¿Quién le pone el cascabel al Burgos? Apuntes sobre la Final Four de LEB Oro

La LEB Oro llega a su momento culminante de la temporada. Tras conseguir el MoraBanc Andorra el ascenso como campeón de la competición al acabar primero en la fase regular, cuatro equipos se baten en dos días en la Final Four por la segunda plaza en liza para jugar en la próxima Liga Endesa.
Cuatro han sido las Final Four disputadas en la historia de la competición y, las dos primeras, celebradas en Cáceres (Gipuzkoa Basket de Pablo Laso campeón) y Fuenlabrada (Lucentum Alicante de Óscar Quintana), no tuvieron anfitrión en la categoría de LEB Oro. En las dos últimas, el organizador ha sido el ganador: Bilbao en Miribilla y Básquet Girona en Fontajau. Y en este caso, creo que el Hereda San Pablo Burgos es el equipo al que los otros tres intentarán ponerle el cascabel. No sólo porque juega en casa (14 victorias y 4 derrotas como local), sino por las sensaciones y el equipo conformado son, para mí, el gran favorito a volver tras un añito en el infierno a la Liga Endesa.
El mejor equipo de la Liga en ataque ha potenciado sus bondades ofensivas en el playoff ante el Movistar Estudiantes: 93,7 puntos por partido con 1,18 puntos por posesión por los 83,8, segundo mejor, y 0,98 de la fase regular; de las 17,8 asistencias, mejor equipo de la competición, a las 20,3 en el playoff; de los 9,9 triples y un 34,3 % de acierto a los ¡15,7 con un 53,4 % de acierto!...
Y, sobre todo, una sensación de colectivo, de bloque, en el que todo jugador que sale a la pista aporta. La solvencia de Rodrigo San Miguel y la presencia de uno de los mejores bases de la competición como Luka Rupnik; Khyri Thomas, un ex NBA, Euroliga y ACB con gran talento anotador en el perímetro y los soldados triplistas Álex, López y Barrera, en su segunda etapa en Burgos; la lectura del juego y la anotación en el poste bajo de Mahalbasic; los intangibles de Kacinas y la experiencia y ayuda de Carlos Suárez en el rebote… Así lo atestiguan los números: seis jugadores por encima de los 9 puntos de promedio en la anotación y otros tantos en la decena de créditos de valoración. Y Curro Segura a los mandos en su vuelta a España con tres ascensos en su trayectoria con Menorca, Zaragoza y Betis.

Su rival en la semifinal será la cenicienta de los cuartos del final: el Guuk Gipuzkoa Basket que fue capaz de tumbar a un gran Leyma Coruña, que había sido capaz de encadenar hasta nueve triunfos seguidos entre enero y marzo.
Pero la cenicienta llega sin su zapato. Llenar el hueco de su líder y referente Justin Jarowski, 36 puntos en el cuarto y definitivo partido de la eliminatoria de cuartos de final y máximo anotador de la competición con 19,32 puntos por partido, no será una tarea sencilla para el equipo de Lolo Encinas. No sólo por su producción ofensiva (su ataque sin el estadounidense está al nivel del peor ataque de la competición), sino por el nivel de utilización. En ataque se pasan el balón, encuentran las ventajas y rara vez toman un mal tiro. La duda es saber cómo van a suplir la baja de un jugador tan importante. Obligará a otros jugadores a asumir un rol al que no están acostumbrados, y puede que tampoco capacitados. Seguramente veamos a los dos bases (Oroz y Zubizarreta) jugar juntos y mayor papel de Motos, pero pierden mucha amenaza en el tiro.
Con una rotación corta, con gran presencia guipuzcoana de los Motos, Oroz, Zubizarreta, Beraza y De la Hera, el italiano Sollazzo, el estonio Nurger y el croata Delas tendrán que dar un paso adelante además de esperar el mejor rendimiento del 'hijo adoptivo' Carlson, además de aprovechar el buen momento de Ander Martínez. ¿Misión imposible? Casi… pero lo mismo pensaría mucha gente de lo que iban a ser los cuartos de final y ganaron dos partidos en O Forno de Riazor.
La gran rivalidad entre Palencia y Valladolid copa la otra semifinal. Se enfrentan la tercera frente a la segunda mejor defensa de la Liga, sólo por detrás del ascendido MoraBanc Andorra.

El UEMC Valladolid es el equipo más físico de la liga posición por posición. Pueden jugar con quintetos muy grandes. Equipo efectivo en ataque, y de los que más veloz juega de los clasificados, con el sello de Paco García, son fiables en el rebote pero sufren si les igualan el nivel físico.
Sus dos bases tienen un peso fundamental en la creación de juego y en la anotación. Si Melwin Pantzar, al que la próxima temporada veremos en ACB en Bilbao, ha sido sexto máximo anotador de la fase regular (15 puntos por partido), noveno máximo asistente con 3,97 y más valorado, con permiso de un Carrera que emigró a Gran Canaria, con 20,06 créditos y del playoff con 19,75, Mike Torres no le ha andado a la zaga frente al ICG Força Lleida con 14+3,5 para 15 de valoración en los cuatro partidos.
Tiradores como Gantt en la posición de escolta y Kovacevic, a caballo del 2 y el 3, con situaciones específicas para ellos, apoyados por un multiusos como Puidet y un 3 muy, muy físico como Belemene, que puede emparejarse en defensa sobre los bases, completan el perímetro.
En el juego interior, el siempre incómodo y trabajador De la Fuente con Mazaira al cuatro abierto (alguna vez también de tres) y Kuiper y dos pívots que, sin tener grandes recursos, tienen cierta efectividad en poste bajo como Kevin Allen y Lucas N'Guessan, que llegó para cubrir la baja de un pilar como Kabasele, baja por una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla.

Palencia tiene como prioridad defender muy bien la pintura y a cambio conceden el tiro de tres puntos, especialmente a los jugadores menos fiables, siendo muy sólidos en el rebote. Con una rotación corta, veremos si les puede penalizar a la hora de, si pasan la semifinal, tener que jugar dos partidos en 48 horas.
Pese a tener un ritmo muy controlado de juego, buscan situaciones muy sencillas y muy directas en ataque: no corren mucho pero en 5x5, en estático, quieren anotar en los primeros segundos de la posesión.
Equipo que más small ball juega, cuenta con el know-how de la pasada edición de su entrenador Pedro Rivero y Chumi Ortega en la que cayeron ante el Movistar Estudiantes en Girona en semifinales.
Tienen mucha dependencia de 'la mano que mece la cuna' Wintering, precisamente un ex Valladolid, que lleva perfectamente el ritmo de partido y tiene un tremendo tiro tras bote de dos puntos, estando muy bien complementado por Germán Martínez.
Schmidt es el verso libre del equipo y con licencia para salirse del sistema y buscar tiros de riesgo mientras que Manu Rodríguez pone el contrapunto: solidez en el tiro y en la ejecución. Kamba pone el físico en la posición de alero y el jugar en campo abierto. Mientras que el murciano Chumi Ortega hace de todo: será ACB en breve y tiene energía y carácter que siempre demuestra en la pista.
Plantilla sin un stretch 4 fiable, veremos si eso es un problema en esta Final Four. McGrew es probablemente la clave del equipo, el pegamento, competitivo y con un IQ muy por encima de la media de la Liga, siendo capaz de jugar al 4 y al 5.
En el puesto de cinco, Kostadinov pone el talento y la capacidad atlética pero es muy intermitente. Kasibabu ha demostrado un rendimiento irregular durante la temporada pero viene de hacer una gran serie contra Alicante: casi doble-doble con 10,3 puntos y 9,7 rebotes para 15,7 créditos de valoración, la misma que Ortega y con la que han sido tercero y cuarto mejores en este ranking en el playoff previo.
Y Rozitis, muy blando y con poca confianza por parte de su entrenador, pero que tendrá la oportunidad de reivindicarse y demostrar por qué lleva seis temporadas seguidas en la LEB Oro y por qué la experiencia es un grado: ganó la Copa Princesa en 2020 con el GBC y jugó la Final Four de 2019 de Bilbao con el Ourense.
El triángulo formado por Wintering-Ortega-McGrew, clave de cara a las aspiraciones de un equipo que fue el único capaz de aguantar el pulso al Morabanc Andorra y que no le penalizara ese esfuerzo en el playoff.