Madrid celebra la Euroliga del "increíble" Llull y Chus Mateo
El Real Madrid ofrece el título a los madrileños y se da un baño de masas durante la visita a la sede de la Comunidad y al Ayuntamiento de la capital.

No eran aún las doce del mediodía cuando la Puerta del Sol de Madrid ya estaba vestida de gala. La gente se agolpaba y cogía sitio frente a la sede de la Comunidad de Madrid. Nadie se quería perder lo que unos 40 minutos después iba a pasar. Menos aún después de cómo ha sido todo el camino que ha tenido que recorrer el Real Madrid de baloncesto para llegar hasta aquí y ofrecer a los suyos la Euroliga 2022-2023. Y no, no me refiero precisamente a la rúa en autobús que partió desde la Ciudad Deportiva del club en Valdebebas. Ni siquiera quiso faltar a la cita algún turista despistado que, ante el revuelo, no dudó en acercarse a preguntar "¿qué está pasando aquí?" y al explicárselo, unirse al resto de aficionados que ya guardaban sitio hacía rato. No era para menos.
La épica que ha traído la undécima Copa de Europa del Real Madrid lo justifica todo. Por eso, en el interior de la sede de la Comunidad de Madrid casi no cabía ni un alfiler... y eso que sólo podía entrar prensa y un selecto grupo de invitados. Aparte de los protagonistas, claro. Y las caras lo decían absolutamente todo. Cuando tras entrar entre aplausos a la sala habilitada para la recepción, se vio un vídeo con lo que dio de sí esta Euroliga -o más concretamente esta Final Four- las sonrisas eran la tónica común entre todos los presentes. Y la atenta mirada de Sergio Llull, Florentino Pérez, Chus Mateo y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sentados juntos en primera fila, lo dejaban claro.
Como también ese sonoro aplauso cuando en el vídeo llegó la canasta del que terminó por coronarse como héroe de aquella noche. Ese al que no le tiembla la muñeca y que, si se la tiene que jugar, lo hace... Y no suele fallar. Por algo Sergio Llull es el capitán. Ahí, las miradas fueron hacia él. "Esa ultima canasta será la canasta de tu vida, uno de esos grandes momentos mágicos que no olvidaremos nunca", dijo unos minutos después el propio Florentino Pérez. No sin antes haberse producido un intercambio de regalos -una placa de la Comunidad para el Real Madrid, una réplica de la Euroliga para la Comunidad y una camiseta del equipo para Díaz Ayuso- y de haber reconocido que "esta gesta quedará siempre en la memoria y en el corazón de todos los aficionados madridistas".
Y, cómo no, de destacar la figura de quien tanto fue señalado "injustamente", a ojos del presidente, y que en su primer año en el banquillo blanco ha conquistado su primer título -o el segundo, tras la Supercopa de septiembre- y está en la lucha por otro más (el de Liga Endesa). "Chus Mateo es un hombre de la casa que ha sufrido desde el primer minuto algunos ataques precipitados e injustos. La presión ha sido enorme y tú [dirigiéndose al técnico] lo has sabido afrontar", dijo el presidente del club sin olvidarse de la afición blanca.
"Gracias a una afición que ha vuelto a ser la mejor afición del mundo. Su fe en este equipo ha sido imprescindible. Sin nuestra afición nada de esto habría sido posible. Ese quinto partido en Madrid ante el Partizan, con la magia del Chacho Rodríguez, será uno de los mejores partidos de la historia de la Euroliga", reconoció Florentino Pérez que también aseguró que "la sección de baloncesto del Real Madrid es sinónimo de grandeza para el club". Y eso mismo destacó la presidenta de la Comunidad de Madrid.
"El Real Madrid es doblemente grande, todo lo que hace trasciende el fútbol y el baloncesto. El trabajo en equipo y la disciplina aparece en todos los proyectos, sois una leyenda que apasiona a miles de personas. La receta es equipo, perseverancia y triunfo, la enseñanza más valiosa que puede enseñar el Real Madrid", aseguró Díaz Ayuso unos minutos antes de que cediese el balcón a los blancos para que estallase la fiesta con quienes han sido el sexto jugador: los aficionados.
Cuando a lo lejos -los que estaban más al fondo- vieron que asomaba Sergio Llull, los gritos comenzaron a sucederse. Cientos de personas se habían cuadrado, un martes, en horario laborable, para seguir mostrando su apoyo a los suyos. Al igual que hicieron en ese quinto partido contra el Partizan o en Kaunas, y no dudaron en alentar a sus jugadores.
Por eso el "Llull, Llull, Llull, Llull..." se repitió en varias ocasiones hasta que el capitán cogió el micrófono y se dirigió a todos ellos para decirles directamente algo que había comentado ya durante el acto en el interior. "Todo el mundo estuvo increíble en la Final Four, hemos hecho otra demostración de lo que significa vestir esta camiseta: no rendirse nunca y no bajar los brazos. Ojalá podamos volver en un mes con el trofeo de Liga. Todo esto también es gracias a vosotros", dijo el capitán. Y en la misma línea se pronunciaron Rudy Fernández, Sergio Rodríguez el Chacho, Edy Tavares y el propio Chus Mateo.
"Sabíamos que detrás de nosotros y de los que estaban en Kaunas había mucha gente en Madrid apoyándonos. Nos hemos sentido muy responsabilizados por vosotros. Hemos conseguido sacar una Euroliga de ensueño, de una belleza poética y magnífica con una canasta de Llull, no podía ser de otro modo, en los dos últimos segundos. Levantamos un 0-2 en una eliminatoria de leyenda ante el Partizan y ganar al Barça y a un Olympiacos que nos ha traído hasta aquí con la undécima", dijo con voz emocionada el técnico madridista. No era para menos. Si ya le habían caído elogios del presidente y la presidenta de la Comunidad, sólo una media hora después otra vez sería protagonista de los aplausos y agradecimientos en el Ayuntamiento de Madrid.
Allí, en el Palacio de Cibeles, sede de la institución municipal, el alcalde José Luis Martínez Almeida y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, que apareció ataviada con la elástica blanca, recibieron a la comitiva del equipo que también tuvo recibimiento masivo por parte de la afición, como en la Puerta del Sol.
"Felipe Reyes me dijo en 2019 que no iba a ser la última copa que recibiera en esta legislatura. Y así ha sido", arrancó Almeida, que no dudó en bromear con la decisión de Chus Mateo de dar esa bola a Llull "que no había metido ningún punto hasta entonces en el partido", para luego acabar elogiando al técnico: "Todos se preguntaban qué pasaba por la cabeza de Chus Mateo. Así que enhorabuena", dijo el alcalde.
Y tras volver a hablar del ADN del Real Madrid, llegó el momento del intercambio de regalos: otra réplica de la Euroliga para el Ayuntamiento, una estatuilla para el club y la "penúltima" camiseta de esta legislatura para el alcalde. Porque si algo ha dejado claro este Real Madrid es que también quiere entregar la Liga a su ciudad. Así que... balón al aire y que empiece la lucha y la cuenta atrás para ello.