Un "creen en mí" que define el rol de Kevin Punter en el Barça de Peñarroya

Kevin Punter fue el gran fichaje del Barça del verano. El escolta estadounidense llegaba para ser ese francotirador del equipo culé que ya había dejado claro que era, en temporadas anteriores, con el Partizan. Un rol que consigo llegaba consigo asumir esos tiros clave en los momentos más calientes del partido. Esos para los que se debe tener la suficiente sangre fría para aceptar la responsabilidad que conlleva. Y lo cierto es que no pudo tener mejor escenario que el Belgrado Arena, el que durante los últimos años fue su casa, para demostrar que las expectativas puestas en él no son infundadas.

Aunque la realidad es que empezó la temporada con algunas dudas, algo lógico por otra parte, al tratarse de un equipo nuevo y compañeros nuevos, la evolución de Punter en los últimos partidos ha ido cada vez a más. Y en el Barça ya empiezan a disfrutar de esa versión que esperaban de él cuando lo firmaron. Esa que casa a la perfección con la definición que la propia web del Barça hace de él: "Un escolta que está considerado uno de los mejores anotadores de Europa y destaca por no esconderse cuando más quema el balón". De hecho, así lo demostró en Belgrado.

Punter salió de inicio y fue el primero en abrir el casillero culé de cara a aro. Y también el más consistente en ataque, ya que fue quien mantuvo el pulso anotador del Barça durante todo el choque hasta el punto de ser el referente para jugarse las dos bolas -o tres- calientes que tuvo el duelo. Primero, el triple que puso al Barça dos arriba a diez segundos del final en el último cuarto. Después, con el 84 iguales, quien buscó el triple lejano con menos de cuatro segundos de margen que no acabó entrando. Pero, sobre todo, ya en la prórroga, cuando se jugó ese triple que acabó silenciando Belgrado (94-96) y que luego remató con otra canasta para el definitivo (94-98). Todo ello con un temple casi inverosímil, a la par que mostraba una gran intensidad a la hora de jugar y mover la bola durante todo el duelo.

"Mis compañeros de equipo creen en mí, me dieron el balón. Nos mantuvimos unidos. Esos muchachos lucharon, pero nos mantuvimos unidos, creímos los unos en los otros y pudimos lograrlo", admitió el propio Punter en declaraciones al medio serbio MerdianSport. Y, precisamente, esa confianza en él, ya no sólo del resto del equipo, sino del propio Punter en sí mismo, es algo que llevaba tiempo buscando consagrar Joan Peñarroya y que este viernes, sin duda alguna, se ha logrado.

El escolta se consagró como el MVP del partido con 30 de valoración y como el mayor arma ofensiva del Barça con 26 puntos (6/7 en tiros de dos, 4/6 en triples y 2/2 en tiros libres), además de repartir tres asistencias y robar cuatro balones, lo cual demostró que también estuvo bastante activo en defensa.

"Demostramos mucho carácter y adversidad para salir victoriosos. Sienta bien. Estamos tratando de encontrar los aspectos a mejorar y continuar creciendo. El equipo es sólido, pero tenemos que llegar a más nivel", dijo el escolta. Y en esta línea de ir encajando piezas y encontrarse como equipo, también tuvo su protagonismo ante el Estrella Roja, cuando se le vio compartir quinteto con Laprovittola y Darío Brizuela, creando así Peñarroya un sistema con tres combos, sin alero puro, y completado por dos interiores (Chimezie Metu y Willy Hernangómez). Algo nuevo en la pizarra culé.

"Lo importante es que el equipo luchó durante los 45 minutos, tuvo una muy buena actitud y al final nos hemos llevado un partido que podía caer de cualquier lado. No es fácil ganar en Belgrado", admitió el entrenador del Barça que también dejó claro que estaba "especialmente contento" con la actuación de Punter. Y es que esta versión que tanto se esperaba del estadounidense da al técnico, como se vio, más opciones a la hora de plantear quintetos con los que poder hacer daño a sus rivales.