LEB ORO

El Estudiantes vuelve a caer al pozo por tercer año seguido en la infernal LEB Oro

Siete de los últimos ocho descensos competirán la próxima temporada en segunda categoría.

El Estudiantes cae en la final de la LEB Oro./BALONCESTO FEB
El Estudiantes cae en la final de la LEB Oro. BALONCESTO FEB
Jonás Pérez

Jonás Pérez

La LEB Oro es un pozo, el infierno, la categoría que todo club de ACB quiere evitar. En primer lugar por su enorme competitividad. Cada partido es parejo, los equipos esconden un nivel muy similar y los resultados demuestran que el favoritismo es solo un cartel sin importancia alguna. Por otro lado, por el plano económico. La segunda categoría dificulta enormemente el desarrollo de las entidades en esta faceta y sus ingresos distan mucho de los de la élite.

Por ello, el objetivo de los que bajan no es otro que regresar lo antes posible y más cuando se trata de un club histórico como Movistar Estudiantes, que ha fallado por tercera vez consecutiva en su intento de ascender y continuará en LEB Oro una temporada más. Algo que se podría entender como un fracaso, aunque no es tal viendo la hemeroteca.

El dato, desvelado por el experto en el baloncesto no profesional español Ocbista, cuenta que de los últimos ocho descendidos de ACB a LEB Oro, solo uno ha logrado regresar: el Andorra. La máxima competición junto a la FEB regularon el tema de los descensos, antes algo descontrolado por las condiciones económicas, para garantizar que siempre bajaran dos equipos y, en consecuencia, subieran otros dos. Algo que ha mejorado considerablemente el nivel medio del baloncesto español en los últimos años.

En la actual LEB Oro, continúa Gipuzkoa, descendido en 2021, junto a Estudiantes, su compañero de aquella temporada. También San Pablo Burgos, caído en 2022, y que se ha vuelto a quedar a las puertas en la presente temporada. Tampoco han conseguido renacer ni Betis ni Fuenlabrada, que incluso sufrieron y solo los sevillanos se clasificaron en última posición para el playoff tras un año agónico.

Con la caída de Obradoiro y Palencia, en la próxima edición de la LEB Oro estarán siete de los últimos ocho descendidos, dejando una importante serie de nombres mediáticos. Mientras tanto, en ACB se defenderán con uñas y dientes Leyma Coruña y Força Lleida, los dos nuevos, y tratarán de replicar los brillantes resultados de sus homólogos en años anteriores.

Breogán, Girona, Covirán Granada y Andorra han resistido tras ascender de categoría y competirán una campaña más en la Liga Endesa. Alguno hasta ha paseado por Europa firmando un buen papel. De los últimos saltos de categoría, solo Zunder Palencia no ha conseguido su permanencia tras un combativo año en el que les faltó algo más de regularidad.

La gran presión de Estudiantes

Estudiantes cayó hace tres temporadas y se marcó la meta inmediata de regresar. No podía ser menos para un club reconocido en el baloncesto español, un histórico. Sin embargo, sufrían la presión inmensa de lograrlo. El pasado verano, llegaron los recortes. El club ahorró gastos y se destinó casi todo el esfuerzo en forjar una plantilla de nivel que pudiera pelear por volver a la ACB. Efectivamente, el rendimiento del elenco ha sido notable, aunque no suficiente.

Todo parecía ir bien hasta marzo. Incluso ganando la Copa Princesa. Pero una mala racha de resultados les alejó del liderato y, como suele ocurrir, en tiempos de tormenta, llegan huracanes por todos lados. Estudiantes acordó con Michael Carrera su salida, tras varios episodios polémicos de un jugador llamado a ser clave en la lucha por subir.

Mientras, caían lesionados Johnny Dee y Francis Alonso, dos de las estrellas del equipo. Traducción: cinco derrotas en seis partidos para cambiar su primera posición por la cuarta plaza. Una hecatombe. El equipo logró rehacerse y cerró con cinco triunfos seguidos. El problema es que, sin contar al Leyma Coruña, los otros dos clubes que quedaron por encima (San Pablo Burgos y Força Lleida) firmaron el mismo balance.

No pasaba nada. Estudiantes llegó al playoff como cabeza de serie, se impuso, también ganó las semifinales de la Final Four hasta que el Força Lleida se plantó en su camino. Ahora, los colegiales agachan la cabeza, conscientes de que el infierno de la LEB Oro les espera un año más. A ellos y a otros muchos que bajaron con el mismo reto de regresar de inmediato...