Una ausencia en el palco en Mónaco acabó siendo una premonición del desenlace del Barça: "Han jugado mejor que nosotros en todas las situaciones…"

Cuando acabó el partido en la Salle Gaston Medecin, el resultado reflejó perfectamente lo que fue el partido... y la serie. Porque hasta ahora, el AS Mónaco ha sido mejor que un Barça que parece haber llegado sin fuerzas ni convicción a los playoffs de la Euroliga. "Han merecido ganar el partido. Ellos han jugado físico, porque su plantilla está llena de jugadores físicos. Han jugado mejor que nosotros", reconoció el entrenador culé, Joan Peñarroya, tras perder 92-79 y encajar ese 2-0 en la eliminatoria. Pero lo cierto es que hubo un detalle durante el partido que marcó, y mucho, las sensaciones culés. Y estuvo en el palco.

Mientras que el Barça estaba en ese tira y afloja que lo mantuvo durante la primera parte en el partido -al menos, hasta ese triple de Darío Brizuela del segundo cuarto que puso el 34-32 en el marcador-, en el palco había una ausencia destacada. El embajador del Barça, Audie Norris, estaba acompañando al equipo, como también lo hacen siempre el secretario técnico, Mario Bruno Fernández, y el general manager, Juan Carlos Navarro. Pero junto a ellos, a diferencia del miércoles, cuando incluso se produjo un intercambio de camisetas entre las directivas culé y monegasca, Norris aparecía solo en su asiento, porque junto a él ya no estaba el máximo responsable de la sección de baloncesto azulgrana, Josep Cubells.

A mediodía, desde RAC1, el periodista Dani Aguilà, desplazado hasta el Principado para cubrir el duelo, ya había avisado de esta ausencia, como compartió en redes sociales. "El presidente del Barça Basket no estará hoy en el segundo partido de cuartos de final de la Euroliga ante el Mónaco. Cubells estará con el grupo de directivos en la final de Copa del Rey de fútbol entre el Barça y el Real Madrid en Sevilla", posteó.

Y esta fue la primera derrota que tuvo este viernes el equipo de baloncesto culé, cuyo máximo mandatario de la sección del deporte de las manos cambió la pelota naranja... por el balón de los pies. Una ausencia que se perdió en directo la lesión de Jan Vesely (que tras el descanso no jugó por dolor en la espalda) y que bien pudo ser la premonición de lo que fue un partido en el que los nervios volvieron a jugar en contra de los culés.

Así se vio tras el momento en el que acabaron encarándose Jabari Parker y Jordan Loyd durante el segundo cuarto, que acabó en nada después de que Petr Cornelie mediase entre ambos, tras lo que, aunque Brizuela logró poner a los culés a dos, finalmente acabó llegando la reacción monegasca y colocaron el +9 con el que se fueron al descanso.

O la casi tangana durante el tercer cuarto, con 67-53, tras una falta de Alpha Diallo sobre Kevin Punter, que llevaba al estadounidense a los tiros libres, pero que acabó con Mam Jaiteh empujando a Justin Anderson, con Blossomgame entrando a la disputa y aplaudiendo frente a la cara de Brizuela, con Strazel pidiendo cabeza a sus compañeros, con Justin Anderson empujando a Diallo delante del árbitro... y con antideportivas a Anderson y a Blossomgame y técnica a Punter y a Diallo, tras lo que el AS Mónaco terminó por sacar del todo mentalmente al Barça del partido.

Y sí, todo esto a nivel de calma y mentalidad es algo fundamental que tiene que controlar y cambiar el Barça si quiere pelear en esta eliminatoria en la que, con toda seguridad, el AS Mónaco intentará poner el 3-0 de forma directa el miércoles en el Palau. "Tenemos problemas para parar sus acciones verticales hacia canasta, por ejemplo, han tenido un 71% en tiros de dos. Si queremos volver aquí en 10 días [forzar el quinto partido], tenemos que mejorar, sobre todo, nuestra defensa. En el tercer cuarto, el AS Mónaco anotó 31 puntos. Necesitamos mejorar en el Palau, en casa. Necesitamos mejorar en defensa, si no, será muy difícil ganar a un muy buen equipo como es el Mónaco", dijo Peñarroya. Y ahí, si quieren lograr la épica, sí que necesitarán también del Palau (y de palco al completo) para sumar fuerzas y conseguirlo.