Un mejor Real Madrid sigue sin ser suficiente para ganar en El Pireo
Los de Chus Mateo acabaron cayendo, culpa de sus errores, y Olympiacos pone el 2-0 en la eliminatoria.
Ganar en El Pireo necesitaba de los "básicos", como dijo Paco Redondo, el entrenador ayudante de Real Madrid tras el primer duelo, pero también de continuidad, solidez y cabeza... de principio a fin. Y eso fue lo que le faltó a Real Madrid. Porque tras una gran puesta en escena, que mostró a un equipo bien diferente que el del miércoles, las precipitaciones que aparecieron en el tercer cuarto fueron un peaje demasiado caro ante un equipo como Olympiacos. Los de Chus Mateo caen con más honores que el miércoles... pero caen y la eliminatoria ya va 2-0 para los de Giorgios Bartzokas (77-71).
Si algo había dejado claro el primer partido es que los blancos tenían que salir con otra mentalidad totalmente diferente, con más calma y defensa. Y precisamente eso se vio en su puesta en escena que dejó claro que era un Real Madrid totalmente distinto -y menos mal- que el del miércoles. De hecho, ese inicio que acabó con el 4-10 en el marcador a favor de los de Chus Mateo fue un claro ejemplo de que los suyos salieron con mucha más convicción y físico, ante un Olympiacos que, eso sí, salió con un punto más de presión defensiva... y laxitud arbitral. Porque una falta no pitada sobre Edy Tavares y un empujón sobre Facu Campazzo acabó con la queja del argentino y la técnica a este.
En ese momento, Chus Mateo optó por darle entrada a Andrés Feliz y la realidad es que el de Guachupita no pudo tener una mejor entrada en el partido, porque su intensidad se notó en ambos lados de la cancha y dio un punto más de velocidad a los suyos. Además, la defensa de cambios que planteó el técnico madridista también estaba surtiendo su efecto y no fue hasta casi la recta final del primer cuarto cuando Sasha Vezenkov logró el primer triple de los griegos tras ocho intentos para poner el 13-23 en el marcador. Aunque la realidad es que los visitantes siguieron dominando y los primeros diez minutos acabaron teñidos de blanco (15-25).
Esta ventaja permitió a Chus Mateo probar, también, con otro quinteto, uno poco habitual, formado por Feliz, Dzanan Musa, Gaby Deck, Usman Garuba y Bruno Fernando. Y lo cierto es que también funcionó. Pero por Olympiacos, entró en juego Saben Lee y apretó Milutinov. Ahí cambió por completo la cara de los de Giorgios Bartzokas que, desde la defensa, comenzaron a crecer y a desajustar a los blancos.
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— Real Madrid Basket (@RMBaloncesto) April 25, 2025
Tanto, que gracias a ir a la línea de personal, acabaron anotando un parcial de 14-2 que terminó con la firma de Vezenkov tras un triple de Fournier, con el que le dieron la vuelta al marcador a 46 segundos del descanso. Si bien, el que tiró de galones para evitar que los suyos se fueran por detrás al descanso fue Sergio Llull, que, tras sacarle la falta a Moustapha Fall, no falló desde el tiro libre y puso el empate a 38 para mandar el duelo al receso.
Tras el paso de vestuarios -y un apagón de casi un minuto y medio para ambos- fue el equipo blanco el que logró romper primero la sequía con una canasta obra de Facu Campazzo, a quien esta vez durante bastantes minutos Chus Mateo le hizo formar dupla con Feliz. Aunque el que más apareció de cara a aro fue Mario Hezonja que, con ocho puntos, logró a poner a los blancos siete arriba. Pero ahí el que apareció fue Fournier, que, desde la línea del tiro libre logró sumar 6 puntos consecutivos y aprovechó los errores que empezó a tener el Real Madrid, al que le empezó a aparecer la ansiedad, para acabar poniendo el 52-54 en el marcador.
El Real Madrid estaba colapsando al ver que prácticamente cada contacto en defensa eran tiros para los griegos. Y esto lo aprovechó a la perfección un Olympiacos que, de la mano de Vezenkov y desde la línea del tiro libre, volvió a poner el empate a 40 segundos del final, para que después, una buena defensa, acabes con los locales recuperando la bola y Vildoza poniendo el +3 con el que mandó el duelo a los últimos diez minutos (57-54).
Los blancos trataban de ajustarse, pero no terminaban de encontrar la lucidez en ataque. Y eso lo acabó aprovechando Vezenkov para no fallar y poner el 59-54 que obligó a Chus Mateo a parar el duelo. Pero tras eso, lo que se vio fue a una enorme defensa griega hacer de las suyas, mucho más atenta en el rebote y con presión, y esa intensidad de Saben Lee a Andrés Feliz que hizo a los griegos venirse arriba y acabar poniendo el +7.
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A los blancos no le estaba saliendo absolutamente nada en ataque. Las pérdidas les estaban pasando mucha factura y la desconexión de cara al rebote, también. Y Sasha Vezenkov desde el triple no tardó en dejarles claro con ese +10 que, o cambiaban por completo, o iban a convertirse en el mismo Madrid del primer partido (64-54). De ese +13 que se había visto en la primera parte, ahora el dominio era de los griegos, ante un equipo blanco que no lograba anotar... ni los tiros libres (como se vio en esa falta que logró sacar Feliz). Así se llegó al ecuador del último cuarto, tras el que apareció Mario Hezonja para romper la seguía y tratar de reconectar a sus compañeros. Y quien se reconectó fue él, con ocho puntos consecutivos (67-62).
Los de Chus Mateo empezaban a hacer clic -ayudados por la defensa zonal- y una canasta de Campazzo, tras una buena defensa que acabó con un tiro corto de Vezenkov, provocó que Bartzokas tuviera que parar el duelo al ver que los blancos se habían puesto a tres (67-64). Y funcionó, porque Alec Peters tiró de muñeca desde el exterior para poner el +6, ante un Real Madrid que volvía a revivir los fantasmas del duelo anterior: las pérdidas (acabaron el partido con 18). Y eso ante un equipo como Olympiacos... era demasiado peaje, tanto que el parcial acabó siendo de 6-0 con la rúbrica, precisamente, de un exmadridista que fue realmente el que dictó sentencia: Nigel Williams-Goss.
Quedaba un minuto y cuatro segundos para el final y los griegos iban 9 arriba. Pero el nulo acierto de los blancos desde la línea de personal seguía patente. Y eso acabó siendo un lastre demasiado grande ante un equipo como el griego (77-71). El Olympiacos pone el 2-0 en la eliminatoria, que regresa a Madrid muy cuesta arriba para los de Chus Mateo.