El cero absoluto al que se aferra el Barça para estar en la Final Four de Berlín

"Es evidente que jugar en casa o fuera no garantiza ganar o perder", aseguraba el entrenador del Barça, Roger Grimau, durante la previa de la que es la gran cita del Palau. Ese quinto (y definitivo) partido que decidirá la serie de los playoffs de Euroliga entre el conjunto culé y un Olympiacos que llega crecido tras la contundente victoria del pasado jueves. Sin embargo, pese a lo que dice Grimau, con lo que no cuenta el conjunto griego es con el factor historia. Porque la realidad es que hay un cero absoluto respecto a los quintos partidos en la competición continental que, en este caso, es favorable al conjunto culé. Y, de hecho, lo ocurrido en la eliminatoria entre Panathinaikos y Maccabi lo corrobora.

En toda la historia de la Euroliga, nunca un equipo que jugaba como visitante en un quinto y definitivo partido se ha llevado la victoria y, por tanto, el billete para la siguiente parada, en este caso la Final Four de Berlín. Algo que ayer volvió a ocurrir en la eliminatoria entre Panathinaikos y Maccabi, que se tornó del equipo griego, el cual militaba como local. Por eso, esta vez el Palau puede ser el arma que esté a favor de un Barça que espera, eso sí, que su afición se vuelque por completo con el equipo. Y es que reponerse de esa debacle del cuarto partido, en el que cayeron 92 a 58, no es fácil.

"Espero una noche como todas las grandes noches del Palau que yo conozco, y tengo 45 años; esperamos que sea una muy buena noche de Palau, que nos apoyará como siempre. Espero que nos dé el plus de energía y de todo que es tan importante en un quinto partido", admitió Roger Grimau, que confía en que su equipo recupere la confianza para salir con la intensidad y agresividad necesaria en un duelo tan trascendental como este.

"Es un quinto partido y tienes que hacer bien muchas cosas que hemos hecho bien en tres de los cuatro partidos, a nivel defensivo sobre todo. Debemos ser fieles a nuestro estilo de juego, aunque es difícil porque Olympiacos permite correr poco y colapsa mucho", mantuvo el técnico. El Barça necesita de la mejor versión de Jan Vesely y Willy Hernangómez en el juego interior, así como de la inteligencia de Ricky Rubio y Nico Laprovittola, o los tiros de Jabari Parker, desde el inicio. Y, para ello, confía en que el Palau les dé el empujón necesario desde el inicio.

"Tenemos que aprovechar el empuje del Palau, pero siendo conscientes del rival que tenemos delante y de su estilo de juego, y que sacan mucho provecho a lo que no hagamos bien. Sabemos que será un partido emocional, pero solo veo cosas positivas al jugar en casa. Sentir esa excitación antes del partido es siempre positivo", admitió Grimau.

De este modo, el Barça se jugará (a las 21:00 horas) ese último billete para la Final Four de Berlín, donde ya espera el Real Madrid. Pues será el ganador de esta serie el que se enfrente con el equipo blanco en las semifinales.