Un subcampeonato con honores para el Baxi Ferrol en la Eurocup Women

Cuando sonó el bocinazo final, las caras de las jugadoras del BAXI Ferrol hablaban por sí solas. Acababan de perder el título de la Eurocup Women. Ese que tras el partido de ida en tierras gallegas les hizo seguir soñando, pero que en Lille se puso cuesta arriba desde el inicio (84-70). Sin embargo, cuando las cámaras de la retransmisión enfocaron a la grada y se vio a ese grupo español que no dudó en desplazarse a tierras galas para arropar a las suyas, los rostros eran todo lo contrario. Aplausos y más aplausos, sonrisas de orgullo y admiración era lo que mostraban. Y ese era el mensaje que, sin duda alguna, deja esta Eurocup para el BAXI Ferrol. Porque aunque se queden sin el título han hecho auténtica historia.

La realidad es que el duelo se torció prácticamente desde el inicio. Porque si ya en la ida fue duro (acabaron cayendo por tres puntos y de ahí que tuviesen que ganar de +4 para alzarse con el trofeo), ese parcial francés de inicio de 7-0 ya hablaba por sí solo. Y aunque las de Lino López remaron para cerrar el cuarto sólo cinco abajo, el segundo cuarto ya fue otra historia.

El partido bajó a nivel de acierto, pero sobre todo para las ferrolanas, que sufrieron a las galas y se quedaron en sólo 12 puntos por los 19 de las locales. Algo que hizo que el Villeneuve d'Ascq LM, liderado por una excelsa Shavonte Zellous, se fuera al descanso mandando en el marcador (42-30). Y lo cierto es que aunque las gallegas tras el receso intentaron remar... el tercer cuarto apenas cambió el guion (66-50). Y aunque el último cuarto fue para las de Lino López (18-20), lideradas por una gran Julie Pospisilova (19 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 21 de valoración), la distancia cosechada en los parciales anteriores dictó sentencia (84-70).

Y ahí fue cuando se vieron esas caras largas e incluso alguna que otra lágrima, como las de Ángela Mataix, después de haber estado peleando por ese título que finalmente no llegó. Sin embargo, aunque el dolor o la frustración por perder una final permaneciese, a la hora de recoger las medallas -que entregó la presidenta de la FEB, Elisa Aguilar- todo era otra historia.

El pabellón estaba de pie aplaudiendo, liderado por ese grupo español que no dejó de animar en ningún momento (y que acabó hasta siendo ovacionado con un pasillo), y ahí sí que se vio reflejado ese orgullo por haber hecho historia. Porque eso es lo que supone esta temporada para el BAXI Ferrol, el equipo que en su debut puede presumir de haber sido subcampeón europeo. Y por eso que al final acabase siendo una fiesta también española sobre el parqué fue más que meritorio.