Chacho, Rudy y Llull demuestran con datos que con ellos en cancha el Madrid es mejor

Kaunas.- El Real Madrid llega a su sexta final de la Euroliga en los últimos 10 años. Y lo ha logrado de la mano de una dupla que ha estado presente en todas ellas, Rudy Fernández y Sergio Llull, y de un tercer mosquetero como Sergio Rodríguez, que sumará su quinta presencia con la camiseta blanca en este tipo de compromisos. Tres veteranos de guerra que han vuelto a colocarse en primera línea cuando peor era el fuego enemigo.

La vieja guardia del Real Madrid ha aparecido en el momento justo. Cuando muchos podían pensar que era el turno de Musa, Hezonja o compañía el trío veterano ha vuelto a coger las riendas del equipo y con ellos en pista el Madrid ha sido mejor en los momentos de la verdad tanto en el quinto partido ante Partizan como en la semifinal ante el Barcelona. Y así lo demuestran los datos.

Con Rudy, Rodríguez y Llull en pista juntos el equipo de Chus Mateo cimentó la remontada en Belgrado con un +10 que terminó traduciéndose en la victoria de los blancos para conseguir el billete a Kaunas. Ante el Barcelona Chus Mateo volvió a dar los mandos a los veteranos y junto a Tavares y Hezonja fue el segundo quinteto que más coincidió sobre el parquet del Zalgiris Arena con 7:38 de tiempo juntos. ¿El resultado? Un +8 para el equipo blanco que terminó siendo decisivo ante el Barcelona.

Los tres jugadores han sido una de las tablas de salvación del técnico y a ellos se volverá a encomendar en una final en la que la experiencia es más que un grado. De hecho los tres jugadores saben lo que es enfrentarse a los atenienses en una final de Euroliga. Lo hicieron en dos ocasiones con una victoria y una derrota como balance. Ahora toca romper la balanza y para ello los tres jugadores son fundamentales como aseguraba Mateo tras el partido ante el Barcelona.

"El Chacho es una cosa espectacular, entre él, Sergio y Rudy han vuelto a manejar el ritmo al final. El Chacho no saben por dónde saldrá, es difícil de parar, es una maravilla verle", aseguraba el técnico madrileño. "Ellos conocen mejor que nadie esta clase de partidos, saben que hay que luchar hasta el final y tratar de controlar el ritmo. Mi trabajo es fácil con estos jugadores, luchando juntos, regresamos y ahora vamos a intentar tocar otro título".

Los tres jugadores son un ejemplo para los más jóvenes, como señalaba el propio Llull antes de volar a Kaunas: "Los que tenemos más experiencia podemos dar algún consejo o explicar las sensaciones que te produce una Final Four, pero sobre todo tratamos de liderar con el ejemplo. Si ves en el quinto partido a Rudy tirarse al suelo a por tres balones en los minutos finales y tienes 23 años, no te queda otra que seguir el ejemplo".

A los tres mosqueteros todavía les quedan batallas por librar y esperan que la de hoy ante Olympiacos no sea la última. En el caso del Chacho, regresó a la disciplina blanca y firmó un contrato por 1+1 y su intención es convencer al club con su juego para que haga efectiva esa temporada adicional. Novias en el mercado no le faltan. Y menos con este nivel.

Por su parte Llull tiene contrato hasta 2024, mientras que Rudy termina en junio, pero es él quien decide su futuro con el equipo blanco. Con una Euroliga bajo el brazo seguro que ayuda a todos a decidirse para seguir juntos un año más.