LEB ORO

Melwin Pantzar, el canterano del Real Madrid que se quedó "sin sitio" bate récords en LEB Oro

El base del Real Valladolid ha firmado un 53 de valoración, el máximo registro en la segunda categoría nacional desde 2015.

Melwin Pantzar se cuelga del aro en el partido ante Cáceres. /
Melwin Pantzar se cuelga del aro en el partido ante Cáceres.
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Cuando la tarde de este sábado sonó la bocina final en Pisuerga, los comentarios en Twitter de aquellos que siguen la LEB Oro y el baloncesto nacional giraban en torno a lo mismo. "De fuera de la galaxia"; "¿Cómo no está en ACB?"; "Pura magia". "Histórico"; "La LEB se le queda pequeña". Esto solo son cinco ejemplos de lo que uno podía leer sobrevolando la red del pájaro azul junto con un nombre: Melwin Pantzar. El base de Real Valladolid acababa de firmar no solo su mejor partido, a nivel de números, como profesional, sino también un récord de la competición: un 53 de valoración. Pero, ¿quién es este jugador del que todo el mundo habla? Un excanterano del Real Madrid baloncesto que se quedó sin sitio entre los grandes y que ahora se reivindica en la segunda categoría nacional.

Melwin Pantzar había aterrizado un par de años antes, en 2016, en la cantera blanca, tras haberse formado en las categorías inferiores del equipo sueco Solna Vikings. Y durante la temporada 2017-18 Laso apostó por incluirlo en los entrenamientos del primer equipo.

Debut en ACB y el apoyo a Llull

Era el año 2018 cuando, nada más cumplir la mayoría de edad, Pablo Laso apostó por el debut de aquel júnior que jugaba de base y que tenía como referentes a Luka Doncic, a Facundo Campazzo y a un Sergio Llull al que, además, había servido de gran ayuda. El balear, que se había roto el ligamento cruzado de su pierna derecha el verano anterior con la Selección española, volvió a reencontrarse con el baloncesto a través de los entrenamientos adaptados en los que, precisamente, participaba Pantzar.

Con 18 años y cuatro días, en la jornada 28 ante Fuenlabrada estrenó la camiseta del primer equipo, pero los 40 segundos que estuvo en pista no fueron suficientes para ver mucho de él. A la jornada siguiente, ante Baskonia, sí que disfrutó de más minutos (12:36) y fue ante el Herbalife Gran Canaria, en la jornada 34, cuando se le vio, de forma completa, entrar en rotación ante las ausencias de Llull, Doncic y Campazzo. En los 20:59 minutos que estuvo en pista anotó cuatro puntos, cogió dos rebotes y dio una asistencia. Nada mal para ser un canterano, pese a la que entonces fue la derrota de su equipo (88-78).

Tras la salida de Doncic a la NBA aquel verano de 2018, se asentó un poco más cuando Laso apostó por él para ocupar el puesto de tercer base del Real Madrid. Sin embargo, no llegó a cuajar en el vestuario blanco al no estar al nivel que quizá se esperaba de él.

El adiós al Real Madrid

En los cinco partidos que disputó aquella temporada 2018-19, solo anotó seis puntos, cogió cuatro rebotes y dio tres asistencias, unos números pobres a ojos del equipo. A aquello se sumó la subida al primer equipo de Usman Garuba y de Mario Nakic, así como la llegada de Nico Laprovittola, lo que hizo que Pantzar abandonase la disciplina madrileña y buscase suerte en Francia, concretamente en el AS Mónaco, ante su falta de sitio en Madrid.

En el filial del Mónaco hizo de las suyas y eso le valió para subir al primer equipo, con el que disputó cinco partidos en los que rondó los 14 minutos de media, y con el que llegó a debutar en Eurocup. Y tras una temporada en suelo galo, regresó a España para enrolarse en las filas de un Real Valladolid en el que ahora cumple su tercera temporada sin pasar desapercibido.

El primer año dejó su sello y el nombre del internacional sueco comenzó a sonar en la segunda categoría del baloncesto nacional. El segundo, subió el nivel, mejoró sus números y, de cara a los playoffs dio otro paso más al frente hasta alcanzar una media de 15 créditos de valoración. Entonces ya había quienes consideraban que algún equipo ACB le echaría el ojo -no era nada descabellado, cuando se sumó a las filas del Basquet Manresa en mayo de 2021 hasta final de temporada-, pero la apuesta del conjunto blanquivioleta por Pantzar era un hecho y el jugador decidió seguir en Pisuerga. Aquella decisión ha propiciado que a sus 22 años de un gran golpe sobre la mesa que terminó por consagrar el pasado sábado.

El récord

Melwin Pantzar es el segundo jugador más valorado de la LEB Oro a nivel global esta temporada, con una media de 20,82 de valoración en 17 partidos jugados de 17 jornadas. Tan solo lo supera el alero de Força Lleida Michael Carrera (25,24), pero lo que sí ostenta es un récord que no se alcanzaba desde hacía ocho años.

Cuando este sábado el UEMC Real Valladolid venció en la prórroga al Cáceres (90-86), el dorsal 19 del conjunto vallisoletano había fulminado las estadísticas. 38 puntos, con un 10/19 en tiros de dos, 3/7 en triples, 15/17 en tiros libres, siete asistencias dadas y cinco rebotes capturados y 12 faltas a favor fueron sus números. Y todo ello saliendo desde el banquillo. ¿La consecuencia? Un 53 de valoración para coronar lo que fue una auténtica exhibición sobre la pista, demostrando, precisamente, esa madurez de la que años atrás adolecía. Y su entrada a la historia de la LEB Oro.

Pantzar se ha colocado como el sexto jugador en lograr la máxima valoración en un partido en la segunda categoría nacional, tras Derrel Washington (65 valoración); Eric Cuthrell (61); Jakim Donaldson (60), Antwain BArbour (57) y Darren Phillip (57). Y, además, ello ha supuesto lograr el máximo registro en LEB Oro desde el año 2015. Por eso, los seguidores de la LEB no tardaron en difundir una hazaña que eleva el nombre de Pantzar a lo más alto del baloncesto nacional.