El Unicaja se quita el sambenito de ser favorito: "Es difícil jugar con más ansiedad"

A Unicaja se le ha puesto muy cuesta arriba la eliminatoria de semifinales de los playoffs de la Liga Endesa ante UCAM Murcia. Y más allá de por el buen hacer del conjunto universitario, que es para aplaudir, lo que le ha ocurrido al cuadro cajista se resume en algo que, precisamente, comentó el técnico rival, Sito Alonso. "Creo que los entrenadores somos conscientes de que por toda la táctica que hagas… si no hay creencia o mentalidad, no somos nadie. Los jugadores tienen que tener creencia en lo que hacen. Así pueden hacer que una táctica pobre sea excelente o, a veces, una táctica excelente convertirla en pobre si no se cree", dijo. Y esto es justo lo que le pasó a Unicaja. Porque el sambenito de ser favorito pesó demasiado para los de Ibon Navarro y, por buena que fuese la pizarra, la mentalidad hizo que no fuese suficiente.

El año de Unicaja, o los dos últimos años, la verdad sea dicha, son excelsos. Basta con decir que se está hablando del campeón de la última Basketball Champions League (BCL), un equipo que ha desplegado un baloncesto vistoso, bueno y efectivo... hasta esta eliminatoria. La clave de todo ha estado en esa etiqueta de creer que, por ser favorito y por jugar en casa, ya se partía con cierta ventaja. Y a la vista está que ha sido más lastre que otra cosa.

"Estamos como pollo sin cabeza en el campo jugando, tomando decisiones individuales, que se intenta que sean para ayudar al equipo, pero que no son acertadas", admitió Ibon Navarro. Y la realidad es que eso es, precisamente, lo que le está pasando factura a Unicaja: el factor mental. Así se vio en el primer partido... Y así se confirmó en el segundo, en el que empezaron, en palabras del propio técnico, "demasiado acelerados, con demasiada tensión, con mucha precipitación, sobre todo, defensivamente, sin reconocer situaciones en las que se debe ser más conservador".

¿Y qué está provocando todo esto? Que Unicaja no sea capaz de ganar el partido del rebote defensivo y de defensa bajo aro. "Creo que estamos perdiendo el partido que se juega cerca del aro en nuestra canasta y por ahí nos estamos desangrando. Están jugando con mucha agresividad y chispa, todos los balones sueltos y rebotes sueltos son para ellos, están con ese punto y nosotros con la inconsistencia defensiva, sobre todo, cerca del aro, y nos está pesando", decía Ibon Navarro, que también insistía en que tenían "que ser más inteligentes".

"Tenemos que ser más inteligentes. Creo que nuestro equipo no ha sabido manejar bien esta situación en la que nos hemos encontrado, si nos hubiéramos enfrentado a cualquier otro de los rivales, no hemos sabido manejar esto. Se ha dado demasiado por hecho, los jugadores se han visto con demasiada confianza y no hemos sabido manejarlo", admitió. Eso sí, ahora la situación cambia por completo y eso beneficia a los malagueños.

"Ahora la situación cambia. Estamos muertos, ¿no? Pues vamos a ver. Nosotros nos hemos quitado la mochila de ser favoritos y tener que ganar… ya no. Tenemos que ganar sólo un partido. Porque si no lo ganamos, se ha acabado. Si ganamos un partido… cuidado. Pero no podemos pensar en el cuarto o el quinto, solo en el tercero", explicó. Y si algo tiene claro Ibon Navarro es que la cita en Murcia de este sábado será muy diferente, en cuanto al juego y convicción de Unicaja se refiere, que lo visto estos dos partidos en el Martín Carpena.

"Es difícil que juguemos con más ansiedad y menos cabeza que la que hemos jugado estos días. Es una situación complicada, pero sólo tenemos que ganar un partido", explicó el entrenador. Y es que de ganar ese duelo del sábado, toda esa ansiedad se iría por completo al tejado de UCAM Murcia por tratar de evitar que hubiera un quinto partido. Y Unicaja se aferra más a lo que ha logrado hacer esta temporada que a la historia para confiar en que puede hacerlo.

Porque lo cierto es que en 66 eliminatorias como esta, nunca un equipo ha logrado remontar un 2-0 a domicilio. Pero si algo ha dejado claro Unicaja es que puede ser capaz de cualquier cosa. "Sólo hemos perdido tres partidos seguidos todo el año y fueron las tres primeras jornadas y luego hemos perdido sólo tres en todo el año y fue en Liga Regular", dijo el técnico cajista. Algo que se debe al gran trabajo que han firmado toda la temporada y que, por tanto, tendrá que volver a salir a relucir este sábado. Eso sí, pase lo que pase, para el entrenador "no cambia la imagen de lo que ha sido el equipo esta temporada. De trabajo, de cómo ha sido el grupo… Eso no va a cambiar por seis días".