Jaka Lakovic, arquitecto en Gran Canaria y una relación rota con Obradovic
El entrenador esloveno fue el ojito derecho del actual técnico de Partizán, con el que lleva 17 años sin hablar.

Jaka Lakovic escribió ayer su nombre entre la élite de entrenadores del baloncesto europeo. En su primer año en el Gran Canaria, club al que llevó a la Copa del Rey y a los playoffs de la Liga Endesa, ha conquistado la Eurocup, el primer título europeo de su historia. Además, el trofeo tiene premio doble ya que la próxima temporada permitirá al equipo insular disputar la Euroliga contra los grandes del viejo continente. Un premio al trabajo, como él mismo reconoció ayer tras el triunfo, y que impulsa una prometedora carrera en los banquillos que empezó a forjarse hace dos décadas.
El esloveno fue una joven promesa del baloncesto desde su adolescencia. En octubre de 2001, cuando jugaba en el modesto Novo Mesto de su país, dejó una actuación antológica en el Raimundo Saporta ante el Real Madrid, cuando firmó 38 puntos en un partido de Euroliga que se llevó su equipo contra todo pronóstico. Aquel curso despertó el interés de casi todos los grandes equipos europeos, y finalmente fue el Panathinaikos de Obradovic el que consiguió cerrar su fichaje.
El técnico serbio lo acogió bajo su paraguas y lo moldeó, le enseñó, le empezó a formar sobre lo que podría ser. Juntos estuvieron cuatro años en los que cosecharon numerosos títulos en Grecia y donde formaron una estrecha relación, hasta que en 2006 se rompió. El base hizo las maletas y firmó con el Barcelona, lo que no gustó a Obradovic, que sentía en cierto modo como el jugador le había traicionado.
"Pensó que irme del Panathinaikos fue una decisión equivocada o que yo lo hice mal", apuntó el actual preparador del Gran Canaria antes de reconocer que el trato entre ellos es inexistentes desde entonces. "Nos vimos en 2021 durante el torneo 'Pavlos Giannakopoulos' y nos intercambiamos un 'hola' y ya está", comentó.

La variedad táctica que ha mostrado este curso en el conjunto amarillo no solo la aprendió de Obradovic. Durante su extensa carrera como jugador, el esloveno ha podido aprender de algunos de los mejores técnicos del viejo continente en el siglo XXI. Atamán, ganador de las dos últimas Euroligas, Xavi Pascual o Dusko Ivanovic también han moldeado su cerebro y le han preparado para esta nueva etapa.
"Mi idea de baloncesto es siempre con una defensa agresiva, con buen rebote, siempre dándote opciones de jugar rápido. Luego en cinco contra cinco jugar en equipo. Eso significa mucho movimiento de balón y encontrar el mejor tiro. Para mí es primordial hacer un equipo que será equipo", señaló Lakovic en su presentación como entrenador de Gran Canaria.
Atado en la isla
Tras su buen paso por el Ulm alemán, el esloveno aterrizó el pasado verano en la isla para las siguientes dos temporadas. Su buen hacer en el banquillo y algunos rumores que lo situaban como posible sucesor de Jasikevicius en el Barcelona provocaron que su club se moviese rápido y le renovaron hasta junio de 2025. Todo pese a que ha sido un año complicado en lo personal por la exigencia del calendario.
"Quiero dar las gracias a la familia, a mi mujer por su comprensión. Hemos estado tanto tiempo conviviendo con la plantilla que hemos estado bastante tiempo ausentes para los nuestros. Tenemos el título que ha dado sentido a todo este sacrificio", explicó ayer tras el triunfo. Ahora podrá pasar más tiempo con ellos, pero sabe que la temporada que viene deberá afrontar el gran reto de la Euroliga, donde no le quedará otra que volver a cruzarse con Obradovic.