BALONCESTO

Primero fue el Camp Nou y ahora es el Palau, que estalla contra el Barça y su política de 'puertas abiertas' a la afición rival

Las peñas más importantes que siguen al equipo de baloncesto abandonan el Barça-Zalgiris al descanso en señal de protesta.

Momento en el que Sang Culé se retiran del Palau./Twitter
Momento en el que Sang Culé se retiran del Palau. Twitter
Guillermo García

Guillermo García

El 14 de abril de 2022 marcó un antes y un después en la historia reciente del Barcelona. Ese día, el Camp Nou se tiñó de blanco en sus gradas. El conjunto azulgrana, entonces entrenado por Xavi Hernández, se enfrentaba al Eintracht de Frankfurt en la Europa League y a pesar de que los culés jugaban como locales, por momentos parecía que se encontraban en el feudo alemán.

Ese día hasta 30.000 alemanes coparon las gradas del Camp Nou gracias a un cúmulo de circunstancias que escribieron una de las páginas más bochornosas de los últimos tiempos en el club culé. En aquel encuentro que finalizó 2-3 y dejó fuera a los de Xavi Hernández, los aficionados alemanes compraron las 5.000 localidades que les concedió el Barcelona, pero al mismo tiempo añadieron otras procedentes de los tour operadores y de los socios que pusieron a la venta al ser un encuentro entre semana y que no despertó mucha expectación, pero que a posteriori provocó el enfado del aficionado azulgrana por la imagen ofrecida.

Ahora ese enfado se ha trasladado al Palau Blaugrana, que en los últimos tiempos está viviendo situaciones similares con buena parte de las gradas ocupadas por las aficiones visitantes. Especialmente en Euroliga, como sucedió en el último compromiso del equipo de Joan Peñarroya (82-70 en una victoria fundamental para mantener las opciones blaugranas de estar en playoffs) donde las gradas lucían más el verde del Zalgiris que camisetas azulgrana, repitiendo una situación que ya se había vivido ante el Partizán de Belgrado.

Una imagen que fue todavía peor tras el descanso, momento en el que dos de los grupos de animación más importantes en el entorno azulgrana -Dracs 1991 y Sang Culé- abandonaron el pabellón como medida de protesta por la facilidad que tienen los aficionados visitantes para conseguir entradas y ser mayoría en el Palau. De hecho, los Dracs vivieron algún momento de tensión con los lituanos en el primer cuarto que les llevó a abandonar su ubicación y a quitar las pancartas en apoyo al equipo azulgrana.

Los dos grupos de animación abandonaron la cancha, pero antes de hacerlo se pudo ver a uno de sus responsables, Toni Valle, hablando con Joan Cubells, jefe del baloncesto azulgrana, para intentar arreglar una situación que se ha convertido ya en habitual en las gradas de un Palau cada vez más abierto a los aficionados rivales.

Por su parte, el otro colectivo que abandonó las gradas, Sang Culé, emitió un comunicado en redes sociales pidiendo medidas inmediatas al club: "Indignación absoluta. Lo que ha pasado en el Palau es inadmisible. Los aficionados del Zalgiris diseminados por todo el Palau han provocado una situación insostenible que algún día hará que pasa algo grave. La seguridad de nuestros jugadores y aficionados tiene que ser prioridad absoluta. Exigimos al club que tome medidas inmediatas! No podemos permitir que situaciones así se repitan".

Cada vez son más las voces que se alzan para protestar por las situaciones vividas en las gradas azulgranas en sus diferentes recintos. El responsable de los deportes profesionales del club Xavier O'Callahan, habló el pasado miércoles en Barça One y expresó la opinión y la empatía del club con sus aficionados.

"Evidentemente desde el club compartimos totalmente esta sensación de malestar que tiene el aficionado y el socio cuando viene al Palau. No es una situación nueva, ya ha pasado en el transcurso del tiempo, pero estamos dispuestos a poner todas las medidas posibles para minimizarlo al máximo. Desde el punto de vista del club, tenemos que seguir y acatar las leyes que hay, tanto de Eurolliga como de ACB y especialmente de la Comisión Antiviolencia, que son las que deciden qué partidos son de alto riesgo y en los que nos permitirían tener más manos para intentar minimizar aún más esta molestia", apuntó el exjugador de balonmano del club.