EUROLIGA | REAL MADRID 98 - PARTIZAN 94

El Real Madrid, el club de los imposibles y un precedente para el optimismo

El conjunto de Chus Mateo se apunta a la magia de las remontadas blancas logrando lo que nunca antes se había hecho. La última vez que remontó una serie en contra fue campeón.

Sergio Llull y Sergio Rodríguez, dos de los protagonistas del partido./Europa Press
Sergio Llull y Sergio Rodríguez, dos de los protagonistas del partido. Europa Press
Guillermo García

Guillermo García

El Real Madrid, da igual que sea en el Bernabéu o en el WiZink Center, ha normalizado el uso de la palabra 'milagro'. Sobre todo cuando está en juego el futuro en Europa, donde mantiene su hegemonía aún cuando comienzan a aparecer signos de declive. Sucedió, por ejemplo, el curso pasado con las remontadas que culminaron en la decimocuarta Champions. Y ha vuelto a ocurrir en esta Euroliga con otra gesta que era imposible hasta la fecha.

Lo dijo Vinicius, que vibró más que nadie en el WiZink Center celebrando enloquecido cada canasta del Chacho, nada más terminar el partido entre el equipo de Chus Mateo y el Partizan de Belgrado. "Nada es imposible para quien es madridista", señalaba el brasileño en redes sociales tras una nueva remontada.

Él vivió en el césped el año pasado las de PSG, City y la muestra de supervivencia ante el Chelsea. Y ahora le tocó vivir en la grada algo que hasta ahora no se había visto. Nadie en la historia de la Euroliga había conseguido remontar un 2-0 en contra en una eliminatoria al mejor de cinco partidos. Nadie hasta que llegó el Real Madrid y logró romper la estadística.

"Queda ahí y pasará más veces. Dos opciones: ser parte de la historia o escribirla. Hoy hemos escrito una página. Orgulloso porque los jugadores se han dejado el alma. Un equipo campeón no se deja ir nunca. ¡Qué lección de pundonor!", explicaba un orgulloso Chus Mateo en sala de prensa. El técnico blanco, acompañado por sus ayudantes a los que quiso agradecer su trabajo y apoyo, tenía motivos para sonreír.

El preparador madrileño ya tiene un nuevo mérito que añadir a su currículum. Se ha convertido en el segundo entrenador en la historia de la Euroliga que es capaz de vencer a Zeljko Obradovic en una eliminatoria. Hasta ahora sólo Velimir Perasovic lo había logrado al frente del Baskonia en 2006, cuando fue capaz de derrotar al Panathinaikos en tres partidos.

El técnico serbio sabe lo que es el Real Madrid. Como rival y como entrenador de un equipo que él mismo definió tras la derrota: "Es un gran equipo, un gran club. Tiene jugadores con mucho carácter. Hay que jugar 40 minutos. En la primera parte hemos jugado bien, después nos hemos quedado sin defensa".

Rudy Fernández. EP
Rudy Fernández. EP

Desde que la Euroliga instauró las series de cuartos al mejor de cinco partidos, en la temporada 2008-2009, ningún equipo que partía con el factor cancha a favor había perdido un quinto partido ante su público. Esa soga se colocó en el cuello del Real Madrid, que consiguió deshacer el nudo y evitó ser el primero, tras 15 eliminatorias, en perder el partido final en casa. El Madrid no falló a la estadística ni a sus precedentes con dos victorias en dos quintos partidos en casa.

Un precedente para soñar

Un 'match ball' para el que fue fundamental el público como reconocían jugadores y el técnico blanco. "Aunque al descanso íbamos perdiendo por una diferencia grande y encajando 55 puntos, no dudábamos. Buscamos una ventana para volver. El Chacho nos ha vuelto a la pista. La afición sabía que podíamos hacerlo y nos ha llevado en volandas. Sin ellos esto no hubiera sido posible. Lo digo de corazón".

Ahora, tras haber hecho historia, queda lo más difícil: la Final Four. Una cita con los tres mejores equipos del continente y para la que el Madrid llega con el 'mood' a tope. Y también con un precedente que invita a soñar. La última vez que el conjunto blanco consiguió imponerse en una serie que empezó perdiendo (3-1 ante Panathinaikos) terminó con la imagen de Felipe Reyes levantando la Euroliga de 2018. El último título continental de los blancos.