Chus Mateo y Roger Grimau, dos carreras contra el crono y la paciencia en el centro de las críticas
Real Madrid y Barça llegan invictos al Clásico de Euroliga, en la que será su tercera cita cara a cara de la temporada.

Tercer Clásico de la temporada. Tercera vez que Real Madrid y Barça se cruzan en poco más de mes y medio. Pero, sin embargo, la situación es bien distinta que en las dos veces anteriores. "Hay que pasar una travesía por el desierto para que las cosas funcionen", dijo el técnico blanco, Chus Mateo, tras la victoria de los suyos en el duelo ante los culés de Liga Endesa. Y precisamente, él bien sabe lo que es atravesar un camino bastante arduo hasta llegar a asentarse, tocar el cielo y mantener un nivel envidiable para prácticamente todos los equipos de Europa. Por eso, lo que le ocurrió a Chus Mateo hace un año, es justo lo que ha ido viviendo en este inicio de temporada su homólogo en el Barça, Roger Grimau. Una serie de paralelismos entre los dos entrenadores que confluyen e influyen en lo que será el Clásico de este jueves de Liga Endesa.
La realidad es que a inicios de la pasada temporada, Chus Mateo estaba en el foco de la crítica. Pasando lo que él mismo denominó como su "travesía por el desierto para que las cosas acabasen funcionando". Porque la llegada de "tres, cuatro o incluso cinco piezas si me contamos a mí también, importantísimas que era nuevas" hizo que el Real Madrid tuviese que iniciar un camino totalmente nuevo y adaptarse a él. Lo mismo que le ha ocurrido al Barça de Roger Grimau esta temporada.
La llegada de numerosos fichajes nuevos con gran peso en la plantilla como Darío Brizuela, Willy Hernangómez, Jabari Parker; salidas importantes como la de Nikola Mirotic o Cory Higgins. Y, cómo no, la llegada de Roger Grimau al banquillo culé ha provocado la construcción de un proyecto nuevo prácticamente desde cero y eso necesita tiempo. Al igual que el que precisó el Real Madrid hace un año y que provocó un camino "largo y duro" a ojos de Mateo, en el que fue clave "ser tenaz y aguantar". Si bien, lo cierto es que, salvando las distancias y a sabiendas de que el Barça todavía tiene mucho por recorrer, hace unas semanas que ha demostrado que sí que ha dado antes con la senda que al cuadro blanco le tocó algo más hallar.
"Grimau está encontrando muy rápido la manera de jugar y yo por estas alturas el año pasado aún no"
"Obviamente es una situación comparable pero también creo que distinta. Él está encontrando muy rápido la manera de jugar y yo por estas alturas el año pasado aún no. Creo que hay que tener los pies en el suelo y trabajar día a día. Ya sabemos cómo es esta profesión y lo resultadista que es", reconocía en la previa del choque Chus Mateo, que también destacó la falta de paciencia que suele haber en este tipo de momentos de la temporada y que, si bien, con él sí se tuvo y funcionó. "Me parece brutal que en la jornada 4 haya entrenadores que hayan salido de la Euroliga ya, porque son proyectos que tienen que asentarse en ciertas bases y eso es con el tiempo y ese tiempo no se está teniendo. Pero yo ahí…", explicó el técnico madridista.
"Somos mejores que la última vez que jugamos allí. Estoy muy contento con la evolución del equipo"
"Somos mejores que la última vez que jugamos allí. Estoy muy contento con la evolución del equipo en ataque y en defensa, pero queda mucha temporada por delante. La evolución en general está siendo buena. Pero somos ambiciosos y queremos llegar a un mejor nivel de juego", dijo por su parte Grimau. Y es que la realidad es que el Barça ha sabido encontrar pronto lo que es su nueva identidad y ahora le toca seguir trabajando en ella para que de sus frutos y puedan seguir creciendo. Algo que, en el caso del Real Madrid, llegó en forma de título con la Euroliga, pero se ha asentado esta temporada con un inicio de campaña absolutamente espectacular.

"Hay gente que me dice '¡cómo estáis ahora! ¿No preferirías estar peor?' Y no, no preferiría estar peor, quiero seguir estando mejor. Sí que es verdad que no tenemos que hacer mucho caso a lo que diga nadie de fuera. Tenemos que pensar en lo que estamos haciendo nosotros. Creo que el halago debilita y si escuchamos cantos de sirena de fuera, lo único que vamos a hacer es perjudicarnos. Sabemos que si ponemos nuestro esfuerzo podemos jugar a este nivel y ¿por qué no mejor? Tenemos que pensar en que poniendo esfuerzo, tratando el máximo de cada uno de nosotros, uniendo fuerzas, vamos a ser un equipo difícil de ganar. Mi equipo trabaja todos los días con el objetivo de ser mejor, no de pararnos ahora. Para nosotros ahora tenemos objetivos de día a día", admitió hace sólo unos días Chus Mateo tras vencer en la última jornada de Euroliga al Olimpia Milano.
Y esa misma filosofía es la que comparte Grimau, el técnico que este jueves se sentará frente a él en el banquillo rival y al que, todavía le queda trabajo, pero ya ha empezado a encontrar la identidad que él espera de un Barça que, al igual que los blancos, también sigue invicto en al competición continental. Así, el Clásico dictará sentencia y uno de los dos invictos hasta ahora en la Euroliga dejará de estarlo.