El Real Madrid falla su primer órdago de la semana y se queda sin red
Los de Chus Mateo caen ante un gran Paris Basketball y se la jugarán el viernes ante el Bayern de Múnich.

El equipo revelación de la temporada tenía esa etiqueta por algo. Y si hace un par de semanas lo dejó claro por su juego -aunque no lograse sacar entonces la victoria del Movistar Arena- este martes, el Paris Basketball no dudó en volver a demostrarlo y tomarse la revancha. Porque aunque el Real Madrid suele estar acostumbrado a este tipo de partidos, esta vez no le salió cara y tendrá que jugársela el viernes al todo o nada ante el Bayern de Múnich (73-81).
El partido empezó tal y como se preveía: con el Paris Basketball comandado por TJ Shorts y haciendo daño desde el exterior. Aunque el Real Madrid no tardó en responder y darle la vuelta al marcador, apoyándose en Edy Tavares y haciendo daño en la pintura al conjunto francés (13-8). La realidad es que uno de los ajustes que hizo Chus Mateo fue el emparejar a Alberto Abalde, que da más defensa que Facu Campazzo, con Shorts y dejar al argentino con Nadir Hifi. Y entre eso y que los blancos empezaron a encontrar acierto desde el exterior (Deck abrió la lata y se sumaron Campazzo y Hezonja), lograron equilibrar el ritmo de acierto francés.
Si bien, con las rotaciones del equipo blanco para dar descanso a Abalde, Campazzo y Tavares (que tras hacer la segunda falta con solo 3:56 jugado no volvió a jugar en toda la primera parte), los galos aprovecharon la explosividad de su base (tanto para buscar él el aro como para asistir) para volver a darle la vuelta al marcador con un parcial del 7-0, que les hizo tomar el dominio del partido hasta el punto de acabar llevándose el primer cuarto 22-27.
Chus Mateo sabía que necesitaba embarrar la circulación de juego y la velocidad de los de Thiago Splitter para evitar que pudieran atacar con esa explosividad que les caracteriza. Y esa necesidad quedó patente en el inicio del segundo cuarto en el que, aunque fue Dzanan Musa el que anotó la primera canasta, cuatro puntos seguidos del Paris hicieron al técnico blanco para el duelo (24-31). Y eso le sirvió para empezar a tomar el control.
Primero con una canasta de Facu, tras la que respondió el Paris; luego con una buena circulación de balón que acabó en triple de Campazzo y después con una buena defensa -notándose la presencia de Abalde y Deck en pista- que culminó con Garuba cazando el rebote, corriendo la cancha y anotando casi a placer para poner a los blancos a dos puntos y obligar a Splitter a parar el duelo en el ecuador del segundo cuarto tras ese parcial de 7-2 de los blancos (31-33). Y funcionó.
Porque tras el parón, Hifi volvió a hacer de las suyas para poner el +8 que acabó con Sergio Llull primero y Mario Hezonja después, recriminándole a Garuba un par de errores defensivos que hicieron que los blancos empezaran a desajustarse. Y un claro ejemplo de ello fue esa canasta errática de Musa, que pudo haber recortado la distancia a seis, pero no entró (33-41). El que sí que lo logró, tras esa reprimenda, fue Garuba que sumó desde el exterior… pero sirvió de poco, porque en el siguiente ataque parisino, Tyson Ward respondió de la misma manera (36-44). Y para poner la guinda al cuarto, TJ Shorts le ganó el mano a mano a Garuba para mandar el duelo a vestuarios con el +10 en el marcador (36-46).
El Real Madrid estaba totalmente atascado a nivel de juego. Y salvo alguna jugada en ataque en la que sí que compartían bien la bola por el exterior en busca del mejor tiro… las ideas en ataque colapsaban. Y todo ello ante un Paris que, por contra, tenía las ideas bien claras, sabía perfectamente a lo que tenía que jugar… y lo ejecutaba a la perfección. Y lo cierto es que tras la salida de vestuarios el guion apenas cambió. Y entre Kevarrius Hayes y TJ Shorts pusieron el +13 en el marcador.
El partido empezaba a embarrarse para el Real Madrid, aunque Abalde, que parecía el más lúcido de los blancos, lograse recortar distancias. Y fue precisamente gracias al gallego, que ordenó a los blancos, cómo Gaby Deck logró bajar la renta a ocho y después, tras cazar un rebote defensivo, logró iniciar la contra del Real Madrid para que Campazo pusiera el 49-55 y el Movistar Arena empezase de nuevo a creer... Aunque Collin Malcom tirase de muñeca y, desde el exterior, volviera a ampliar la renta parisina justo antes de que se embarrase el choque.
Una dudosa falta pitada a Mario Hezonja encendió a la grada -que no dudó en cantar eso de "Euroliga, mafia"-, mientras que TJ Shorts logró sacar el 2+1 ante Tavares... que vio su cuarta falta (49-61). Y fue entonces donde el Real Madrid echó de menos a Bruno Fernando, fuera de la rotación por decisión técnica, ante la carga de faltas del caboverdiano.
La entrada de Andrés Feliz dio otro aire al equipo blanco. Primero, con una canasta en la primera bola que tocó y justo después, cuando TJ Shorts subía la bola, sacándole la falta en ataque que hizo al Real Madrid recuperar la posesión y acabó con Serge Ibaka haciéndose grande en la pintura para bajar de nuevo de la barrera de los diez de diferencia (53-62). Una jugada que acabó con Gaby Deck poniendo la rúbrica desde el triple, tras aprovechar un error de los franceses y con Mario Hezonja dejando la distancia en solo cuatro (58-62).
En apenas un minuto, el Real Madrid había firmado un parcial de 9-0, gracias a esa subida de intensidad (y defensa), que pudo ser mayor si Feliz no hubiera fallado los dos tiros libres. Pero aun así, la versión que estaban dando los de Chus Mateo era bien distinta (y positiva). Y con ese 58-62 en el marcador, el duelo se fue a los últimos diez minutos.
Si había alguien que estaba tirando del carro en los blancos, ese era Feliz. Y lo dejó claro tras ese rebote de Deck, que no dudó en darle la bola para que el dominicano echase a correr y dejara la diferencia en sólo dos. El Real Madrid tenía que aguantar a nivel defensivo para así acabar poniendo nervioso al Paris. Y eso se evidenció con una técnica al banquillo de Splitter que acabó con Llull poniendo el 61-62 a 8:03 minutos del final.
Al Paris le estaba entrando el nerviosismo en ataque... y al Real Madrid, también. Y al final fue TJ Shorts el primero en obtener premio tras una guerra de triples erráticos por parte de ambos, que acabó respondiendo la dupla Campazzo (que volvió a pista por feliz) e Ibaka (descomunal en este último cuarto), con una canasta del segundo que volvió a dejar en uno la diferencia (63-64). Los blancos necesitaban volver a jugar de forma conjunta y evitar que cada uno hiciera la guerra por su lado. Y la zona 3-2 que había pintado Chus Mateo estaba ayudando a ello.
Sin embargo, en un desajuste de los blancos, Jantunen tiró de muñeca para poner el +4 y aunque Campazzo, con un tiro libre, recortó distancia, Hifi otra vez hizo daño desde fuera casi sobre la bocina de posesión a 2:40 del final (68-74). Y tras un minuto de sequía y un buen juego colectivo de los blancos, aunque Hezonja puso a los suyos a tres. Kevarrius Hayes de dos y Jantunen desde el exterior pusieron el +8 a 1:02 del final. Chus Mateo tuvo que parar el partido y Llull logró bajar la distancia a seis, pero aunque los blancos lo intentaban... no hubo milagro. El Paris se lleva el primer billete del playin para los playoffs donde se medirá al Fenerbahçe, y el Real Madrid se emplaza al viernes, en el Movistar Arena, para pugnar con por el último.