OPINIÓN

Florentino con Lull, Davide Ancelotti en el Wizink y el fútbol presente: "Todos son majísimos"

Florentino Pérez, con Sergi Llull./RELEVO
Florentino Pérez, con Sergi Llull. RELEVO

Lo primero que vi al llegar al Wizink Center, a un partidazo entre el Real Madrid y Baskonia, no fue baloncesto. Fue a Florian Lejeune. El central del Rayo Vallecano estaba en la entrada del pabellón, tan amable como de costumbre, si le pillas fuera del área. A él también le empieza a picar la curiosidad del basket, y no se quiso perder el duelo del cuadro blanco contra el equipo de Vitoria, ciudad en la que él también jugó con el Alavés.

Entre el público que se agolpaba en las puertas del Wizink no hubo ningún futbolista del Real Madrid. Y es raro; muchos de los pupilos de Ancelotti suelen venir a ver a sus compañeros de baloncesto. Joselu, Kepa, Tchouameni, Vinicius y Camavinga, los más asiduos. Pero hay explicación: juegan este viernes a las 21:00 en San Sebastián, y no pudieron acudir.

"Todos son majísimos. Tienen reservados asientos y zonas VIP en las que estar más aislados y más a su bola, y ellos nos dicen que nada de eso, que no les importa hacerse fotos con quien sea", cuentan algunos empleados del Wizink preguntados por Relevo antes de arrancar el partido.

Antes del inicio también, el sentido homenaje a Sergi Lull. El base del Real Madrid, ya histórico, se alzó como el jugador de baloncesto con más triples en la historia de la Euroliga en el partido anterior, 624, y el público del Wizink se rindió a él. Tan merecido como emotivo. Con Florentino Pérez como maestro de ceremonias. Así se echó al aire (que no a rodar) el balón.

No asistieron futbolistas del primer equipo del Real Madrid, pero sí miembros de su cuerpo técnico. Davide Ancelotti y Francesco Mauri no perdieron de vista ningún detalle del encuentro, en el que los blancos sumaron su segundo triunfo de la serie contra Baskonia. Ambos no dejaron de hablar desde primera línea.

Jugadores del filial merengue también asistieron. Como es el caso de Mario de Luis, arquero del Real Madrid Castilla, que estuvo convocado en el pasado Clásico del Bernabéu contra el Barça. Pudo apreciar la diferencia entre el equipo de fútbol y el de baloncesto: mientras unos marcan los goles en el último minuto, otros meten los triples en el último segundo.