Cómo una provincia de 300.000 habitantes se ha colado en la élite deportiva entre Madrid y Barcelona
El Grupo Baskonia Alavés, que acaba de anunciar el fichaje de Pablo Laso para el equipo de baloncesto, se erige como una de las principales entidades del país.

Cuando uno mira el mapa nacional, a nivel deportivo, lo cierto es que, por lo general, suelen resaltar dos lugares por tener a sus equipos en lo más alto, en fútbol en LaLiga y en baloncesto en Euroliga. Madrid y Barcelona, los dos núcleos más grandes del país -con seis millones de personas el primero y cinco millones la segunda- suelen ser los principales nombres que se vienen a la mente. Si bien, la realidad es que hay un tercer punto. Una provincia de sólo 300.000 habitantes, que también logra mantenerse en la élite. Y se trata de Álava, donde la fusión entre baloncesto y fútbol sigue a la vanguardia del deporte nacional. Y que ahora, tras la llegada Pablo Laso al banquillo del Baskonia, ha vuelto a ponerse aún más en el foco.
Con la caída de Valencia Basket a la Eurocup, ya sólo son estas tres las provincias que, durante la temporada 2024-2025 mantendrán a sus dos equipos principales en la élite, siendo ambos del mismo club. Y es que el Grupo Baskonia Alavés se mantiene como uno de los proyectos referentes dentro del deporte nacional. Un proyecto que fue pionero en el ámbito deportivo nacional al haber sido el primer club de baloncesto en comprar uno de fútbol hace ya casi tres lustros.
Con el paso del tiempo, la realidad es que este grupo liderado por Josean Querejeta se ha erigido como uno de los principales motores económicos del territorio alavés. A nivel deportivo, en fútbol, el Deportivo Alavés disputará el próximo curso su temporada número 19 en Primera División en sus 103 años de historia, después de haber firmado su cuarto mejor año en la élite al haber quedado en décima posición. Todo ello gracias a un modelo deportivo con una visión a medio-largo plazo que busca crearse desde la cantera -en Álava provincia hay 3.525 licencias de fútbol masculino-, algo que tratan también de implantar en el baloncesto.
De hecho, esto es algo que se corrobora después del anuncio del fichaje de Pablo Laso como nuevo entrenador del Baskonia hasta el 2027. Tres años de contrato para tratar de implantar esa filosofía de impulsar el equipo de baloncesto con el fin de volver a situarlo entre los primeros puestos a nivel nacional, ya que en Euroliga sí que lograron el objetivo de regresar entre los ocho primeros, tras cinco años sin hacerlo.
La apuesta por Laso, como trata de hacer también el club a nivel de jugadores de formación, como es el caso del capitán, Tadas Sedekerskis, -en la provincia de Álava son 1.444 licencias masculinas las que hay en total (a partir de cadetes), mientras que son 72 las que pertenecen a Baskonia (casi un 5% del total)- busca recuperar a alguien de la casa para liderar el proyecto y hacerlo crecer a medio plazo.
Por eso, el técnico vitoriano, que regresa al sitio donde debutó en la élite como jugador con 16 años y en el que logró el primer título de la historia del club -la Copa Asociación en 1985-, se erige como la principal figura para recuperar esa esencia de carácter Baskonia.