NBA

Jimmy Butler y una cita con el destino

Por segunda vez en su carrera, Jimmy Butler estuvo en el lado equivocado de un game winner histórico. Esta noche buscará su redención con los dioses del baloncesto.

Jimmy Butler, frente a Al Horford, de los Celtics. /Reuters
Jimmy Butler, frente a Al Horford, de los Celtics. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Jimmy Butler es una historia de superación hecha jugador de baloncesto. Alguien infravalorado toda su carrera que se ha ganado la fama de estrella a base de trabajar más que el rival y que no está dispuesto a perder por nada. Pero también es el jugador a quien el destino le debe una victoria clave. Porque vio a Kawhi Leonard ganarle un séptimo sobre la bocina, el año pasado falló el tiro para ganarlo ante Boston y esta semana, Derrick White, otra vez en la última décima posible, le robaba un triunfo para pisar las finales. Uno que era la historia de redención perfecta para Jimmy.

El año pasado, en la misma serie, ante el mismo rival y en el mismo pabellón Jimmy Butler tuvo la oportunidad de mandar a los Heat a las finales de la NBA. Con menos de 20 segundos por jugarse y con los Celtics dos arriba en el séptimo partido de las finales de conferencia, Butler se jugó un triple punteado por Al Horford que se quedó corto. Uno que, en caso de entrar, hubiera puesto a los Heat por delante tras remontar 13 puntos en el último periodo. El mismo guion que esta semana, con Miami remontando y con Jimmy Butler levantándose para buscar un triple que le diera la victoria a los de Florida. La diferencia fue que esta vez, otra vez con Horford delante, el dominicano cometió una falta innecesaria.

Y Butler tenía por fin la oportunidad de redimirse. Tres tiros libres para compensar un triple del que se lleva hablando un año entero. Metió el primero, acertó con el segundo y no le tembló el pulso en el tercero. Y los Heat, virtualmente muertos tres minutos atrás, no solo estaban en el partido, lideraban por un punto a falta de tres segundos y con todavía un tiempo muerto disponible. "One stop", suplicaba Butler a sus compañeros. Una parada, frenar al rival una vez es lo que tenían que hacer los Heat para meterse en las finales ante Denver. Evitar que los Celtics anotaran era el único objetivo al salir del tiempo muerto para los hombres de Spoelstra.

Y por eso, cuando le negaron el tiro a Jayson Tatum se sintió como una pequeña victoria. Fue Butler quien, junto a Max Strus, cerraron el pase hacia la estrella de los Celtics. Recibió Marcus Smart quien se tuvo que lanzar un triple a media vuelta punteado por Gabe Vincent, que al salir el balón de las manos del base de los Celtics, celebró con los puños en alto. Porque el tiro no iba para nada bien dirigido. Y ahí fue cuando Jimmy Butler se olvidó de todo lo demás. Perdió a Tatum, que corrió a por el rebote ofensivo. Tampoco nadie estuvo pendiente de Derrick White, quien puso el balón en juego y atacó el aro ofensivo como si la vida le fuera en ello. Cada uno por un lado, el honor lo tuvo White que anotó una canasta histórica. 

Butler miraba a los colegiados haciendo el gesto de que el tiro no valía, que había sido fuera de tiempo, pero la repetición y Zach Barba, árbitro en jefe en el partido, confirmaban lo peor para Miami. Los Celtics ganaban el tercer partido consecutivo y forzaban un séptimo. Y ahora Butler tiene que ir a Boston a ganar un partido que le traerá recuerdos. "Si hubiera jugado mejor, no estaríamos en esta posición", decía al acabar el encuentro. Y tiene razón. Pese a los 24 puntos, once rebotes y ocho asistencias, Butler cerró la noche con 5/21 en tiros de campo y se olvidó de cerrar el rebote en la última posesión. Y ahora tendrá que jugar el cuarto séptimo partido de su carrera.

El primero fue hace más de una década, en Brooklyn con la camiseta de los Bulls. Uno que decidió Joakim Noah y donde Marco Belinelli fue clave. Anotó nueve puntos Butler, que jugó el partido entero. El segundo fue en Toronto, y como pasó en el sexto partido ante los Celtics, Butler fue testigo directo de una canasta para la historia de la NBA. Esa noche, Kawhi Leonard metió el único tiro de la victoria sobre la bocina en un séptimo partido, por encima de Joel Embiid y Ben Simmons, y con Butler como estrella en aquellos Sixers. Fue él quien empató el partido segundos antes, pero nadie pudo frenar a Kawhi hacia el anillo. Y Butler lo vio desde debajo del aro. 

Esta noche buscará saldar su deuda. Una en la que siempre ha dado, pero nunca ha recibido la suerte de los dioses del baloncesto, esos que son tan necesarios para luchar por el anillo de la NBA. Jugó las finales en 2020, en la burbuja, a las que llegó asfixiado y no pudo competir ante LeBron James y Anthony Davis. Hoy tendrá otra oportunidad de meterse.