El Real Madrid choca con la maldición del líder y cede su corona al Panathinaikos

Guillermo García

Publicado26 de mayo de 2024, 22:15 h

• Link
• Whatsapp
• X

Berlín.-El Real Madrid volvió a sufrir la maldición del campeón de la liga regular y tendrá que esperar a otra oportunidad para romper los 54 años sin repetir título europeo en dos temporadas consecutivas. El conjunto blanco, campeón en 2023, cedió el trono ante el empuje y la defensa de Panathinaikos, que maniataron a los blancos en la segunda mitad hasta dejarlos sin aire… y sin título de la Euroliga al imponerse por 80-95.

Comenzaron los de Chus Mateo en modo vendaval y todo apuntaba a una nueva exhibición de los blancos como la que protagonizaron en semifinales contra el Olympiacos. Sin embargo, los de Ergin Ataman demostraron más oficio que sus vecinos de Atenas y no se amedrentaron ante el poderío ofensivo de su rival. Poco a poco fueron picando la roca hasta dejarla en guijarro y poner el duelo a su favor.

Y ahí los verdes no fallaron. Llevados en volandas por un público que no paró de animar en todo el partido, los de Ataman fueron recortando distancia hasta ponerse por delante por primera vez con 56-58. Fue el fin de los madridistas. Sloukas asumió los galones de líder sobre los que había hablado Chus Mateo en la previa y dirigió a su equipo hasta la victoria, perfectamente acompañado por un Grant letal.

No era muy fan de Ergin Ataman, pero he de reconocer que supo llevar el ritmo del partido. Dejó que el Madrid saliera en tromba, pero entendió que el acierto del primer cuarto era difícil de mantener. Más si aumentaba el tono muscular de su defensa. Algo que fue haciendo a medida que avanzaban los minutos y fue, poco a poco, sacando de rueda a los blancos hasta disputarles el encuentro de tú a tú, maniatando el poder ofensivo de su rival. Con esta victoria además rompe la maldición de Obradovic, que rezaba que Panathinaikos no ganaba en Europa sin el serbio en el banquillo.

El Madrid cifró su arreón inicial en el acierto exterior de su equipo. Como había ocurrido ante Olympiacos, los blancos salieron en tromba. Sin embargo, el punto de mira les jugó una mala pasada en la segunda mitad, donde empezaron con un cero de 11 hasta que Llull, quién si no, lo remedió y anotó dos seguidos para dar una vida extra a los blancos.

Uno de los problemas con los que tuvo que lidiar el Madrid estuvo en la pintura. Los movimientos de dos pívots acostumbrados a salir de la zona como Lessort y Mitoglou alejaron del aro a Tavares, que no pudo ser decisivo con su defensa como en otras ocasiones. El caboverdiano tuvo problemas de faltas durante la primera mitad y al comienz del tercer cuarto y eso lastró mucho su defensa.

La foto es una que se repitió también en las semifinales. Los nervios del Real Madrid en los inicios de partido les están jugando malas pasadas. Especialmente a Chus Mateo. El técnico madridista protestó con vehemencia varias de las primeras decisiones arbitrales hasta el punto de ver una técnica en el primer cuarto. Su ayudante Paco Redondo tuvo que ejercer de Pepito Grillo y aconsejarle que se calmara para retomar las riendas del duelo.

Chus Mateo lo advirtió antes del partido. Si había algo que le preocupase antes del choque era el liderazgo de Kostas Sloukas. Es algo que es difícil de defender. Y el heleno agradeció el elogio dando la razón al técnico madrileño. Asumió los mandos de la nave helena en la segunda mitad y fue el jugador que marcó el ritmo del partido cuando su equipo más lo necesitaba. No tiene necesidad de anotar, pero cuando lo hace decide. No tiene necesidad de asistir, pero ve el juego como pocos. Y no tiene necesidad de defender a muerte, pero cuando lo hace es el espejo de todo un equipo.

Juancho, Berlín es el sitio de tu recreo. El español regresaba a la capital alemana donde se citó con la historia hace dos años y durante la final recordó a ese jugador importante que puede llegar a ser. El alero madrileño asumió un rol muy diferente que el de especialista desde el triple. Bajó el culo y defendió para ser importante desde atrás. Primero con Yabusele y luego alternando a Hezonja y Musa. Aportando desde ambos lados de la cancha para ganarse la confianza de Ataman.

El partido en Madrid que cambió el registro del Panathinaikos hasta llevarle a luchar por la corona continental