NBA

Juancho Hernangómez, en busca de la reválida

Tras ser MVP de la final del Eurobasket, Juancho empieza una nueva aventura en Toronto con el objetivo de encontrar hueco en la rotación de los Raptors.

Juancho Hernangómez. /GETTY
Juancho Hernangómez. GETTY
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Los últimos 12 meses de Juancho Hernangómez han sido una absoluta odisea. Ha sido traspasado cuatro veces, pasando de Minnesota a Memphis (donde ni llegó a entrenar) para empezar la temporada en Boston. Los Celtics lo traspasarían a San Antonio antes de empezar a funcionar y acabar jugando las finales de la NBA y justo antes del final del mercado de traspasos, otra vez tuvo que hacer las maletas rumbo Utah. De agosto de 2021 a junio de 2022.

Y todo para acabar la temporada siendo cortado por los Jazz: de golpe, tenía que volver a luchar por un contrato NBA. Empezó la agencia libre, se movieron los grandes nombres del mercado y no había rumores sobre Juancho. Entonces fue el turno de los jugadores de rol y seguíamos sin saber el futuro del mediano de los Hernangómez. Así, hasta que apareció Toronto con una oferta de un año garantizada por el mínimo salarial (unos 2.3 millones de dólares). Tocaba mudarse a Canadá.

Qué mejor lugar que para empezar una reválida que la tierra donde fueron profetas tantos españoles antes que tú. Los Raptors son la franquicia NBA que más jugadores de la Selección ha tenido, con José Manuel Calderón abriendo la puerta, Jorge Garbajosa disputando un par de temporadas en una historia de amor acortada por las lesiones y donde Serge Ibaka y Marc Gasol tocaron el cielo, ganando el anillo con Sergio Scariolo como entrenador asistente. Ningún equipo NBA ha tenido tantos españoles.

A la mayoría de ellos les llamó antes de firmar su contrato, porque Juancho necesitaba referencias. "Antes de firmar, pregunté a Marc Gasol, José Calderón y Sergio Scariolo. Sergio fue parte importante del proceso", nos explicaba Juancho en el media day. Esa mañana salieron a hablar el presidente de la franquicia, Masai Ujiri, seguido de Nick Nurse, entrenador en jefe, los cinco titulares y Hernangómez. La expectativa por el recién MVP de la final del Eurobasket es muy grande, pero en parte viene acompañada por su papel en Garra, la película que protagoniza junto a Adam Sandler.

Bo Cruz, un joven español que trabaja en construcción en Mallorca, es encontrado por un ojeador de Phiadelphia 76ers (Stanley Sugerman) en un partido de baloncesto callejero en la isla. De ahí, juntos, Sandler y Juancho, inician una aventura para conseguir que el jugador sea elegido en el próximo draft de la NBA con los altibajos que toda relación entrenador y jugador tiene y el dramatismo del cine.

La película se estrenó a principios de junio, con los Jazz eliminados. Ahora, una vez vuelve la competición, es momento de separar realidad y ficción, de alejarse del alter ego que es Bo Cruz. Y el propio Juancho era muy claro al respecto: "Bo Cruz es ficción. Me lo he pasado muy bien, va a estar esa parte de mí para siempre y he conocido a maravillosas personas. Pero yo soy Juancho Hernangómez, he estado siete años en la NBA, soy campeón del mundo y de Europa".

En Toronto buscará la oportunidad de redimirse e intentará volver a encontrar ese baloncesto que le hizo ser pieza importante tanto en Denver primero como en Minnesota más tarde. Su paso por Utah fue positivo, pese al amargo final, y la imagen más reciente que tenemos de Juancho es anotando siete triples en la final del Eurobasket ante Francia, yéndose a 27 puntos y siendo nombrado MVP de la final. ¿Puede Juancho aplicar el estilo FIBA en la NBA? Esa es la duda que entre Nick Nurse y el jugador tendrán que resolver.

LA FRANQUICIA

Qué esperar de los Raptors esta temporada

Hay una historia recurrente en Norte América y es que, por temas de audiencias y consumo, las franquicias canadienses suelen ser ignoradas en los grandes medios estadounidenses. El único motivo es que Canadá tiene sus propios medios de comunicación, televisión, prensa y radio. Sin presencia en los medios, sin debate alrededor del equipo ni narrativas que alimentar, el equipo suele ser infravalorado si no olvidado. Por desgracia para Juancho, el caso de los Raptors, de entre todas las grandes ligas, es el más grave por abusivo y constante.

En los últimos 10 años son el cuarto equipo con más triunfos en la NBA, solo por detrás de Warriors, Clippers y Spurs. Y si filtramos desde 2013, cuando Masai Ujiri cogió las riendas del equipo, son segundos. Con su llegada cambia todo, sitúa a los Raptors como candidatos habituales a luchar por el anillo hasta el título de 2019. Una parte importante de la plantilla actual formó parte de aquel anillo: Pascal Siakam, Fred VanVleet, O.G. Anunoby o Chris Boucher, por ejemplo. Los tres primeros son el núcleo duro del equipo, los veteranos y al mismo tiempo las piezas clave.

Y falta hablar de la joya de la corona: Scottie Barnes. Flamante ganador del Rookie of the Year el pasado curso, se espera mucho de él esta temporada. Por ahora, Nick Nurse y Masai Ujiri confirmaron que será uno de los encargados de ejercer de base, de subir el balón y generar. A corto plazo, el objetivo es desarrollarlo; a largo, darle las llaves de la franquicia. Scottie es, además, uno de los motivos por los que Juancho decidió firmar por los Raptors:

La plantilla tiene un común denominador y al mismo tiempo un problema. Masai Ujiri tiene un tipo de jugador predilecto, un jugador hábil pero alto, rápido, con envergadura y capacidad para botar el balón y de gran envergadura. Lo que en Estados Unidos se conoce como forward. Nueve de los trece jugadores que tiene Toronto miden entre 200 y 206 centímetros, incluyendo a Hernangómez. Jugadores que son capaces de jugar de tres, de cuatro y de cinco, de abrir la pista o incluso bajar el balón, de cambiar defensivamente y que pueden tirar triples. Juancho entra al molde perfecto.

Hay una polivalencia como ninguna otra franquicia puede presumir, pero al mismo tiempo están cortos en las posiciones exteriores, con solo tres jugadores naturales (VanVleet, Gary Trent Jr y Malachi Flynn) y un único pívot, el rookie Christian Koloko. Por eso el curso pasado jugadores como Joel Embiid, Nikola Jokic o cualquier interior dominante hicieron estragos en la pintura canadiense, por la falta de músculo y altura. La solución ha sido insistir todavía más en el plan de los aleros altos polivalentes.

Juancho está listo, sabe cuál será su rol y tiene claro que nada ni nadie puede limitarle. Toca dejar a Bo Cruz en el pasado, toca incluso dejar la versión FIBA para verano y convertirse en la pieza que Toronto necesita de él. Al final, solo él mismo puede escribir el guion de su película.