La tensión en el banquillo cuando todo parecía ir bien evidenció la irregularidad del Barça de Joan Peñarroya: "Venimos de días complicados..."

Si uno mira el resultado del Barça ante el Maccabi (100-71) entiende que el equipo de Joan Peñarroya se convirtió en un rodillo con el que se desquitó de esa dura derrota del domingo ante el BAXI Manresa. Y así fue. Sin embargo, la bronca que hubo en el tercer cuarto entre Youssoupha Fall y Tomas Satoransky, que no fue a más porque lo impidieron otros jugadores, acabó convirtiéndose en el claro ejemplo de que la irregularidad del Barça está haciendo mella en el vestuario. Y aunque Joan Peñarroya tratase de quitar hierro al asunto asegurando que es "bueno que haya tensión en el equipo", esto es un síntoma más de los altibajos que está teniendo el equipo esta temporada. Y es algo que el Barça necesita sí o sí controlar para que no les pase factura internamente.

El Barça iba por delante en el marcador. Todo parecía ir bien, porque los culés empezaban a encontrarse mejor en pista. Pero a Tomas Satoransky no le gustó una defensa de Youssoupha Fall que acabó en una penetración con canasta de Jasiel Rivero. Y ahí empezó toda la polémica que luego se trasladó al banquillo y que acabó con Dame Sarr, además de miembros del staff culé, tratando de agarrar al pívot, tras haberse intercambiado varias palabras con el base checo. Y sí, esa falta de solidez atrás que encendió la mecha es algo que le está pasando factura al Barça en muchas jornadas.

De hecho, para Peñarroya ahí estuvo la clave de la victoria: en encontrarse férreos a nivel defensivo. "En la primera parte no hemos estado lo sólidos que queríamos, pero en la segunda hemos mejorado el rebote, la situación defensiva... Y esto nos ha permitido sacar una buena victoria", reconoció el técnico, para luego incidir en la defensa. "Somos un equipo que en ataque no solemos tener problemas cuando compartimos la pelota. En defensa tenemos malos momentos y buenos y los malos nos castigan mucho", dijo.

De hecho, esa recriminación entre ambos que, desmesurada o no, acabó provocando esa bronca en el banquillo, muestra también que a nivel interno hay ciertas desavenencias. Y aunque esto es más habitual de lo que parece en muchos vestuarios, controlar este tipo de situaciones se antoja clave y ahí le toca trabajar al entrenador. De ahí esa frase de "hablaremos e intentaremos controlarlo" que acabó diciendo Peñarroya. Y pese a intentar quitar hierro al asunto y tratar de no entrar de lleno en lo ocurrido, acabó confirmando que esto fue fruto de la irregularidad y de esos "días complicados" que ha tenido el equipo tras dos derrotas consecutivas.

"Me he enterado cuando he salido del campo porque no lo he visto, me lo han explicado un poco. Ha sido una situación de tensión, no sé si lógica o no porque no la he visto. Venimos de días complicados. Que haya tensión es bueno, pero no sé qué se ha visto en las imágenes, evidentemente, hay que controlar esos momentos. Pero que haya tensión, con tantos partidos y desgaste, seguramente es lógico. Si la cosa ha ido un poco a más, hablaremos e intentaremos controlarlo", indicó.

Y es que los partidos que llegan a continuación, empezando por el de este viernes ante Olympiacos, son clave. Ya sea para mantenerse en la pelea de la que para el técnico es "la Euroliga más competida de la historia", de la Copa del Rey, que se juega la semana que viene, o de la Liga Endesa, donde el Barça está ahora mismo marcando el corte de los playoffs. Por eso para Peñarroya es clave que su vestuario mantenga la calma y la "cabeza fría": "Se pasa en una semana de ser un desastre, a luchar por todo. Estamos metidos de lleno en esta lucha. Hay que tener la cabeza fría".