Amine Noua se enfrenta a Ibon Navarro, su 'mentor' en la ACB, tras convertirse en el líder silencioso del Covirán Granada: "No soy un jugador al que veas gritar mucho..."
El internacional francés atiende a Relevo para repasar su trayectoria y lo que está siendo su segunda etapa en la Liga Endesa.

Seguramente si se pregunta a la afición del Covirán Granada por quién es el superhéroe del equipo la respuesta sea unánime: Amine Noua. Sin hacer mucho ruido, pero con un juego colosal sobre el parqué, el internacional francés (Lyon, 1997) se ha convertido en el líder indiscutible de los de Pablo Pin en el que ha sido su regreso a la Liga Endesa, la "mejor competición de Europa de lejos", asegura, y en la que debutó en 2021 de la mano del que hoy se convierte en su rival: Ibon Navarro. Aunque lo cierto es que de aquello ya ha llovido bastante. Tanto, que incluso ahora es "un jugador diferente" que ha hallado en Granada ese lugar para reencontrarse consigo mismo sobre el parqué.
De su temporada, su reciente MVP de la jornada, su trayectoria, su regreso a la selección francesa y sus objetivos, entre los que no falta lograr la salvación con el Covirán Granada, ha hablado en una videollamada con Relevo en la previa del que será el derbi andaluz en el Martín Carpena (18:00 horas).
Te has convertido en el líder del equipo y el MVP de la jornada lo demuestra. ¿Qué supone para ti ser el referente del Covirán Granada?
Es increíble para mí porque es muy difícil ser MVP de la ACB, así que personalmente es algo que aprecio mucho y agradezco haber conseguido.
¿Qué te pide Pablo Pin y qué crees que debes mejorar?
Tú siempre puedes mejorar, para mí, intento ser más versátil, intento hacer más cosas en la pista, no sé exactamente en qué tendría que trabajar más, pero cada día intento trabajar en todo. Defensivamente, quiero jugar en defensa desde el uno al cinco, para tener más opciones para el equipo. En ataque, trabajo en mi tiro, intento ser consistente. Eso es algo en lo que he trabajado año tras año porque quiero ser consistente en el tiro sobre todo en el triple. Intento alternar mi juego, sé que puedo jugar al poste bajo, así que intento hacerlo también más desde fuera.
¿Sientes algún tipo de presión por tener esa responsabilidad?
No, aunque la pizarra que tenía con mis clubes antes era muy diferente, venía del banquillo, yo intento ser sólido. Esta temporada quiero realmente dar un paso adelante y tener más responsabilidad y eso es lo que me ha dado Granada. Ellos me dan mucha responsabilidad, quieren que sea un líder en la cancha y eso es lo que intento hacer. Realmente intento ayudar al equipo tanto como pueda desde cualquier parte de la cancha. Yo sé que no soy una persona con mucho lenguaje corporal, que tú puedas ver gritando mucho, no, soy más tranquilo, pero en la cancha realmente trato de desentrañar el juego.
Tus números esta temporada te han hecho incluso volver a ir con la selección francesa en las Ventanas (la última vez fue en 2021). ¿Qué supuso eso para ti?
Para mí la selección significa mucho, representar a mi país, llevar la camiseta azul es algo icónico. Solía jugar en la selección cuando era joven, con 15, 16 hasta los 20 años. Mi objetivo principal siempre fue estar en la selección como profesional. Realmente aprecio cuando ellos me convocan. Yo estaba preparado, después de tres años, ha sido mucho tiempo, pero estaba preparado para volver y enseñar que he mejorado mi juego, lo que he cambiado, que soy un mejor jugador. Realmente ha sido una experiencia genial, hemos conseguido el billete al Eurobasket, que era el objetivo. Ha sido divertido ver a compañeros que se formaron conmigo y jugué con ellos, como Élie Okobo, Theo Maledon… Ha sido una experiencia genial. Espero estar con el equipo en el Eurobasket, ese sería mi objetivo, ojalá.
Todo esto está haciendo que muchos equipos, incluso de doble competición, estén siguiendo tu temporada. ¿Crees que esta temporada puede ser un antes y un después en tu carrera?
Para mí aún es pronto para pensar en eso. Durante la temporada, cuando ves la situación del equipo, nosotros estamos muy concentrados en eso. Nosotros intentamos ganar tantos partidos como podamos. Sólo quedan 13 partidos, para nosotros realmente es un sprint, un sprint final. Tenemos que considerar cada partido como una final. Mi mente está centrada en eso. Luego ya veremos. Ahora estoy realmente enfocado en el equipo.
El sábado estuve en el pabellón en vuestro partido ante UCAM Murcia y se os escapó al final… ¿Qué le está faltando al Covirán Granada para llevarse las victorias en partidos como ese, que son muy ajustados y al final se acaban escapando?
Buena pregunta… Hemos tenido muchos partidos como ese que se han perdido al final. Me acuerdo de Baskonia en diciembre, Real Madrid en enero… Es muy frustrante. Sientes que luchaste durante 35-36 minutos, pero en los últimos dos, tres o cuatro minutos pierdes algo. Los detalles con este tipo de equipos son muy importantes, porque es muy duro ganar. Tienes que ser consistente los 40 minutos. Yo realmente aprecio que el equipo da todo, luchamos hasta el final, pero como he dicho, ante este tipo de equipos, hasta que no escuchas la bocina, el partido nunca ha terminado. Tenemos que seguir adelante. Espero que para los siguientes partidos la situación sea diferente para nosotros. Pero, como se ha podido ver, nosotros hemos estado cerca de ganar casi siempre y eso es genial, porque es algo positivo. Es algo sobre lo que hablar para intentar ajustar errores.
¿Cómo de importante es la mentalidad en este tipo de cuestiones y más en equipos que pelean por la salvación? Porque la ACB es una competición muy dura…
Es difícil, porque para mí la ACB es la mejor competición en Europa de lejos. Cada partido es una final, cada partido es una lucha, especialmente al final cuando tú quieres llegar a los playoffs o tú quieres jugar en una gran competición europea. Intentar sobrevivir en ACB para todo el mundo es una meta. Es muy duro ganar. Puedes ver los dos últimos años de Granada, quedándose en ACB en la última jornada… Espero que esta temporada sea diferente, que antes de la última jornada hayamos logrado la permanencia, pero es muy duro.
Echando la vista atrás, ¿qué ha cambiado entre el Amine Noua que en 2021 llegó por primera vez a la ACB y el de ahora?
La primera cosa que ha cambiado es que ahora soy padre y eso es algo grande… (ríe) Es algo de fuera del baloncesto, pero realmente es importante para mí. La familia es muy importante para mí. Y a nivel de baloncesto… pues muchas cosas. Para mí la de Andorra era mi primera experiencia fuera de Francia y era algo difícil. Tienes que adaptarte. Cuando vienes a la ACB es realmente duro, especialmente cuando tienes responsabilidades. Hasta ese diciembre del 2021 tuve muchos altibajos. Después cogí el Covid, estaba realmente enfermo, me sentía realmente mal y no fui el mismo jugador. Fue un año realmente difícil. Pero después de esa experiencia, bueno, después de las experiencias de las últimas temporadas, soy mucho más maduro ahora, soy un jugador diferente. Sigo trabajando siempre, cada verano… Y ahora siento que estoy preparado. A mis 28 años estoy preparado para asumir esas responsabilidades, desempeñar ese rol, ser consistente… y eso es bastante para el futuro.
Precisamente en aquella época, tu entrenador era Ibon Navarro, el técnico que este fin de semana se sienta en el banquillo rival con el Unicaja…
Ibon es una locura de persona. Él siempre me ayudó mucho cuando tuve problemas. Siempre estuvo detrás de mí, apoyándome, intentando encontrar buenas palabras. Tengo muchas cosas positivas que decir de él y me alegro mucho por él de lo que le está pasando. Él se lo merece. Pero este sábado va a ser una lucha y eso no importa. Para mí lo importante es ganar, no me importa quién tenga en frente.
Volviendo a tus inicios, ¿cómo empezaste a jugar al baloncesto?
Empecé a jugar cerca de Lyon, en un club pequeño cuando tenía unos ocho años. Estuve cuatro años más o menos y luego me fui al ASVEL, empecé realmente joven en ASVEL, con unos 11 o 12 años. Pasé por todas las categorías hasta ser profesional. Para mí eso es algo grande. Cuando tenía unos once o doce años, veía los partidos con mi padre, no podía perderme ninguno con mi padre. Recuerdo que para mí mi objetivo era estar en la pista, jugar en mi ciudad, era como un sueño. Y recuerdo mi primer partido allí. Todo el mundo estaba orgulloso, toda mi familia… Fue realmente genial. Después me mudé a Andorra, volví a Asvel; la pasada temporada jugué en varios equipos y acabé el año bastante bien. Acabé jugando la Final Four con el Fenerbahçe y fue una experiencia increíble. Esta temporada estoy realmente agradecido al Granada. Ellos me han dado la oportunidad de volver a la ACB. Y mi objetivo es devolverles lo que ellos me han dado.
Por lo que cuentas de ver los partidos con tu padre… ¿se puede decir que él es el culpable de que te dediques a esto?
¡Sí, claro! Él era jugador de fútbol en Marruecos, un deporte totalmente diferente, pero siempre nos empujó a mis hermanos y a mí a practicar algún deporte. Yo empecé jugando al rugby, luego fútbol… Practiqué muchos deportes y empecé en baloncesto solo por probar, pero realmente me gustó. Él siempre me empujó a hacer trabajo individual, a practicar más que el resto de jugadores. Siempre me empujó a ello desde el primer día y estoy realmente agradecido por eso.
¿Quién era tu referente?
Diría que LeBron James. Cuando era pequeño, veía cada partido que jugaba. En Cleveland o Miami. Ahora puedes verle con 40 años y sigue jugando increíblemente. Él es realmente un ejemplo para cada jugador.
¿Cuáles son tus metas?
Bueno como he dicho, con Granada luchar para seguir en ACB. El club se lo merece, es una organización genial, un equipo genial con gente impresionante. Mi objetivo principal está centrado en eso. Y también sería intentar ir con Francia al Eurobasket. Esas serían mis dos metas ahora.