Un grupo de Whatsapp, jugadores NBA y sin árbitro: así son las exclusivas pachangas 'clandestinas' de Madrid
Organizadas por Alberto Martín, por ellas han pasado jugadores como los hermanos Hernangómez, Campazzo o el NBA Mo Bamba.

Es un jueves cualquiera del mes de junio en Madrid. A las 12 de la mañana, con el sol que empieza a quemar en lo más alto, Alberto Martín baja del coche con una bolsa con camisetas y dos balones de baloncesto. Minutos después entra en la cancha y se abrocha las botas. El base del CB Prat, un clásico del baloncesto madrileño y un fijo en las categorías inferiores de la Selección española, espera sentado con una libreta y un boli en la mano.
"Mira, uno que me acaba de poner que no viene", dice el base mientras recibe un mensaje en el móvil. Toca rehacer la lista que acaba de escribir. "Esta es la parte que menos me gusta de todo esto", afirma ante la mirada de Relevo, que ha conseguido 'colarse' en los exclusivos partidillos veraniegos que el exjugador del Real Madrid organiza desde el año pasado con Beyond U, 'Más allá de tí'. Ese es el nombre que le ha dado a esta comunidad formada por jugadores de baloncesto que buscan juntarse para seguir trabajando lejos de interferencias externas. Él es la cabeza pensante y las manos ejecutoras de una 'pachanga' que cada martes y jueves de junio y julio junta a algunos de los mejores representantes del baloncesto nacional.
Poco a poco aparecen en la cancha el argentino Juan Fernández; Malique Lewis, jugador de Fuenlabrada; Sergio Llorente, jugador del Bilbao Basket e hijo del mítico Joe Llorente, además de primo Marcos, el futbolista del Atleti; Javier Beirán, campeón del mundo en China 2019 o los hermanos Hernangómez, que aprovechan estos partidillos para ir cogiendo velocidad de crucero de cara a la Copa del Mundo y para probar situaciones de partido que han ido trabajando de forma individual durante sus vacaciones.

Sin cámaras, sin representantes, sin entrenadores, sin árbitros. Sólo jugadores para disputar partidos 'exclusivos' y en cierto modo clandestinos con los que no perder el ritmo de competición durante el verano. Un complemento al trabajo individual, al gimnasio y a la preparación física para llegar en las mejores condiciones a la próxima temporada. Aunque estos partidos son mucho más que baloncesto. Son unión, como explica a Relevo su 'alma mater' Alberto Martín, el segundo canterano que debutó de la mano de Pablo Laso en su etapa como entrenador del Real Madrid.
"Es volver a esos inicios de compañerismo, de los jugadores para los jugadores. Esto nace porque nos hace falta"
Jugador de CB Prat"Es un espacio que hemos creado los jugadores para poder reunirnos, jugar y generar comunidad. Es volver a esos inicios de compañerismo, de los jugadores para los jugadores. Esto nace porque nos hace falta. Nos faltaba algo en verano", asegura el base, uno de los jugadores con más internacionalidades en las categorías inferiores de la FEB. "Nos hacía falta. De hecho creo que mucha gente se pasa al 3x3 porque no tenemos algo como estos partidos. Nace de la carencia. Cada agencia o cada club tiene sus propios campus, sus propios entrenamientos, sus propios workout. Se había perdido un poco esa reunión entre jugadores y lo que buscamos es aislarnos de todo, de todo eso de los agentes, clubs e intereses ajenos y encontrar un espacio privado donde juntarnos los jugadores y competir".
El verano no sólo les sirve a los jugadores para desconectar y descansar. De hecho, la mayoría apenas se aleja dos semanas de la actividad. Aunque sea en el gimnasio. Sin embargo, muchos echaban de menos el contacto con el balón y con el resto de sus compañeros. "Todo el mundo ya entrena en verano. Antes no todo el mundo hacía ese trabajo y se notaba. Ahora lo que se nota es la gente que ha competido, que ha pasado el proceso de no perder el ritmo de partido, que es muy distinto. Lo que hemos buscado es eso, volver a divertirnos en un espacio que sea para nosotros y poder disfrutar del baloncesto nosotros".
Alberto coge la libreta en la que ha ido tachando nombres y pasando nombres de un lado a otro. Forma los equipos y comienzan los partidillos. El primero que llegue a 11 puntos, gana. Pero antes de empezar el siguiente el equipo que ha anotado el punto 11 tiene que meter un tiro libre para dar el partido por terminado. Si lo encesta, se toman un pequeño respiro y comienzan de nuevo. Son un máximo de tres equipos por jornada y durante una hora, más o menos, se juega al rey de la pista en una cancha que esta temporada les cede la Federación de Baloncesto de Madrid.
"Nos lo tomamos muy en serio y algún pique hay. De hecho yo algún día me he tenido que poner serio porque la cosa estaba muy tranquila. Yo creo que cuando nos picamos, siendo conscientes del límite, creo que es más divertido", asegura Sergio Llorente, que esta temporada ha vuelto a la ACB de la mano del Bilbao Basket. "¿Quién es el que más se pica? A mí me gusta picarme con Juancho, por ejemplo, porque al final defender a Juancho... A Willy no puedo, pero a Juancho sí, y meterle manos, presionarle, yo creo que le viene bien. Nos viene bien a todos y al final cuando tú subes el nivel, el partido se contagia".
Balón al aire (que suele lanzar alguno de los jugadores que se quedan en el banquillo) y empieza el choque. Dribbling, bloqueo y continuación, penetración, un balón que se dobla al exterior… y triple. "Nos lo tomamos muy en serio y nos lo pasamos muy bien, pero una parte básica para pasarlo bien es que haya un nivel de seriedad alto. Todo el mundo sabe lo que es jugar al más alto nivel y competir y cuando más compites, más divertido es. Nos lo exigimos nosotros. Es importante que el nivel y el ritmo sean lo más alto posible", revela Martín, que es el administrador de un grupo de whatsapp en el que él lanza las convocatorias cada lunes y cada miércoles y que recibe decenas de mensajes privados confirmando asistencia o excusando ausencias.
"¿Quién es el que más se pica? A mí me gusta picarme con Juancho, por ejemplo, porque al final defender a Juancho..."
Jugador del Surne Bilbao BasketAlberto mete la mano ante el bote del rival. No llega al balón e impacta con el brazo del contrario. No lo duda y pita falta. "Aquí pita el que defiende. Es algo en lo que nos hemos peleado mucho, pero creo que siempre hay que ser honesto", reconoce el base sobre la ausencia de árbitros y cómo se combate la picaresca que puede haber en estos partidos. "Cuando tú intentas entrenar, intentas que el nivel sea alto y hay días que hay faltas más leves y días que hay faltas más graves, pero siempre intentamos que el nivel sea alto y que haya honestidad. El que pitemos nosotros está ayudando a crear una cohesión de grupo".
"Aquí pita el que defiende. Es algo en lo que nos hemos peleado mucho, pero creo que siempre hay que ser honesto"
De todos modos, Alberto y el resto de jugadores están empezando a trabajar para que haya árbitros en estos partidillos. Creen que es una buena manera de crear comunidad también con ellos y que también les puede venir bien para trabajar durante el verano. "Creo que pueden tener cabida en esto. Ellos también necesitan pitar en verano y seguir en contacto con el baloncesto. Muchos de ellos pasan un largo periodo sin arbitrar y creo que les ayudaría".
Muchos de los jugadores que pasan por estos partidillos no tienen contrato de cara a la temporada que viene. Otros sí. ¿Qué dicen los clubes y los representantes de estas 'pachangas' y el riesgo de lesión que pueden suponer? Sergio Llorente apela al sentido común: "Entiendo que alguien ponga, no impedimentos, pero sí algún mensaje para que la conciencia del jugador esté un poco pendiente. Nosotros aquí jugamos al 100%, jugamos para coger ritmo, para no perderlas sensaciones de partido. Entonces yo creo que es necesario hacerlo. Yo creo que todos los que estamos aquí sabemos que no tenemos que pasar ciertas líneas para incurrir en algún peligro".

Campazzo, Mo Bamba y otras estrellas, presentes
Ese 'peligro' no ha impedido crear una comunidad cada vez más grande de jugadores que se ponen en contacto con Alberto para pasarse en algún momento del verano. No son sólo los Hernangómez, habituales hasta la llamada de la selección. Por estos partidos ha pasado gente como Facundo Campazzo el verano pasado, cuando todavía era jugador de los Denver Nuggets, o el pívot de los Lakers Mo Bamba. Competencia para subir el nivel de unos partidos que en 2022 ayudaron a Willy Hernangómez a llegar como un tiro a un Eurobasket del que terminó siendo MVP.
"Organizar partidos también femeninos de la misma manera que los quiero organizar en Barcelona y llevarlos a toda España. Pero es complicado encontrar pistas"
¿Y alguna jugadora ha llamado para participar en estos partidos? "La idea es seguir por ahí. Creo que las cosas hay que hacerlas bien y hay que hacerlas con un sentido. Esto acaba de nacer y estamos intentando ver cómo funciona todo, pero mi idea es tirar también por ahí. Organizar partidos también femeninos de la misma manera que los quiero organizar en Barcelona (de momento sólo los monta en Madrid) y llevarlos a toda España. Pero es complicado encontrar pistas y hasta que no tengas un sitio no puedes empezar a mover este tipo de partidos. Pero sí, nuestra idea es que esta comunidad de jugadores sea de chicos y chicas. Totalmente mixta".
Acaba el partido y todo son palmadas, risas y abrazos. Una hora de puro baloncesto. Sin artificios ni interferencias exteriores. Poco a poco la cancha va quedándose huérfana de botes y zapatillas chirriando en el parquet. "De momento no hay tercer tiempo", afirma Martín, que enseguida empieza a recibir mensajes en el whatsapp para apuntarse a la siguiente.