Hugo González, la joya juvenil del Madrid, firma un recital (22+12) para meter a España en la lucha por las medallas

España va camino de una nueva foto en el podio, la cuarta del verano, después de meterse en las semifinales del Europeo sub-18 en un partido trabado y difícil para el conjunto dirigido por Javi Zamora, que terminó superando a la correosa Turquía (67-75) para sumar su quinto triunfo en otros tantos partidos y conseguir el pase a la penúltima ronda del torneo continental.

El objetivo, tal y como reconocía Conrad Martínez, ya se ha cumplido y España ya tiene el metal a tiro. Con un equipo con nombres como Aday Mara, Mario Saint-Supery, Lucas Langarita o el propio Martínez, estar entre los cuatro mejores de Europa era poco menos que una obligación. Y han llegado a él para empezar a soñar con estar en lo más alto del cajón.

Si Zamora tenía pocos ingredientes con los ya mencionados, ante Turquía fue el turno de Hugo González. La gran joya de la cantera del Real Madrid, como demuestra la apuesta del club blanco por él para ser parte del primer equipo la próxima temporada, fue la estrella del conjunto español y cuajó su mejor partido del torneo dejando, además, algunas de las acciones más espectaculares del Europeo.

El jugador formado en San Agustín de Guadalix venía demostrando su solvencia a ambos lados de la cancha durante todo el torneo, pero en cuartos desarboló al conjunto otomano con 22 puntos (8 de 13 en tiros de 2) a los que sumó 12 rebotes, 4 asistencias, 3 tapones y 3 robos de balón para un total de 34 de valoración. Números de líder de un equipo en el que también brillaron Álvaro Folgueiras (6 puntos y 14 rebotes) y Saint-Supery, que se quedó a las puertas de un nuevo doble-doble.

Demasiado arsenal contra el que luchar para una Turquía que sólo cedió en su empuje en el último minuto del choque. Dos fallos desde el triple, cuando el equipo estaba a cinco puntos de diferencia, fueron definitivos para el conjunto dirigido por Yildirim, en el que Ozgur Cengiz brilló con 33 puntos. Aunque no fue suficiente para eclipsar la explosión de Hugo González.