15 minutos de tensión, 450 kilómetros de distancia, un triple sobre la bocina... y cómo la derrota de la Croacia de Mario Hezonja provocó la fiesta de Dzanan Musa con Bosnia

Bocinazo final en Tuzla, Bosnia-Herzegovina. La selección bosnia, liderada por Dzanan Musa, había hecho los deberes ante Chipre de forma más que contundente (108-62). Pero para lograr la clasificación al Eurobasket todavía tenía que pasar algo más... y aunque se jugase a más de 450 kilómetros de allí, nadie se lo quiso perder. Todo el pabellón de Tuzla -incluidos los jugadores del combinado nacional de Bosnia- se quedó pegado a los dispositivos móviles. Así empezó a seguirse el Croacia - Francia. Ese partido en el que, precisamente, el brate de Musa en el Real Madrid, Mario Hezonja, lo estaba dando todo por lo suyos. Aunque esta vez ambos eran rivales en la distancia.

Bosnia necesitaba que Francia ganase el partido y todavía quedaban unos 15 minutos para saber el resultado final. Esta era la única fórmula para que el combinado nacional bosnio lograse el billete al Eurobasket. Algo que, por contra, suponía que Croacia, por primera vez en su historia, se quedara sin estar en la cita continental. Y, desde luego, que Hezonja no estaba por la labor de permitirlo.

Si ya de por sí Hezonja cuenta con una notoria carga de minutos en el Real Madrid (es el jugador blanco que más minutos acumula tanto en Euroliga como en Liga Endesa) con Croacia no iba a ser menos. ¡38:15 minutos fue lo que estuvo sobre el parqué! Una minutada en la que anotó 37 puntos, cazó 11 rebotes, dio una asistencia, robó una bola y firmó un 33 de valoración.

Pero por más que lo intentó, el juego colectivo de Francia hizo demasiado daño. Aunque el partido acabó con un triple croata sobre la bocina, le faltó otro para haber forzado una prórroga con la que seguir soñando (80-83). Y mientras el sueño croata de estar en el Eurobasket se desvanecía, en Tuzla ese pabellón donde, sin videomarcador, pero sí con móviles y radios se seguía el partido, la alegría estallaba.

Se confirmaba la noticia: Bosnia-Herzegovina y Francia eran las dos clasificadas de este grupo E para el Eurobasket, en el que ya estaba Chipre clasificada por ser anfitriona. Y entonces los jugadores no dudaban en subirse a la grada para celebrarlo y transformar, lo que ya fue una fiesta baloncestística para ellos -con el resultado cosechado unos quince minutos antes- en una auténtica celebración al completo.

El contraste que deja estas Ventanas FIBA fue ese. Mientras Musa celebraba a lo grande, su compañero de equipo se marchaba, tras un partidazo, sin el objetivo conseguido. Así es el deporte y el baloncesto.