Dos colegiados talismán y un criterio que confundió al Real Madrid: "Me hubiera gustado un arbitraje un poco parejo"

Berlín.- Chus Mateo no quiso excusarse en el arbitraje de la final de la Euroliga para justificar la derrota del Real Madrid ante el Panathinaikos. Su única excusa fue el juego de su propio equipo y la falta de energía que lastró a los blancos en la segunda mitad de un choque marcado por la defensa griega, que metió una marcha más en la segunda mitad desarmando al conjunto blanco.

"Sabíamos que un back-to-back era muy complicado, pero lo intentamos. Hemos luchado hasta los últimos tres minutos. Pero tengo que decir que en la primera parte entendimos bien lo que debíamos hacer, hicimos un buen trabajo, pero ellos subieron el nivel en defensa en la segunda parte. Subieron el nivel físico. Y perdimos parte de nuestra energía. Tiramos demasiado desde fuera", señalaba el técnico blanco, que entendía que en ese punto más de intensidad estuvo parte del partido.

El uso del cuerpo y en especial de las manos fue el único pero que puso Chus Mateo a un arbitraje que por momento sacó la cara más nerviosa del equipo blanco. Sobre todo con las faltas de Tavares y Campazzo. "Las faltas les han sacado sin duda del partido. Estoy confuso con el arbitraje. Pronto nos pusimos con faltas con los grandes. Durante el año en Euroliga no había pasado. No me quejo, pero uno espera que el nivel sea parejo a la hora de utilizar las manos".

El nivel de intensidad física en defensa no se tradujo en faltas en contra de los griegos, que terminaron con 20 faltas por 25 del Real Madrid. Mientras que los blancos tiraron 18 tiros libres por 30 de los helenos. Diferencias que ponían el objetivo en los colegiados. Especialmente en dos de ellos.

Tras el tercer partido de la serie ante el Maccabi y después de que los macabeos pusieran el 2-1 a favor Dimitrios Giannakopoulos emitió un vídeo en redes sociales cargando contra la Euroliga y sus arbitrajes. Desde ese momento, Ilija Belosevic y Mehdu Difallah han repetido como dos de los tres colegiados que han arbitrado al Panathinaikos en los siguientes cuatro partidos… que se saldaron con triunfo para los 'verdes'. Una coincidencia que levantó las suspicacias entre los aficionados.

Chus Mateo no quiso pararse más de lo debido en el arbitraje. Tampoco Campazzo, que en zona mixta no quiso hablar de él. Sin embargo, el técnico si quiso ahondar en los siguientes pasos para el Real Madrid. Y esos pasan por levantarse. "Tenemos dos opciones. Llorar, y vamos a llorar esta noche. Y la segunda es levantarnos, que lo haremos mañana porque es lo que hacemos siempre. Tenemos que mostrar que el carácter del Madrid es felicitar al oponente y seguir hacia delante", apuntaba el técnico que también dio su punto de vista sobre las claves de la derrota.

"Después del descanso perdimos el control porque no jugamos con la misma disciplina del primer tiempo. Especialmente cuando estamos con Edy o Poirier, hay que jugar con mucha disciplina para seguir concentrados y encontrarles. Estuvimos confusos, lanzando demasiado el balón desde fuera", apuntó el técnico, que no cambia de ritual tras el partido, aunque sí de acompañantes.

"La cerveza hoy me la voy a tomar con mi familia, mi mujer y mis hijos que han venido. Al final, en la vida, yo también los tengo. Cuando pierdo y cuando gano. Ellos están a mi lado siempre. Y luego, lo que venga vendrá", concluía el técnico en su comparecencia antes de volver al hotel para estar junto a los suyos.