El currículum del Çukurova, el equipo más polémico del baloncesto femenino
El conjunto turco ha insinuado que su comida fue intoxicada en Salamanca en la previa de su estreno en Euroliga.
En menos de un año el Çukurova turco se ha ganado la etiqueta como uno de los equipos más polémicos del Viejo Continente. Sus acusaciones extradeportivas ya colocaron al conjunto otomano en el centro del huracán la pasada temporada. Y este nuevo curso lo ha comenzado de la misma manera, envuelto en escándalos e insinuaciones sobre comportamientos poco deportivos de sus rivales.
El equipo turco no esperó siquiera a que comenzara la temporada en la Euroliga para prender la chispa de la polémica. Antes de comenzar su partido frente a Perfumerías Avenida (83-66), el Çukurova emitió un comunicado en el que insinuaba que la comida de su equipo había sido intoxicada en un hotel de la ciudad charra.
— Ç.B.K Mersin (@cukurovabasket) October 26, 2022
El club turco informó antes del choque que sus jugadoras Jonquel Jones, Gamze Takmaz, Özge Yavas Ozisik, Temi Fagbenle y Goksen Fitik sufrían nauseas, fatiga y vómitos. Unos problemas que, según el propio comunicado, "están posiblemente relacionados con las comidas servidas en su hotel en Salamanca" y que "han empezado a afectar a todo el equipo conforme se acercaba la hora del partido".
La acusación del Çukurova no terminaba ahí. El equipo turco, que llegó a la ciudad española dos días antes del choque, ha solicitado a la Federación Turca que "tome las medidas necesarias para arrojar luz al asunto".
Según ha podido saber Relevo, el hotel donde se alojaba el equipo turco ya ha enviado muestras de la comida a un laboratorio para su análisis, del que todavía no hay resultados. Además, el personal del establecimiento también tomó la misma comida (dos tipos de arroz, paella, pasta, carne, verduras y pescado) y no han sufrido ninguna consecuencia física.
Viejo conocido de la afición española
El conjunto turco es un viejo conocido del baloncesto español. Ya la temporada pasada protagonizó una agria polémica con el Gernika. Todo explotó en el partido de vuelta de la eliminatoria que enfrentaba a ambos conjuntos en la Eurocup.
Por partes. El viaje del conjunto bilbaíno ya comenzó con problemas. Las jugadoras, recién salidas de una cuarentena por coronavirus, tuvieron que someterse a una PCR a su llegada a Turquía. Una prueba en la que Belén Arrojo dio positivo. La jugadora no pudo jugar a pesar de realizarse un segundo test, pero sus resultados no llegaron hasta después de la disputa del choque. Negativo, por cierto.
En la cancha sus compañeras también sufrieron un partido en extrañas circunstancias. Primero por el pabellón. El conjunto turco cambió su cancha habitual y pasó de un recinto de 7.500 espectadores a uno mucho más pequeño, con apenas 2.000 personas en la grada. Además, durante el encuentro sonaron por megafonía alarmas antiaéreas para intentar despistar a las jugadoras del cuadro bilbaíno cuando atacaban. Para colmo, el conjunto turco se mofó del Gernika por la derrota en redes sociales.
Apenas unos meses más tarde otra jugadora española también sufrió en sus propias carnes cómo se las gasta el equipo turco y su afición. En abril el Reyer Venezia de Astou Ndour se enfrentaba al Çukurova en las semifinales del segundo torneo continental. En un momento del partido la afición turca la tomó con la internacional española, que antes de lanzar un tiro libre recibió el impacto de una botella de agua lanzada desde la grada. Una imagen que volvió a hacerse viral y que se sumó al historial de polémicas de un equipo convertido en sospechoso habitual.