Vezenkov, el amigo de Stoichkov que hoy reina en Europa y que no cuajó de azulgrana

Kaunas.- Sasha Vezenkov no ha dejado espacio para la sorpresa. El mejor jugador del mejor equipo de la liga regular recibía el trofeo al MVP de la temporada en la Euroliga tras un curso en el que ha sido el gran animador y referencia de un Olympiacos de aspira a todo de la mano del jugador de origen búlgaro. País al que defiende en competiciones internacionales, aunque bien podría haber elegido Chipre o Grecia, ya que pose las tres nacionalidades.

"Nada va a cambiar esto, voy a ayudar al equipo como siempre", aseguró el jugador búlgaro nada más recibir el trofeo que le acredita como mejor jugador de la Euroliga. Aunque confesó que no le importaría cambiarlo por el de campeón de la competición. "Espero que solo sirva de motivación y que sea solo el principio de algo más grande, también me ayude a ser más consistente".

La llegada de Vezenkov a lo más alto del escalafón europeo no ha seguido los patrones establecidos. Comenzó apuntando muy alto, siguiendo los pasos de sus padres. Especialmente de Sasho, que fue internacional con Bulgaria a finales de los 90, lo que le valió una gran amistad con quien entonces era el ídolo del país: el futbolista del Barcelona Hristo Stoichkov.

Quien sabe si fue la influencia del Balón de Oro o si fue la persistencia del equipo de la Ciudad Condal en su fichaje, pero lo cierto es que Vezenkov no tardó en vestir la elástica azulgrana. Lo hizo tras despuntar primero en Bulgaria y después en Grecia, donde se mudó a los 14 años para jugar en la cantera del Aris de Salónica. Allí empezó a andar el camino que hoy le ha llevado a lo más alto del Viejo Contiente. A los 16 debutaba con el primer equipo del Aris y sólo cuatro años más tarde se proclamaba MVP de la Liga griega.

Fue entonces cuando el Barcelona llamó a la puerta de este tirador zurdo de triple bandera. Puso sobre la mesa del Aris más de 300.000 euros y firmó al jugador por cuatro temporadas. Vezenkov llegaba a la élite continental con apenas 21 años. Todo estaba dispuesto para su irrupción. Sin embargo, el club azulgrana no entiende de plazos y el búlgaro fue cayendo en la intermitencia y la irregularidad, presa de la presión que conlleva jugar en un equipo como el culé.

Vezenkov no terminó su contrato. Tras tres temporadas y cuatro entrenadores diferentes, el hoy MVP de la Euroliga volvió a hacer la maleta y regresó a Grecia, a las filas de Olympiacos. En Atenas sus dos primeras temporadas fueron grises, como las del resto del equipo. Sin embargo en 2020, después de haber descendido, el club se puso en manos de Bartzokas que reflotó al club de El Pireo y a un jugador al que ya conocía de su etapa en Barcelona.

Con el técnico griego Vezenkov ha vuelto a parecer ese jugador que maravilló a todos con apenas 19-20 años. Ya el curso pasado avisaba de lo que podía hacer en una cancha, cuando el balón llegaba a sus manos. Era el líder de un Olympiacos que cayó ante el Efes en las semifinales de la Final Four de Belgrado ("Tuve mi peor partido en el peor momento", aseguró tras la derrota) y también fue la gran referencia de Bulgaria en un Eurobasket donde dio más de un susto en la primera fase, donde compartía grupo con España.

Sus actuaciones y sus números se han visto refrendadas esta temporada, donde ha promediado 17,9 puntos con un acierto de 64% en tiros de dos, 42% en triples y 85% en tiros libres, 7,3 rebotes y un robo para 22,6 de valoración en 29 minutos por partido. Una valoración que supone la segunda vez en la historia de la Euroliga en la que un jugador supera los 21 créditos en más de 30 partidos disputados. El primero fue Luka Doncic en 2018.

Al igual que el talento esloveno, Vezenkov también llamó la atención de la NBA desde que era joven. Especialmente de unos Sacramento Kings que se hicieron con sus derechos tras un traspaso con los Nets y que han invitado al jugador en más de una ocasión para que pruebe con ellos. Incluso Mike Brown, el técnico que ha devuelto a los californianos a los playoffs tras 17 temporadas, ha viajado personalmente a Atenas para ver al jugador en acción y tratar de convencerle para cruzar el Atlántico. De momento tendrá que esperar a que termine una F4 a la que Olympiacos llega como favorito gracias a su nuevo rey.