BALONCESTO

Jabari Parker abre el melón entre NBA y Euroliga: "Aquí no se ve a los aficionados dejar sus asientos"

El estadounidense vive su primera experiencia en Europa.

Jabari Parker, en un partido de Euroliga este curso. /EP
Jabari Parker, en un partido de Euroliga este curso. EP
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El baloncesto en Europa y en Estados Unidos cada vez se parece más. Principalmente, por la subida de nivel que ha habido en el Viejo Continente en la última década y que hace más difícil la adaptación de jugadores destacados en la NBA. Un ejemplo reciente puede ser el de Kemba Walker, hace no tanto estrella al otro lado del charco y que está pasando desapercibido en Mónaco. Otra diferencia, está en los aficionados.

Muchos jugadores que vienen a jugar a Europa destacan el compromiso de los hinchas que abarrotan los diferentes pabellones, sobre todo en Euroliga, pero también en las competiciones domésticas. El último en sumarse a esta corriente ha sido Jabari Parker, que vive su primera temporada en el Barça tras pasar con anterioridad por equipos de la talla de los Milwaukee Bucks y los Boston Celtics.

El ala-pivot norteamericano está inmerso en los playoffs de la Euroliga con el conjunto catalán. Los azulgranas deberán recibir en el Palau al Olympiacos el próximo miércoles en el partido decisivo para entrar en la Final Four y sabe que el público será el jugador número seis en su intento por estar en Berlín. Y él quiere devolverles el esfuerzo que hacen por estar en el pabellón.

"Tenemos que darle a los fans algo por lo que pagar dinero. Pagan mucho para ver estos partidos y depende de nosotros. No me gusta cuando un equipo se toma un descanso o no hace jugar a sus estrellas. Sé que pasa, pero en la Euroliga está todo tan apretado que nos jugamos en cada partido. Aquí la gente viene a ver baloncesto, es diferente. En la NBA, a lo mejor la gente solo lo mira para socializar, hacer networking y comer mucha comida. Aquí no se ve a los aficionado dejar sus asientos", reflexionó esta semana.

Parker, además, habló de la competitividad que hay en el Viejo Continente, donde es más difícil ganar partidos para los grandes equipos. "Aquí, incluso cuando jugamos en Barcelona, los partidos son mucho más apretados y eso habla del nivel de competición que hay, todo el mundo puede jugar y es duro", concluyó.