El lavado de cara de Dusko Ivanovic al Baskonia en sólo 15 días
Trabajo duro a diario, mucha defensa, energía y confianza son las claves del cambio del conjunto de Vitoria desde la llegada del técnico montenegrino.

A veces los equipos necesitan un cambio de efecto. Un impulso extra para dar con esa tecla que se echaba en falta y que impedía, por tanto, que el equipo carburara. En Vitoria está claro que eso tiene un nombre propio y es el de Dusko Ivanovic. Porque la llegada del técnico montenegrino a Baskonia lo ha cambiado todo, por completo, y lo cierto es que para bien. Aunque en Liga Endesa todavía deben dar un paso adelante para pelear por la Copa y estar en la cita de Málaga, en Euroliga no se les puede poner un 'pero'. Tres victorias en tres partidos, mostrando carácter y un baloncesto que parecía alejado de las filas vitorianas. Pero, sobre todo, una intensidad hasta ahora no vista que, más allá de los cambios de sistemas -que los ha habido-, muestra un exceso de confianza individual y colectiva que se ha convertido en la mayor arma azulgrana.
"Ha cambiado un poco todo desde la llegada de Dusko", reconocía el alero Dani Díez tras la contundente victoria ante el Barça. Y ese cambio parte precisamente de los entrenamientos. A Dusko Ivanovic siempre se le ha tildado de 'sargento' por su dureza a la hora de preparar a sus equipos. Y esa etiqueta no ha desaparecido, en el buen sentido. Porque lo cierto es que tras dos semanas al frente de Baskonia, ahí está una de las claves de lo que bien podría definirse como el Método Dusko, ese que en Vitoria conocen tan sumamente bien… y tanto bueno les ha traído. No es baladí recordar eso de que en cada regreso de Dusko, los de Vitoria hayan levantado algún título.
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"Estamos trabajando fuerte, que es lo que el equipo necesita, trabajar duro porque hemos empezado regular este año", confesó Díez, uno de los jugadores que hasta ahora tenía poco peso y que con la llegada del montenegrino ha empezado a ganar algo más de protagonismo. Esto se debe al impulso en defensa que ha traído consigo el técnico. Su estilo de juego es simple: la clave es hacer las cosas bien desde la defensa y a partir de ahí, crear el juego. Y Díez se está adaptando a la perfección.
Eso sí, esto supone un cambio también en jugadores como, por ejemplo, Markus Howard. Un perfil que hasta ahora era el referente principal y el eje sobre el que giraba absolutamente todo Baskonia. Si bien, al haber ahora mayor peso de los jugadores defensivos, esto supone también un alivio para el base-escolta, pues ya no tiene que asumir él toda la carga de cara a aro y jugarse todos los balones. ¿Y cómo se ha conseguido esto? Gracias a esa dureza en los entrenamientos, pero también gracias a la confianza individual que Ivanovic ha logrado transmitir a todos y cada uno de sus jugadores.
"El entrenador desde el principio nos dijo que si mostrábamos energía y carácter podíamos vencer a cualquiera"
"El entrenador desde el principio nos dijo que dependía de nosotros, que si mostrábamos carácter y energía podíamos vencer a cualquiera", explicó Markus Howard, que reconoció que entrenar con el montenegrino está siendo "una gran experiencia". "Tenemos que seguir mejorando, Dusko espera mucho de nosotros, trabajamos extremadamente duro en los entrenamientos. Es un entrenador para el que se quiere ganar, él trata de sacar lo mejor de sus jugadores", confesaba el base-escolta. Y, precisamente, un ejemplo de ello está en las actuaciones que está firmando Chima Moneke -con mucha más relevancia, sobre todo en los momentos clave de los partidos- e incluso el base Codi Miller-Mcintyre, que está demostrando su capacidad de omnipresencia. Por no hablar del capitán, Tadas Sedekerskis que está, sin duda alguna, a su mejor nivel, aportando de forma contundente tanto en ataque como en defensa.
"Hemos cambiado muchas cosas, tanto en ataque como en defensa, pero al final es la mentalidad. Nos ha intentado dar confianza a todos los jugadores, diciendo que creamos en nosotros mismos, que luchemos cada partido y si lo hacemos podemos ganar", confesó Dani Díez. Y ahí está la clave de todo.
Porque aunque a Baskonia le siga haciendo falta algún jugador exterior y las lesiones hayan golpeado con fuerza, lo cierto es que el juego que está haciendo, ese que nace en la defensa, tiene intensidad y está repleto de confianza e implicación colectiva, ya está convirtiéndose en garantía de éxito para los de Vitoria.