Una caldera, un sold out y toda Murcia rendida a su equipo de baloncesto: "Somos aficionados desde hace 30 años y esto era impensable"
El UCAM Murcia está firmando la mejor temporada de su historia.

Murcia.-Una menos cuarto del medio día, en la zona de la estación de tren de Murcia. Una pareja cruza la calle ataviada con las camisetas del UCAM Murcia. Aún faltan cinco horas para la gran cita, pero da igual. Porque lo que ha hecho el equipo de Sito Alonso bien merece que, desde primera hora de la mañana, la ciudad empiece a teñirse de rojo. Y así ocurre. En las terrazas de los bares no se habla de otra cosa. "Es que lo de hoy... Puede ser heavy", comenta un grupo de amigos. Están de previa de lo que es su gran día. "Nos lo hemos ganado. Nada más con estar aquí ya es suficiente. Nadie creía en nosotros y fíjate... Esto es como la final de la Champions", admitía a Relevo Miguel. Porque sí, aunque todo el deporte parece paralizado por lo que ocurre este sábado en Londres, en Murcia es otra historia y se han ganado el derecho de que así sea.
"Es impresionante. Es el día más grande de la historia del club. Ya desde principios de temporada veíamos que el equipo este año iba a ser diferente y al final pues mira... A punto de llegar a la final", confesaba desde el mismo Palacio de los Deportes de Murcia un aficionado del club universitario. Ese que 20 horas antes de que arrancase el partido ya había colgado el sold out. Algo que ya demostraba que lo de este sábado no era cualquier cosa. Y la realidad es que eso se vivía en el ambiente incluso mucho antes. Porque no eran ni las cuatro de la tarde todavía cuando los aledaños del pabellón ya empezaban a teñirse de rojo. Sobre todo, mientras que los jugadores iban llegando a cuenta gotas, cada uno en su coche, para dar la máxima normalidad posible a lo de este sábado... aunque no lo sea.
"Kurucs, Kurucs, una foto, una foto... Que llevo aquí desde las tres de la tarde", le pidió un aficionado a Rodions Kurucs, uno de los héroes del equipo en Málaga. Y el letón no dudó en pararse. Él fue el primero en llegar a eso de las cuatro de la tarde. Aunque no mucho después el siguiente fue Dylan Ennis y también se dio su particular baño de masas. En su caso, una niña con muletas le enseñaba su pancarta en la que le pedía su camiseta. Y ahí llegó la promesa: "Si ganamos, te la doy", le dijo el jugador. Otro gesto más que demuestra esa increíble comunión que hay entre el equipo y la afición.
🏟️ Así está el Palacio de los Deportes de Murcia a media hora del comienzo del encuentro.
— Relevo (@relevo) June 1, 2024
¡Ambientazo!
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"El año está siendo espectacular. Hagan lo que hagan ya es que el año es espectacular", aseguraba Pedro José, otro aficionado del UCAM que también insistía en que "desde principios de temporada se veía algo en el equipo. Incluso yo se lo decía a mi hermano: tienes que venir a verlo porque se le veía algo, de que iban a hacer algo bueno. Y ahora a ver hasta dónde se llega, pero con lo que ya están haciendo nos vale".
Y es que lo que ha conseguido Sito Alonso -"nuestra estrella, Sito es la estrella", decían los aficionados- con el equipo esta temporada roza lo extraordinario. Porque hace sólo cinco años, cuando se hizo cargo del club, lo que hizo fue coger a un UCAM Murcia al borde del descenso. Y ahora, un lustro después, está peleando por meterse en la final por el título de la Liga Endesa, después incluso de haberse clasificado para la Final Four de la Basketball Champions League.
"La temporada es maravillosa", decía otro grupo de aficionados del club universitario. "Es que me ha quitado la palabra porque es esa: la temporada es maravillosa, con Sito Alonso excelso en la dirección del equipo. Esa zona que ha planteado es una maravilla técnica. Ha parado a Valencia, ha parado dos partidos a Málaga", replicaba otro de ellos. "Es histórica. Somos aficionados desde hace 30 años y era impensable esto. Estamos disfrutándolo mucho, lleguemos a donde lleguemos", admitía un tercero.
"Yo solo digo que como haya muchos playoffs, mi mujer me pide el divorcio, que llevo tres semanas...", bromeaba el primero. Y es que si algo ha conseguido el UCAM este año es paralizar por completo a la ciudad cada vez que tocaba partido. Por eso, pase lo que pase a partir de ahora, Murcia ya puede decir con orgullo lo que ha dejado claro: que es una ciudad de baloncesto.