Ni Mirotic, ni ningún equipo... A este Real Madrid no hay quien lo pare

A quien tenga dudas de este Real Madrid hay que decirle que estas sólo le pueden durar un cuarto. Porque de hecho eso es lo que se ha visto sobre el parqué del WiZink Center ante el Olimpia Milán de un Nikola Mirotic al que la grada no olvida... Y que tampoco se olvida de cómo jugar a esto del deporte de las manos. Eso sí, aunque el ala-pívot montenegrino y Shavon Shields fuesen los principales ejes de los de Ettore Messina, el equipo de Chus Mateo ha dejado claro que tiene más de dos anclajes para seguir invicto (88-71).

Porque si Campazzo, como siempre, supo leer el juego a la perfección, a él se sumó un partido con acciones brillantes de Sergio Llull; a Dzanan Musa sumando arriba, abajo y donde quiera que estuviera; a Mario Hezonja que supo cuándo y cómo aparecer en ataque y defensa; y a Gaby Deck buscando el aro cada vez que era necesario. Esta vez, los jugadores interiores blancos tuvieron menos brillo -lógico, tenían que centrarse básicamente en Mirotic-, pero se compensó con el resto. Victoria para los de Chus Mateo siguen sin conocer la derrota en Euroliga... ni en Liga Endesa.

Este Real Madrid es capaz de todo. Y cada jornada que pasa te da más argumentos para confirmarlo. Si el partido empieza con el rival, en este caso Olimpia Milán golpeando y haciendo daño desde la media distancia, no pasa nada. Porque se ajustan un par de cosas, se destinan los jugadores interiores a centrarse en defender ya que si no aparece uno en ataque, aparece otro -como en este caso ha sido Llull- para solventarlo. El movimiento de balón, las conexiones encabezadas principalmente por Campazzo -el argentino es que es multiusos: ataca, asiste, defiende... y todo lo hace bien- y el buen hacer de todos, esté quién esté en pista, está haciendo de este Madrid un equipo aún más temible y sin que nadie sepa cómo frenarlo. Y su racha de once victorias consecutivas (12 si se cuenta la del amistoso ante los Mavs de Doncic) desde la Supercopa hasta hoy lo demuestra.

Habrá quien piense que la muñeca que tiene lleva siendo prodigiosa ya demasiado tiempo, ero lo cierto es que vaya bestialidad lo suyo. Quien quiera jubilar a Sergio Llull que se ponga a la espera. Porque el de Mahón sigue teniendo ese don que lo hace absolutamente único. Ante Olimpia Milán, al filo del descanso, volvió a encestar otra de esas mandarinas imposibles para poner el broche a una primera parte prácticamente brillante para él. El base-escolta fue el líder de los de Chus Mateo al descanso con 11 puntos, un rebote, una asistencia, un robo y un 12 de valoración. Pero sobre todo, con ese triplazo sobre la bocina del final del segundo cuarto con la que puso el empate a 42 en el marcador tras mucho tiempo yendo por detrás. Y tras el receso, para qué cambiar la dinámica... Tremendo partido el suyo. Y ovación más que merecida del WiZink.

Lo cierto es que ante el Real Madrid no habrá sido su mejor performance. Pero básicamente porque venía de firmar unos números de escaparate, no porque hoy no haya estado bien, que al contrario. La realidad es que está siendo el líder indiscutible de su equipo. Tanto hoy, aunque haya compartido protagonismo con Shavon Shields -gran partido del alero-, como en el resto de jornadas. Así que ojito a este Nikola Mirotic que llega desde Italia pisando fuerte y con la directa puesta a optar al MVP de la Euroliga.

Aunque no haya sido la mejor actuación de ambos, el combo entre el Chacho y Vincet Poirier está siendo excelso. El base ha encontrado un aliado en la pintura que casi parece que sabe leerle la mente porque sabe dónde le va a poner la bola. Y el pívot ha hallado a su mano derecha, el que sabe hacerle llegar la bola para firmar su mejor momento de forma vestido de blanco.