El año que cambió la vida de Chus Mateo: de las lágrimas 'por culpa' de Tavares a reinar en Europa
El técnico madrileño pasó de caminar al filo del abismo a conquistar la Euroliga y desde entonces a comandar al mejor equipo del Viejo Continente.

Berlín.- En febrero de 2023, justo después de la derrota en las semifinales de Copa ante Unicaja, el futuro de Chus Mateo al frente del Real Madrid pendía de un hilo. El 27 de abril, con 2-0 en la eliminatoria frente al Partizan y la imagen de la triste pelea en el WiZink, el técnico madrileño parecía totalmente defenestrado hasta el punto de que muchos ya veían a Sergio Scariolo en el banquillo blanco la temporada siguiente. Sin embargo, el preparador aguantó contra viento y marea y conquistó la Euroliga.
Fue en ese momento, hace justo un año, cuando comenzó a cambiar la vida de un entrenador formado en los patios de un colegio de Madrid y que en estos 365 días ha pasado de estar en la cuerda floja a consolidarse al frente del equipo blanco firmando la mejor temporada en la Euroliga y convirtiéndose en el técnico con más victorias en un año natural (74) al frente del conjunto madridista.
Cifras que le han ayudado a ganar seguridad en el banquillo, aunque como él mismo reconocía antes de volar a Berlín, apenas le ha cambiado en el terreno personal."Son experiencias que nos van moldeando a uno como entrenador y qué es posible y qué en este club, en el juego o en los campeonatos, pero a nivel personal no ha cambiado nada. Ojalá esté mucho tiempo aquí, pero sé que vine un día y me iré otro, la vida es algo más que el baloncesto".
"Ojalá esté mucho tiempo aquí, pero sé que vine un día y me iré otro, la vida es algo más que el baloncesto"
Sin embargo, para el técnico madrileño el baloncesto es buena parte de su vida. "Es un poco enfermo del baloncesto. Recuerdo cuando estábamos en Málaga y en momentos malos le decía de hacer otras cosas para desbloquearnos. Ir al cine y allí verle con el iPad al lado, mirando los partidos y los resultados", recordaba hace unos meses en Relevo Paco Aurioles, actual técnico ayudante de Unicaja y padrino de uno de los hijos del técnico madridista.
Esa pasión es la que Mateo ha sido capaz de transmitir a sus jugadores y la que le convirtió en el ojito derecho de estrellas como Edy Tavares, que hace un año en Kaunas enarboló la bandera de la defensa de su entrenador, al que incluso provocó las lágrimas. "Deberíais disculparos con él", comenzó diciendo Tavares. "Él ha sido el que ha creído en nosotros desde agosto hasta ahora. Se lo merece más que nadie. Porque es una de las mejores personas que he conocido en la vida", sentenciaba el pívot que un año después mantiene su valoración intacta sobre su entrenador.
🥺 La emoción de Chus Mateo escuchando las palabras que le ha dedicado Walter Tavares en rueda de prensa:
— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) May 21, 2023
“La gente debería pedirle perdón. Se ha dudado mucho de él. Es una de las mejores personas que he conocido” pic.twitter.com/p1BEDXWraq
"El primer año de todos los entrenadores o todos los trabajadores, cuando empezáis el primer año de trabajo, cuesta mucho coger el ritmo, aprender las cosas y que te salga todo a la primera es difícil. Yo creo que él lo pasó, no mal, pero ha hecho lo mejor posible para que pudiéramos llegar bien a la Final Four. Y este año ha estado un poco más calmado. Lleva dos años y ya sabe lo que tiene que hacer", apuntaba el caboverdiano que sigue siendo uno de los grandes valedores de su entrenador. "Él tiene mucha más confianza y mucha más tranquilidad que el año pasado".
Una oportunidad que no llegaba
Lo que Chus Mateo ha vivido en el Madrid lo lleva viviendo toda su carrera. Nadie se lo ha puesto fácil, ni siquiera cuando llegó al filial del Real Madrid con apenas 22 años. Su triunfo es de la autoconfianza. Aunque a veces su personalidad le ha apartado de llevarse un mayor reconocimiento antes.
"Chus Mateo es muy buena persona y por eso tardó en llegarle la oportunidad, porque es muy buena persona". Quien habla para Relevo es Zan Tabak, que coincidió con el técnico madridista como ayudante de Pablo Laso y también en Fuenlabrada y Unicaja. "Siempre ha tenido el conocimiento, pero algunos entrenadores llegan antes y otros después. Él se lo merece. No tenía dudas de que le iba a ir bien. Pero aparte del conocimiento y la calidad necesitas un poco de suerte".

Fortuna y preparación. Dos ingredientes fundamentales para intentar sumar una segunda Euroliga de forma consecutiva. Algo que no sucede en el Madrid desde 1968 con Pedro Ferrándiz en el banquillo. El técnico alicantino es el entrenador con más títulos continentales en el Real Madrid con cuatro. Le siguen Lolo Sainz y Pablo Laso, que completan la santísima trinidad del madridismo, con dos. Una cifra a la que ahora aspira Chus Mateo. Aunque tampoco se obsesiona con ello, pero sí se ilusiona.
"La presión es la que nos pongamos nosotros mismos. Ganar una Euroliga es muy difícil, pero tenemos las mismas opciones que los otros tres equipos. Nos gusta centrarnos en el rival que vamos a tener en semifinales y no pensar más allá porque ese partido es absolutamente clave. Podía pensarse que iba a ser una quimera optar a dos títulos de la Euroliga. Y ahora tenemos esa opción, vamos a hacer todo lo posible por doblegar a Olympiacos y ver si somos capaces de escribir una página muy bonita en la historia del club", sentenciaba el madrileño en la previa de la Final Four. La cita que hace un año le cambió la vida. Aunque sólo sea la baloncestística.