitían derivaban en certezas para sus equipos.

Bajo este contexto, Ensino celebraba una segunda gran temporada. Tan buena, que las ofertas no tardaron en llegar. Y Zaragoza se volvió a encontrar en el camino de Merritt Hempe y de Vega Gimeno, pero esta vez con Carlos Cantero. Los tres cruzaron la península para impulsar un proyecto nuevo, procedente de un inicio complejo, pero que llegaba con ambición a una competición sobre la que ellos habían demostrado tener conocimientos, experiencia y competitividad.

Un año más tarde, la imagen volvía a repetirse. De rojo y en Logroño, pero con los mismos protagonistas. Hempe, Gimeno y Cantero, ante las cámaras de Teledeporte, celebraban su clasificación a la Copa de la Reina. La segunda consecutiva para el tridente, la primera para Casademont Zaragoza. Todo seguía el camino establecido. La unión y complicidad eran evidentes. Esa identidad de la que disfrutaba Ensino, de una manera diferente, también estaba presente ya en la ciudad aragonesa. Casi en tiempo récord, una vez más. Reduciendo al máximo el tiempo de construcción inicial para echar a rodar con unas señas muy reconocibles.

Pasados 365 días de aquella cita copera, el técnico madrileño continúa con su pleno de presencias. En las tres temporadas en las que Cantero ha iniciado una campaña como primer entrenador, su equipo ha estado en la Copa de la Reina. Aunque, más allá de estar, la sensación es que en cada edición ha competido mejor que en la anterior, siendo las semifinales de 2023 ante Valencia Basket un golpe sobre la mesa. De Casademont Zaragoza y de Carlos Cantero, unidos por el objetivo común de poner las cosas complicadas a los tres grandes proyectos nacionales. Pero también de Vega Gimeno, quien igualaba la segunda mayor marca de triples de la historia en un partido copero ante las taronja (6).

"Cuesta clasificarse, no es fácil. Somos muchos los equipos que peleamos desde el cuarto al octavo puesto. El año pasado fue una alegría ante Promete, conseguimos sacar el partido con varias bajas y ante toda la afición desplazada. En Valencia hicimos un buen partido, pero no suficiente para ganar. Fue la primera piedra para lo de este año. (...) Hoy es uno de los días más felices de mi trayectoria", afirmaba el propio Cantero tras dar el siguiente salto.

Ya sin Merritt Hempe, ahora en Turquía pero presente en los primeros partidos de temporada, todo ha vuelto a los orígenes. A aquellos tiempos en los que el jugador madrileño, aficionado a la música, conoció a la promesa que formaba parte de la rotación de la plantilla femenina. Más de una década después, el destino los ha vuelto a juntar. Esta vez, en el primer plano nacional, como técnico y capitana. A las puertas de una final de la Copa de la Reina, con toda una ciudad detrás y con la historia ante sus ojos. Esa que se refleja en la camiseta gigante del Banco Zaragozano y el nombre de Pilar Valero, alzada en el pabellón Príncipe Felipe, con la que la leyenda ganó la Copa en 1990.